18 Jul
Comprendiendo la Enfermedad: De la Anomalía Estructural a la Predisposición Constitucional
Toda tendencia a enfermar o destructiva que se puede reconocer en el ser humano deriva de una anomalía estructural que le imprime sus características.
La condición de una enfermedad agudiza necesariamente las múltiples expresiones del ser humano como entidad viviente de la mayor complejidad. El estado de enfermedad, aunque alterado, constituye una forma más ostensible que el de salud o el equilibrio.
La búsqueda del fondo constitucional que modula el sufrimiento humano ha sido una tarea constante de los grandes maestros de la medicina a lo largo de la historia.
El Concepto de Diátesis de Trousseau y su Evolución
En la medicina antigua surgió y adquirió una importancia trascendente el concepto de Diátesis de Trousseau, entendido como la predisposición individual congénita o hereditaria para adquirir un determinado grupo de dolencias.
Es posible que Trousseau haya conocido las ideas de Hahnemann; de hecho, algunos autores refieren una relación evidente entre ambos sabios. Lo cierto es que su idea no fue utilizada ni desarrollada convenientemente, o bien su autor no propuso bases suficientes para su aprovechamiento trascendente y definitivo.
La Multiplicidad de Diátesis y su Desuso
Los que pretendieron seguirle en los estudios de patología dentro de los moldes establecidos reconocieron un sinnúmero de diátesis, muchas de las cuales aún se enlistan en los diccionarios, tales como:
- Aneurismática
- Angioneurótica
- Artrítica
- Asténica
- De autoinfección
- Catarral
- De contractura
- Dartrosa
- Distrófica
- Espasmódica
- Estrumosa o escrofulosa
- Exudativa o de Czerny (quien profundizó o quiso ampliar con numerosos trabajos estos conceptos de predisposición o afecciones exudativas y de infartos ganglionares)
- Gotosa
- Hemorrágica
- Inopéctica
- Linfógena
- Neuropática
- Oxálica
- Reumática
- Tuberculosa
- Úrica
Esta multiplicidad, resultado de un afán de aplicación precipitado del profundo concepto de Trousseau, llevó a que su utilidad, que pudo haber sido enorme, se redujera al mínimo, siendo prácticamente despreciada u olvidada dentro de la medicina antigua.
La Evolución de la Patología: De lo Macroscópico a lo Bioquímico
De acuerdo con las consideraciones generales de autores modernos sobre la patología, esta ha pasado por diferentes épocas: de lo macroscópico se transitó a lo microscópico y, actualmente, a lo bioquímico.
Si bien la fisiología puede concebirse y explicarse a expensas de los cambios o procesos bioquímicos de los ácidos nucleicos y de los demás componentes de la célula, es importante señalar que la célula es un individuo en sí mismo, a nivel del cual se realizan todos los cambios y funciones que se suceden en el conjunto orgánico.
Los Miasmas de Hahnemann: La Raíz de las Enfermedades Crónicas
En los verdaderos enfermos, se sucedían estados de sufrimiento que, aunque distintos para el observador superficial, revelaban con una observación minuciosa un nexo de identidad, una característica que los enlazaba. Así, lo que parecían diferentes enfermedades presentadas por el mismo individuo a través de su biopatología, estaban relacionadas por un trasfondo que constituía la predisposición a padecer de una forma característica, tanto en las disfunciones como en las lesiones. A esta predisposición, descubierta en lo constitucional (es decir, en lo constante del ser humano orgánico) y a la persistencia en la forma de su expresión, Hahnemann la denominó miasma o enfermedad crónica. En ello, reconoció el germen latente de todo proceso patológico, es decir, la causa inevitable de los desequilibrios evidentes que reconocemos como enfermedades, los cuales no pueden deducirse totalmente de factores ocasionales, sino que siempre involucran la condición receptiva del individuo, esto es, su predisposición.
Distinción entre Enfermedades Agudas y Crónicas
Las enfermedades agudas no solo ceden al empleo bien calculado de los remedios homeopáticos, sino que la mayor parte tardan poco en desaparecer bajo la sola influencia de la fuerza vital conservadora que jamás está en reposo en nuestro organismo.
La fuerza vital, instituida para velar por la integridad del organismo (Vis Medicatrix Naturae), trabaja sin descanso para conducirlo a la curación, incluso en las enfermedades agudas graves, y sobre ella los medicamentos homeopáticos ejercen una influencia eficaz. Sin embargo, esta fuerza no puede por sí sola lograr la curación real y permanente de las enfermedades crónicas, ni siquiera con los medicamentos homeopáticos que cubren con la mayor amplitud los síntomas actuales.
La Persistencia de las Enfermedades Crónicas y la Necesidad de un Enfoque Profundo
El hecho de que las enfermedades crónicas (especialmente las no venéreas), tratadas homeopáticamente incluso de la mejor forma, reaparecieran varias veces bajo formas más o menos modificadas, con nuevos síntomas aumentados y con mayor intensidad en sus manifestaciones, fue una observación tantas veces repetida que me hizo pensar que en estos casos y en todas las afecciones crónicas se había tratado solamente un aspecto, una porción de un mal primitivo profundamente situado. Su vasta extensión se debe percibir por los nuevos síntomas que se agregan de tiempo en tiempo y que no deben hacernos suponer que son enfermedades distintas.
Es necesario conocer la extensión total de las manifestaciones y síntomas correspondientes a ese mal primitivo y desconocido antes de presumir haber descubierto los medicamentos homeopáticos.
De todos los errores que se pueden reprochar a los médicos de la antigua escuela, este es, realmente, el más perjudicial, el más vergonzoso y el más imperdonable.
La Teoría de la Psora: Origen y Etapas de la Infección Miasmática
Después de estas nociones que fundamentan la teoría de la Psora, Hahnemann se refiere a ella en el aspecto etiológico, comparándola en su forma de iniciarse con las afecciones que denomina miasmáticas agudas, es decir, a expensas de una puerta de entrada en la que el virus (así lo dice textualmente) penetra e invade todo el organismo. Se caracteriza por tres etapas:
- El momento de la infección
- El periodo en que el organismo es penetrado por la enfermedad
- La manifestación de ese desarrollo en todo el organismo
La Enfermedad como Esfuerzo Natural y la Prescripción Homeopática
La salud es el bienestar físico, mental y social, no solo la ausencia de afecciones o enfermedades. La verdadera enfermedad, que transforma íntegramente al ser humano, haciéndolo diferente y, en ocasiones, hostil para la comunidad, es un estado de existencia tan fisiológico y completo como el normal. Este estado, denominado enfermedad, evidencia el esfuerzo acentuado de la naturaleza para restituirse a la normalidad, produciendo una serie de síntomas o fenómenos por medio de los cuales nuestra naturaleza tiende a recuperar la salud.
La Importancia de la Máxima Semejanza en Homeopatía
La verdadera similitud que debe señalar el medicamento simillimum debe comprender o involucrar la máxima analogía del medicamento con la enfermedad; es decir, todo el potencial del elemento terapéutico debe corresponder con la expresión o estado de existencia que vive nuestro paciente, que es lo único que constituye la enfermedad.
La enfermedad es una realidad, una serie de fenómenos que la naturaleza humana realiza para restituirse a su estado de existencia normal, cumpliendo esencialmente su misión dentro del fatalismo de persistencia deducible en todos los seres. Por lo tanto, la verdadera prescripción homeopática no debe basarse en una o en algunas semejanzas, sino en la máxima semejanza.
Miasmas: Causas Etiológicas de Afecciones Crónicas
Al hablar de miasmas, nos referimos a las causas etiológicas de las enfermedades agudas y crónicas.
Al hablar de miasmas, nos referimos a las causas etiológicas de las enfermedades agudas y crónicas. Así, podemos describir un síndrome asmático psórico o sicótico, o una alteración mental sicótica o sifilítica.
El enfermo presenta una alteración de su ritmo vital, que culmina en la formación de una lesión específica, la cual es un epifenómeno.
El mal venéreo localizado se refiere a una alteración reparable, mientras que en la sífilis, la infección ha invadido y definido todo el organismo, volviéndose constitucional. El mal venéreo constitucional, es decir, la sífilis, es otra forma de estado morboso con múltiples representaciones que reconoce una sola causa: una discrasia donde prospera el germen de la sífilis. El concepto de la enfermedad crónica, es decir, incurable y por lo mismo permanente, es como la propia personalidad que no cambia con el tiempo, depende de todos los factores que le dan forma y esencia, y constituye la idiosincrasia.
Las Tres Formas Fundamentales de Alteración Celular: Defecto, Exceso y Perversión
Solo pueden concebirse tres formas de alteración de las funciones celulares: el Defecto, el Exceso y la Perversión. Aunque pueden formularse en muy diversos términos, la alteración nutricional se reduce a estas, y lo que compete a la célula se refiere al organismo celular.
Psora, Sicosis y Sífilis: Manifestaciones Constitucionales
A la Psora corresponde la característica del Defecto; a la Sicosis, la del Exceso; y a la Sífilis, la de la Perversión.
La Psora es indudablemente el estado constitucional del defecto, de la carencia, de la falla en el sentido de la inhibición y sus resultados. Al inhibirse, tanto el individuo (ser humano) como la célula, reducen toda su expresión, se nutren mal y se debilitan. Y, fijémonos, también puede decirse invirtiendo los términos: si se nutre mal, se debilita y se inhibe; y si se inhibe y se debilita, se nutre mal. La falla del defecto o de la inhibición traerá la predisposición a diversos trastornos inmediatos: al exceso (tratando de compensar el defecto) y a la perversión (mezclándose estas alteraciones).
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