23 Abr

1, IDENTIFICACIÓN:
Los mapas representan la situación meteorológica en superficie y en altura en el Europa occidental y
Atlántico norte el 6 de Febrero de 1983. La situación es de tiempo del norte, ola de frío.

2. CLASIFICACIÓN:
Se trata de dos mapas temáticos del ámbito de la Geografía Física, concretamente la meteorología. Son
mapas analíticos, pues se centran en la representación de un sólo asunto (el tiempo atmosférico vinculado
al estudio de presiones y frentes). La información es, en parte, cualitativa y en parte cuantitativa, así que
podemos considerarlo mixto en este aspecto. Son mapas potencialmente dinámicos, a pesar de no
representar flujos, pues podemos intuir el movimiento de los frentes y hacer las previsiones consecuentes;
así mismo cabe deducir la dirección del viento y su intensidad aproximada. Por último respecto a la
simbología de la información podemos considerarlos como mapas lineales por la presencia en ellos de
isobaras, isotermas y líneas de frentes.
3. ANÁLISIS:
a. Descodificación:
La letra A mayúscula indica centros de altas presiones (anticiclones en el mapa de superficie); la letra B
mayúscula indica centros de bajas presiones (borrascas en el mapa de superficie). El viento se dirige
desde las áreas de altas presiones hacia las de baja, pero no en línea recta, sino en espiral, siguiendo el
sentido de las agujas del reloj en los A y en sentido contrario en las B. Las líneas isobaras unen puntos de
igual presión y cada par actúa aproximadamente como un carril para la circulación del viento. Este será
más intenso cuanto más cerca estén entre sí las isobaras, marcando un mayor gradiente de presión o
gradiente barométrico. La línea azul, dentada indica la existencia de un frente frío asociado a una
borrasca; la línea morada orlada de triángulos alternando con semicírculos es indicativa de un frente
ocluido.
En el mapa de altura las líneas negras son isohipsas (igual altura) y unen puntos en los que la presión de
500 mb se encuentra a la misma altura; las líneas azules son isotermas indicativas de la temperatura del
aire marcada en grados centígrados.
La curvatura convexa (con la cima apuntando al norte) es indicativa de una dorsal, o área en que el aire
cálido del sur penetra hacia el norte, y donde los 500 mb se encuentran más altos por lo que se considera
una alta presión en altura. La curvatura cóncava (con la base hacia el sur) es indicativa de una vaguada, o
área en que el aire frío del norte penetra hacia el sur, y donde los 500 mb se encuentran más bajos, por lo
que se considera una baja presión en altura.
b. Descripción:
En el mapa de superficie, un anticiclón centrado en el Atlántico, al norte de las Azores, se combina con
una borrasca muy profunda centrada entre los Países Bajos y la península de Jutlandia (Dinamarca). Un

frente frío asociado a la borrasca está barriendo Europa occidental y central con dirección noroeste-
sureste; el frente es ocluido entre el Báltico y la Península escandinava.

En el mapa de altura una dorsal domina el Atlántico norte, mientras que una vaguada desciende desde
Escandinavia hasta la Península Ibérica con un gradiente muy pronunciado desde los 5.160 metros al sur
de Jutlandia hasta los 5.640 en el mar de Alborán, al sur de la Península ibérica.
Las isotermas revelan la asociación entre la vaguada y el aire frío (entre los -20o y los -34o C)

4. Explicación:
La borrasca noreuropea y el anticiclón atlántico combinados envían aire del norte a la Península Ibérica.
Este aire tiene su fuente a muy alta latitud, es decir, una masa ártica, y con carácter marítimo, pues
observamos cómo cruza el Atlántico. Se trata, por tanto, de una masa de aire fría y húmeda. El frente frío
en la zona meridional peninsular precede a esta masa levantando violentamente al aire cálido que circula
ante él, y que seguirá rápidamente y hasta notable altura (límites de la troposfera) favorecido por el aire
frío y la baja presión en altura.
Este ascenso rápido y constante del aire provoca nubes de desarrollo vertical y fuertes precipitaciones que
serán de nieve en el norte, en la meseta y en los sistemas montañosos. En el resto habrá fuertes lluvias,
con posibilidades de tormenta y granizo. Al paso del frente, además, se producirá una fuerte bajada de la
temperatura al penetrar la masa de aire ártico. Considerando la temperatura a 500 mb y calculando el
gradiente adiabático húmedo, las temperaturas peninsulares estarán entre los 8-14o al nivel del mar, y más
bajas en el interior, dependiendo de la altitud, con temperaturas bajo cero, a partir de los mil o dos mil
metros, según zonas.
En Canarias la temperatura será más fría de lo habitual, con tiempo estable, aunque podrían producirse
nevadas de carácter orográfico en el Teide,
En cuanto a la previsión para los siguientes días, si la borrasca sigue activa y la vaguada sigue avanzando
hacia el sur podrían producirse nevadas generalizadas (así fue, en efecto) por toda la Península y Baleares.
5. Conclusión:
Se trata de una situación típicamente invernal, con tiempo muy frío e inestable en la mayor parte de
España, incluso, ocasionalmente, en Canarias.
Los efectos de este tipo de tiempo sobre las actividades humanas son pasajeros, pero notables. Así, las
nevadas suelen causar dificultades para la circulación tanto por carretera como en el interior de las
ciudades. Esto puede derivar en la cancelación de rutas de transportes públicos, y a veces también en el
abastecimiento de algunas mercancías. Así mismo, algunas actividades de diverso carácter
(particularmente las académicas) pueden cancelarse o aplazarse como consecuencia del bloqueo en las
comunicaciones. El frío, además, puede generar la extensión de enfermedades tales como resfriados y
gripes, con el consiguiente incremento de las visitas médicas y consumo de medicamentos. También se
verá incrementado el consumo de energía por las necesidades de calefacción.
En el apartado de consecuencias favorables, la acumulación de nieve supone un importante
aprovisionamiento de agua para los meses siguientes, lo que se verificará con el deshielo. Este aporte,
además, está dosificado, por lo que no genera una escorrentía dañina para los suelos por erosión, ni
peligrosa para los seres humanos, o para las cosechas, por los riesgos de inundaciones. Algunas
actividades, tales como el esquí, se favorecen por los aportes de nieve, lo cual redunda en favor de la
práctica de este deporte y en beneficio de la actividad turística de nieve, con relativa importancia en
nuestro país. Además, el frío durante el invierno es muy necesario para el correcto desarrollo de las
plantas, lo que redunda en beneficios de la agricultura, pues se evitan maduraciones tempranas que corran
riesgo por heladas tardías.
En definitiva, se trata de una situación típica del invierno que debe percibirse como una manifestación
típica que caracteriza a los climas templados con su sucesión de estaciones muy marcadas.

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