07 May

«Una Perspectiva Motora-Evolutiva del Conocimiento Humano»

Habla que el conocimiento humano no es una mera reflexión del mundo externo, sino una construcción activa de la mente. La teoría motora de la mente postula que la percepción, la cognición y la acción son inseparables.

Temas principales:

  • Naturaleza constructiva de la mente: La mente no se limita a recibir información pasivamente, sino que estructura y reestructura activamente.

«Más bien que ser una mera reflexión de la realidad… el orden y la regularidad… son el producto de las activas capacidades auto-referentes de la mente humana.»

  • Primacía de lo abstracto: Contrario a la intuición, lo abstracto precede a lo concreto en la construcción del conocimiento. La mente necesita un marco de abstracciones previas para dar sentido a las experiencias sensoriales.

«La riqueza del mundo sensorial que experimentamos no es el punto de partida… Al contrario, es el producto de un amplio rango de abstracciones…»

  • Procesamiento analógico y holográfico: Dos tipos de procesamiento: analógico (basado en la comparación de patrones) y digital (basado en códigos binarios). El procesamiento analógico permite almacenar y recuperar información de manera distribuida y resistente al daño.
  • Niveles de conocimiento tácito y explícito: El conocimiento tácito, inconsciente y holístico, precede al conocimiento explícito, consciente y articulado. El lenguaje juega un papel fundamental en la emergencia del conocimiento explícito y la especialización hemisférica del cerebro.

«Los aspectos tácitos y explícitos del conocimiento son la expresión de dos niveles de procesos cognitivos estrechamente interconectados.»

  • Primacía de las emociones: Desde etapas más tempranas del desarrollo, son base del conocimiento personal. Los esquemas emocionales, configuraciones neuronales que integran sentimientos y acciones, guían la interacción con el mundo y construcción del significado personal.

«Asumiendo que los procesos analógicos… juegan un rol crucial… se sigue que los sentimientos y las emociones son primarios en el conocimiento personal.»

«Comentarios Generales sobre los Procesos de Identidad Personal, del Vínculo y de la Identidad»

Esta fuente explora la interrelación entre identidad personal y los vínculos sociales. Argumenta que el desarrollo de un sentido de sí mismo estable y coherente depende crucialmente de la interacción con otros significativos.

Temas principales:

  • Naturaleza interactiva de la identidad: La identidad no es una entidad fija, sino un proceso dinámico que se construye a través de la interacción con otros. La semejanza percibida entre el yo y los demás es fundamental en este proceso.

«El sí mismo no es algo fijo… mí yo es un proceso: el proceso interminable por medio del cual transformo toda nueva experiencia en conocimiento.»

  • Importancia del vínculo: Los vínculos primarios y exclusivos en la infancia proporcionan un modelo fundamental para la construcción de la identidad. La experiencia de un vínculo seguro permite al niño desarrollar un sentido de valía, competencia y confianza en el mundo.

«La experiencia de una madre apoyadora… le da al niño un sentido de valía, una creencia en la ayuda de los demás, y un modelo favorable…»

  • Identificación e identidad: La identificación, proceso de imitación y modelado de figuras significativas, es esencial en la formación de la identidad. A través de la identificación, el niño internaliza valores, actitudes y estilos de comportamiento que luego integrará en su propia identidad.


«En cualquier momento… el sentido de sí mismo… puede ser visto como el producto… de dos tendencias opuestas: una hacia lo externo y la otra hacia lo interno.»

  • Vínculo e identidad en la adultez: En la adultez, los vínculos sociales, especialmente las relaciones íntimas, continúan jugando un papel fundamental en la confirmación, apoyo y expansión de la identidad personal. Las pérdidas y alteraciones en los vínculos pueden generar crisis vitales y afectar profundamente el bienestar emocional.

«Como el vinculamiento a los otros significativos es central para la estructuración del auto-conocimiento… durante la adultez emergen nuevas formas de vínculo…»

La Identidad Personal como un Proceso Dialéctico Interactivo:

  • El «yo» no es estático, sino un proceso en constante evolución: «El sí mismo no es algo fijo dentro de mi cabeza. Si en verdad existe, mí yo es un proceso: el proceso interminable por medio del cual transformo toda nueva experiencia en conocimiento.» (Bronowski, 1971)
  • La auto-diferenciación como clave: El ser humano construye su identidad diferenciándose del «no yo», particularmente del dominio social.
  • El rol fundamental de la interacción social: La construcción del «yo» se basa en la semejanza percibida con otros, validada a través de la interacción social («yo visto del espejo»).
  • El «yo» como sujeto y objeto: La experiencia sensorial dual (auto-percepción y percepción del mundo) permite experimentarnos como sujeto y objeto a la vez.
  • Unidad entre el conocimiento del «yo» y del mundo: Ambos procesos se nutren mutuamente; el conocimiento del mundo moldea la percepción del «yo» y viceversa.

Los Procesos de Vínculo y la Auto-Identidad:

  • Importancia del vínculo en el desarrollo del «yo»: «Así como aprendemos a vernos en un espejo, así también el niño se vuelve consciente de sí viendo su reflejo en el espejo de las conciencias de otras personas.» (Popper, 1977).
  • El vínculo como marco explicativo: Se destaca la teoría del apego de Bowlby como paradigma para comprender el desarrollo de la identidad.
  • El rol de la figura de apego: Un vínculo seguro con la figura de apego proporciona al niño un sentido de valía, competencia y un modelo para futuras relaciones.
  • El vínculo en las diferentes etapas del desarrollo: Influye en la formación del «yo» durante la infancia, la estabilización de la identidad en la adultez y la reconstrucción del significado personal tras una pérdida.

El Vínculo y el Desarrollo de la Identidad:

  • La unicidad del vínculo primario: Permite al niño construir un sentido de sí mismo como ser único y singular.
  • Los procesos de identificación: Imitación y modelación de la figura de apego que, al internalizarse, contribuyen a la construcción de la propia identidad.
  • Tendencias hacia lo externo e interno: El desarrollo del «yo» oscila entre la identificación con figuras externas y la internalización de atributos como propios.
  • Evolución de los procesos de identificación: Desde lo emocional en la infancia hasta la internalización de valores abstractos en la adolescencia.

El Vínculo y los Procesos de Identidad en la Adultez:

  • Nuevas formas de vínculo: Las relaciones íntimas y amorosas en la adultez confirman y expanden la identidad personal.
  • El vínculo como estabilizador del «yo»: Su pérdida genera un vacío que requiere una reconstrucción del significado personal (duelo).
  • Importancia de la reciprocidad: Solo los vínculos íntimos y duraderos tienen un impacto significativo en la estabilidad del «yo».
  • El «yo» como parte de un todo: La identidad personal se nutre de la interacción con otros, reconociendo la interdependencia entre el «yo» y el «nosotros».

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