27 Jun

 El teatro desarrollado en España durante la inmediata posguerra está fuertemente condicionado por el factor comercial, el ideológico y el del público. Estos condicionantes provocan que el teatro durante los años 40 sea de escasa calidad artística, de perfil comercial, conservador y burgués. Hay que destacar la censura, la deficiente formación de directores y actores, y la función de freno de la crítica  con gran repercusión en el triunfo o en el fracaso de una obra en el escenario. Todos estos factores juntos, explican que el teatro de posguerra sea un terreno poco propicio para las inquietudes renovadoras. 

Por un lado, nos encontramos con un teatro más convencional, que se manifiesta a través de dos vertientes fundamentales: – En primer lugar, un teatro conservador, no sólo en la ideología, sino también en las formas. Su finalidad era conseguir la aprobación del público, resolviendo sus problemas morales sin que se produjera ninguna modificación de la realidad social. Es el teatro de Pemán, Calvo Sotelo, representante del llamado “drama ideológico”

En segundo lugar, tenemos el teatro cultivado por los continuadores de la comedia de evasión benaventina,  se caracterizó por su levedad temática, siempre en un nivel superficial y con el previsto final feliz.

Por otro lado, un teatro menos convencional sería el teatro de humor de Jardiel Poncela, Mihura. Poncela, creó un teatro inverosímil, nuevo y audaz, cercano al “teatro del absurdo”. La risa era la razón de ser de la obra dramática y, por su libertad imaginativa y por su audacia, su teatro resultó cada vez más agresivo. Entre sus obras más destacadas se encuentran Eloísa está debajo de un almendro. A. Por su parte, Mihura llevó a su teatro el humor y la ternura. Intentó la humanización sentimental de los personajes y situaciones, con un gran poder imaginativo y una indiscutible fantasía poética. Su teatro se basa en una estructura convencional, en la que se encuentran los dos elementos fundamentales de su humor: el absurdo lógico y la crítica a la realidad existencial. Entre sus obras destacan Tres sombreros de copa y Maribel y la extraña familia. 


2. El teatro comprometido de los años 50 y 60. Buero Vallejo y Alfonso Sastre

durante los años 50, el teatro manténía un gran interés por lo social.
La figura más relevante de este periodo es Antonio Buero Vallejo.

Las obras de Buero giran en torno al anhelo de realización humana, la búsqueda de la felicidad y la libertad pese a las dolorosas limitaciones que obstaculizan este propósito. Así, sus obras, básicamente tragedias, se pueden enfocar desde un doble plano:

 El plano existencial:
El fin último es reflexionar sobre el sentido de la vida y la condición del ser humano (recuérdese La fundación).

 El plano social y político: denuncia las injusticias que afectan a los distintos niveles de la sociedad, desde la opresión del poder hasta la explotación del débil.

Buero representa la idea de revitalización del teatro en forma de atención a la sociedad y de actitud ética y comprometida. El teatro de protesta y denuncia surgíó como una necesidad por el compromiso con la realidad inmediata.

El autor cuida con esmero la evolución psicológica de los personajes, ya que persigue la identificación del público con ellos para que asuman el conflicto y busquen la verdad. Tres etapas en su trayectoria: 

Una primera etapa en la que predomina el enfoque existencial, con una estética realista. Destaca Historia de una escalera (1949).

En su segunda etapa se centra en el enfoque social, en la relación del individuo con su entorno social, siempre con intención crítica. Destaca El concierto de San Ovidio.

En la tercera etapa opta por el experimentalismo, sin olvidar nunca las inquietudes sociales y existenciales, pero asumiendo las novedades técnicas que triunfaban en otros géneros. La más importante es La fundación, de 1974.


El otro gran dramaturgo de esta generación es Alfonso Sastre Salvador. El cual defiende la transformación de la realidad. Su obra más relevante es Escuadra hacia la muerte.  Fue un autor muy comprometido políticamente contra la dictadura franquista . En el terreno del teatro también fue un gran renovador y sostuvo una fuerte polémica frente a las posturas posibilistas de Antonio Buero Vallejo. 

Su obra pasa por distintas etapas. La primera entre 1949 y 1955, de temática existencialista, con obras como Escuadra hacia la muerte.

La segunda, social, aparece representada en obras como La mordaza.  El Teatro penúltimo (1965-1972), constituye su tercera etapa y representa una renovación escénica total , como en Ejercicios de terror. En sus últimas obras, ya asentado en el País Vasco, vuelve al compromiso político con obras como El viaje infinito de Sancho Panza. 


3. La renovación del teatro

Entre 1960 y 1962 el teatro español se mostró más abierto a la renovación con la aparición de nuevos dramaturgos dentro de una línea neorrealista y de fuerte crítica social. Los temas , son: la injusticia social, la explotación del hombre por el hombre, las condiciones inhumanas de la vida del proletariado.

Los protagonistas de estas obras acaban siendo víctimas de una sociedad presentada con pesimismo, amargura y desesperanza. El lenguaje es violento. Los autores del teatro social-realista más relevantes, aparte de Sastre, son: Lauro Olmo , José Martín Recuerda… 

Por último, dentro de la misma línea a: Alfonso Paso y Antonio Gala. 

Por otra parte, es fundamental la aparición durante los años 60 y 70 del llamado “teatro independiente”, con una nueva concepción del texto y de la representación, y que se manifiesta en una serie de grupos independientes, “Els Joglars” o “La fura dels baus”. Estos grupos buscan  la ruptura del lenguaje teatral mediante la potenciación de elementos como la escenografía o la música. 

Trabajan sin texto dramático de autor, seleccionan obras consideradas en su mayoría como imposibles para un teatro comercial y crean montajes innovadores de textos conocidos.

Se trata de grupos de actores, directores y autores que, con una dedicación exclusiva al teatro (pero no profesionales). Rompen con el criterio del teatro comercial con la apertura de locales paralelos en fábricas, garajes, vías públicas, y con escenarios situados entre el público para favorecer su integración en la representación. 


4. Evolución del teatro desde los 70 hasta nuestros días

Hacia 1970 algunos dramaturgos se lanzan a una renovación de la expresión dramática, superan el Realismo y asimilan corrientes experimentales del teatro extranjero. Surge así una nueva vanguardia teatral, de la que pueden destacarse la vertiente liderada por Fernando Arrabal y su teatro “pánico” y el llamado “nuevo teatro español”. 

Arrabal, es el creador del movimiento “pánico”, haciendo un alarde en su teatro de una imaginación desbordante y de un lenguaje Barroco. 

Los autores del “nuevo teatro” se estrellaron contra la censura, por ser tan crítico o más que el del Realismo social. Sigue siendo un teatro de protesta y denuncia, girando su temática en torno a la dictadura, la falta de libertad, la injusticia, etc. Lo nuevo es que desechan el enfoque realista y lo sustituyen por enfoques simbólicos o alegóricos. Por eso es imprescindible la representación para captar completamente muchos aspectos del texto. Un autor destacado es Francisco Nieva. 

Deja un comentario