03 Jun

Los Persas: Contexto y Obra de Esquilo

Esquilo: El Padre de la Tragedia Griega

Esquilo nació en Eleusis en el 525 a.C. en una familia noble. Fue un guerrero, dramaturgo y trágico griego. Vivió en un periodo de grandeza para Atenas, tras las victorias contra los persas en las batallas de Maratón y Salamina, en las que participó directamente. Entre las aventuras y desventuras de su vida, se ha transmitido la imputación en un proceso por haber divulgado en una tragedia los misterios sagrados, y algunos consideraron que, según su modo poético, estaba iniciado en los misterios de Eleusis. Fue el primero de la tríada de grandes dramaturgos (Esquilo, Sófocles y Eurípides) que, a lo largo del siglo V a.C., llevarían la tragedia griega a su máximo esplendor.

Se le consideró el fundador del género de la tragedia griega, a la que dio forma a partir de la lírica coral, introduciendo un segundo actor en escena, lo cual permitió independizar el diálogo del coro, aparte de otras innovaciones en escenografía y la técnica teatral. En sus obras, el héroe trágico no se encuentra envuelto en grandes acciones; aparece en el centro de este orden cósmico; el valor simbólico pasa a primer término frente al tratamiento psicológico. El género trágico representó una perfecta síntesis de las tensiones culturales que vivía la Grecia clásica entre las creencias religiosas tradicionales y las nuevas tendencias racionalistas y democráticas.

Según las costumbres de las biografías antiguas de que los grandes personajes y las figuras excepcionales no mueren de manera normal, se nos cuenta que Esquilo, según un oráculo, debía morir aplastado por una casa, por lo que decide irse a vivir al campo. El presagio se había cumplido, ya que un quebrantahuesos le había tirado su presa, una tortuga, para romperle el caparazón, produciéndole la muerte.

Argumento de «Los Persas»

Los Persas” formaba parte de una trilogía libre: una pieza completa en sí misma. Es la única obra basada en hechos contemporáneos a la época. Se ambienta en la capital de Persia, año 480 a.C., donde se esperaban las noticias de la batalla que lidera Jerjes, combatida contra los griegos en Salamina. La angustia por el destino del gran ejército se incrementa cuando Atosa, la reina viuda, confiesa sus tenebrosos sueños: el carro de su hijo, tirado por dos bellas mujeres, y la rebelión de una de estas que lo hace volcar. Y así, culmina su visión.

Luego de esto, la entrada de un mensajero advierte la trágica derrota de la batalla en Salamina. Se describe la huida de los pocos persas que sobrevivieron al ataque cuando el río cede ante ellos. Posteriormente, la reina acude a la tumba de su difunto marido para entender la situación y, en ese momento, el fantasma de Darío le explica que han perdido por la desmesura de su hijo, que ha hecho enfurecer a los dioses y ha sido la divinidad la responsable de la victoria y no los mismos atenienses. Luego, el rey mantiene una conversación con el coro, donde se lamentan por el fracaso de la batalla y se avergüenza de sus actitudes. A diferencia de otras tragedias del dramaturgo, que finalizan con una conciliación de fuerzas opuestas, aquí se ve simplemente el triunfo de la Justicia y la caída de un gran imperio.

La Grecia Clásica: Sociedad, Cultura y Literatura

Contexto Social y Época

La Antigua Grecia, cuya edad de oro se inició en el año 800 a.C., llegó a su cúspide en la Atenas del siglo V a.C. La antigua civilización griega de Micenas pasó por un período de oscuridad de 500 años, para revivir con la épica de dioses y héroes, escrita por Homero. En una etapa en que los gobernantes veían a los demás como vasallos, el gran logro de los griegos de la época dorada fue afirmar la dignidad y los derechos del ser humano, siguiendo un modelo de gobierno del que surgiría la verdadera democracia.

Política en la Antigua Grecia

En sus principios, Atenas fue regida por reyes y tiranos, pero en el año 510 a.C., Clístenes expulsó al último de ellos y estableció el primer gobierno democrático del mundo. La palabra proviene de demos («pueblo») y kratos («poder»). Pero no fue esta una democracia en el sentido moderno. Solo votaban los atenienses varones que no eran esclavos; las mujeres no eran consideradas ciudadanas y por eso no podían votar. Tampoco los extranjeros ni sus descendientes, ni los esclavos, ni siquiera aquellos que conseguían liberarse.

Religión Griega: Dioses y Cultos

Las más antiguas creencias de los griegos son difíciles de conocer y precisar. Hay evidencias que enuncian la existencia de fuentes muy diversas y complejas: creto-micénicas, asiáticas, indoeuropeas. Algunas centran el interés en las fuerzas y divinidades del mundo que rodean al hombre: son los espíritus que pueblan y que también originan. En los poemas homéricos aparece una expresión religiosa más avanzada: del polidemonismo se ha pasado al politeísmo antropomórfico. Los dioses han sido definidos por los hombres a su imagen y semejanza. Regulan los fenómenos naturales según sus deseos o caprichos.

Dioses Principales
  • Zeus: Padre de los dioses y de los hombres, dios de la luz y la tempestad. Comparte con sus hermanos el gobierno del universo, “oye y ve todo lo que sucede”, puede bajar a la tierra adoptando la figura humana o en forma invisible.
  • Poseidón: Hermano de Zeus, aparece como una divinidad del agua en general. Se le representa con un carácter áspero y poco atrayente, violento y colérico; se le tiene más temor que a Zeus.
  • Hades: Rey del mundo subterráneo, se relaciona con los misterios de Eleusis.
  • Apolo: Hijo de Zeus, hermano gemelo de Artemisa. Tiene conexión con los animales que pueblan la selva, dios de los pastores. A este dios pertenece el más célebre de los oráculos, el de Delfos. De temperamento apacible y amable, es el hijo favorito de Zeus.
  • Ares: Una especie de “matón sobrenatural”, es una divinidad impopular de los griegos porque nunca fueron aficionados a las guerras.
  • Hefesto: Comienza por ser el dios de los fuegos volcánicos, se convierte en el dios de los artesanos que usan el fuego. De carácter algo cómico, no cazaba ni luchaba.
  • Dionisio: Dios de la vegetación, de la vid y el vino; en su honor se organizaban las Dionisíacas.
  • Hermes: Se convierte en un poder familiar a todos los caminantes, se le considera el guardián de los gimnasios y de la elocuencia. Amistoso, portador de la buena suerte, cumple los encargos de los dioses y escolta los espíritus de los muertos.
  • Deméter: Diosa de la agricultura y el trigo; se relaciona con el mundo subterráneo, aparece como diosa de la tierra.
  • Hera: Regía todo lo referente a la mujer, esposa de Zeus.
  • Artemisa: Su dominio es el de las tierras sin cultivar; protege a las mujeres en el momento del parto.
  • Atenea: Divinidad muy antigua, guerrera, patrona de las artes y los oficios de los guerreros y de los marinos.
  • Afrodita: Es de origen asiático, diosa del amor, también relacionada con el culto de los muertos.
Cultos Griegos

El culto se organiza de forma pública, pues es el Estado, la ciudad, el encargado de organizarlo en honor de la divinidad que la protege. Consiste en:

  • Sacrificios de animales
  • Libaciones
  • Fiestas
  • Representaciones teatrales
  • Procesiones

Existe un culto doméstico, un culto cívico y uno más generalizado, un culto panhelénico.

  • Domésticos: Se cumple ante el altar familiar en honor de los antepasados, con un fuego sagrado que no se apaga.
  • Cívico: La ciudad, como una gran familia, tiene su hogar, donde se rinde un culto que cumple el ciudadano; aparentemente, la religión cívica se limitaba a los ritos.
  • Panhelénicos: Participan griegos de las más diversas regiones, superando así el particularismo arcaico, tan fuerte y arraigado. Los santuarios, generalmente alejados de toda ciudad importante, rebasan los límites de la región.
Misterios y Oráculos
  • Misterios: El pueblo ateniense se preocupa de honrar también a otros dioses, sobre todo a Dionisio, en fiestas tradicionales y brillantes. Los ritos no se conocen con precisión, pues estuvieron rodeados por misterio y silencio. Esta participación en los misterios abría las puertas de la eternidad. Introdujeron la noción de salvación personal.
  • Delfos: Se caracterizó por sus respuestas basadas en el sentido común.
  • Olimpia: Donde tienen lugar las competencias atléticas, los Juegos Olímpicos en honor a Zeus.

El Teatro Griego: Orígenes y Géneros

El teatro griego tuvo sus orígenes en las fiestas celebradas en honor a Dionisio, donde hombres disfrazados relataban anécdotas sobre el dios. El teatro tenía una clara función social y cívica, y las representaciones estaban vinculadas a festividades religiosas. Las obras conservadas atestiguan la profundidad del pensamiento griego sobre el ser humano. Los actores —todos hombres, incluso los que hacían personajes femeninos— iban ataviados con máscaras y vestidos, lujosos en la tragedia y grotescos en la comedia.

La Tragedia Griega

Los argumentos de las tragedias, extraídos siempre de leyendas mitológicas, tratan sobre temas serios. Se centran en las dramáticas consecuencias de los hombres con el destino. Los protagonistas son héroes o personajes de origen noble, por lo que el lenguaje es solemne y elevado. La tragedia estaba escrita en verso. Hay partes dialogadas y partes cantadas, y en ellas cumple una función especial el coro, que comenta las peripecias de los protagonistas y representa el sentir colectivo.

Los tres autores más conocidos de tragedia son:

  • Esquilo: El primero de la tríada.
  • Sófocles: Es el más clásico, y el que eleva la tragedia a la perfección artística. También lleva a cabo cambios en el género, ya que aumenta de dos a tres el número de personajes y añade más acción a las tramas. Sus personajes, aun siendo idealizados, son más reales que los de Esquilo. De él se conservan siete obras.
  • Eurípides: Fue el más popular en la época helenística. Sus personajes son mucho más humanos, introdujo —sin apartarse del todo de la mitología— nuevos temas más modernos y desarrolló al máximo las pasiones más oscuras, especialmente en personajes femeninos. Se conservan diecisiete tragedias de él.
La Comedia Griega

La comedia: Sus temas no son elevados, sus personajes no son héroes, reyes ni dioses, y su intención es divertir y criticar aspectos de la sociedad. La comedia de Aristófanes se llamaba Antigua. Luego surge una nueva modalidad, la Comedia Nueva, que presenta obras de tipo costumbrista: obras de enredo en ambientes familiares, en un marco ciudadano con tramas amorosas y personajes estereotipados, y presenta un humor menos disparatado que el de Aristófanes. (Menandro fue autor de estas comedias).

El Arte Griego: Belleza y Perfección

El centro del arte griego era la belleza; exaltaba a los dioses y buscaba la perfección en sus obras. Cuanto más se acercara a la naturaleza, más bonitas parecían. Los temas solían ser en su mayoría religiosos o mitológicos. Su característica primordial era un marcado idealismo estético, lo que nos lleva a concluir que el arte griego no solo expresa la realidad tal como es, sino que la concibe de una manera poética, con una perfección equilibrada y armoniosa, como la encontramos tanto en los dibujos plasmados en sus cerámicas como en los rasgos marcados en las figuras humanas de sus esculturas. El cuerpo humano era la base fundamental de la belleza. El arte griego representa la naturaleza de una manera idealizada, con una tendencia muy marcada a expresar la simplicidad, armonía, equilibrio, resplandor y la individualidad ideal de sus obras.

Para los griegos, los dioses tenían forma humana, por lo que solían representarlos con esculturas de seres humanos, lo que les permitía sentir una cercana relación sentimental con el dios que la imagen representaba. Crearon nuevas técnicas que les permitían transmitir esa sensación de movimiento que se percibe en dichas esculturas.

El templo es la construcción más representativa de la arquitectura griega. Radicaba esencialmente en un espacio rectangular, rodeado de columnas, cubierto por un techo a dos aguas. Los templos eran construidos en montes —que para los griegos eran sagrados— en las afueras de las ciudades.

La pintura era un arte que solo servía para decorar y embellecer cerámicas y esculturas. La pintura en Grecia tiene influencia egipcia, gracias a un artista griego que vivió en Egipto.

El Imperio Romano: Sociedad, Cultura y Literatura

Contexto Social Romano

Bajo el dominio del emperador Trajano, Roma fue el centro del mundo conocido, una metrópolis rica, poderosa y refinada, con más de un millón de habitantes. La santidad de la familia era uno de los fundamentos de la sociedad romana. La hombría era tenida en alta estima: el padre tenía completa autoridad sobre su esposa e hijos. Por tradición, la crianza de los niños era responsabilidad de los padres; no había educación pública como en Grecia. Casi toda la escritura se hacía en rollos de papiro, pero durante los últimos años del imperio aparecieron las páginas encuadernadas y de esta forma llegaron a las bibliotecas escolares. Los esclavos en las ciudades tenían mejor suerte que los del campo. Ahí trabajaban bajo el látigo de los capataces. Los romanos compartían con los griegos la creencia de que las almas eran llevadas al Hades por la laguna Estigia, por lo que ponían en la boca una moneda para pagar al barquero. Pero también llegaban bufones que contaban chistes acerca del difunto.

Política en la Antigua Roma

Lo que distinguía a Roma de las ciudades-estado fue el nacimiento de la idea de que la ciudadanía podía extenderse, de modo general, a otros pueblos. Esto facilitó el camino para la absorción de pueblos extranjeros y la unidad política. La palabra rex (rey) llegó a ser un odiado símbolo de poder excesivo y jamás volvió a emplearse oficialmente. Siglos después, cuando la república romana se transformó en el imperio bajo Octavio, los emperadores decidieron llamarse imperator (general o uno que ejerce el poder supremo).

Religión Romana: Cultos y Creencias

La religión no estaba unida a la filosofía o a la moral, sino estrictamente relacionada con la participación en los cultos. Los romanos tenían dioses para toda la comunidad, que representaban el culto oficial, y dioses privados, pertenecientes a cada familia en particular, ya que cada una de ellas era una unidad política, económica y religiosa. La tríada oficial estaba integrada por tres dioses de origen indoeuropeo: Júpiter, Marte (dios de la guerra) y Quirino (que era el rey Rómulo divinizado).

Había dioses que representaban a las fuerzas de la naturaleza, llamados númenes, a quienes se les rendía culto en los campos, cuevas y bosques. Cuando Roma conquistó Oriente, su culto influyó decididamente en los conquistadores, tiñendo su religión de un contenido moral, del que hasta entonces carecía, ya que la religión romana se componía de una mezcla de ceremonias y ritos que intentaban solamente lograr el favor de los dioses.

El Teatro Romano: Adaptación y Géneros

Como las carreras de cuadrigas, las primeras obras de teatro de Roma eran parte de los festivales religiosos; estaban influenciadas por el teatro griego, y en ellas se usaban máscaras y todos los actores eran de sexo masculino, excepto en los mimus, una forma de farsa en la que las mujeres desempeñaban papeles femeninos y los actores no usaban máscaras.

El teatro romano se convirtió rápidamente en un entretenimiento popular, destacándose las comedias escritas por Plauto y Terencio, las cuales eran adaptaciones de las griegas. Las obras de la cultura romana se basaban en la intriga de carácter local; aunque las compuestas por Terencio aportaban un valor educativo, además, poseían una estructura dinámica con algunas partes cantadas. Asimismo, los actores usaban máscaras, vestuarios y un calzado alto de estilo griego. Por otra parte, en el teatro romano cualquier representación dramática se le llamaba fábula, pero su distinción entre la tragedia o la comedia se hacía en base al tema tratado y la caracterización.

La Tragedia Romana
  • Fábula crepidata o coturnata: Se caracterizaba por ser una tragedia de tópicos griegos, donde los actores usaban una bota alta llamada coturno.
  • Fábula praetexta: Basada en las leyendas o historias romanas, tenía el mismo nombre de la toga orlada que usaban los ilustres en la Antigua Roma.
La Comedia Romana
  • Fábula palliata: Era una obra del teatro romano que tocaba asuntos griegos, donde los comediantes se cubrían con el manto griego llamado pallium.
  • Fábula togata: Versando sobre temas romanos, los protagonistas vestían con toga.

El Arte Romano: Practicidad y Realismo

El arte romano hunde sus raíces en diversas influencias, especialmente del mundo griego. Tiene su principal manifestación en la arquitectura, tanto religiosa como civil; pero otras manifestaciones de primer orden son su magnífica escultura y, en menor medida, la pintura. Los romanos exaltaron a los propios hombres, creando:

  • Bustos
  • Esculturas de gobernadores y políticos
  • Retratos de emperadores
  • Arcos triunfales o columnas conmemorativas con relieves que narran las batallas

Este cambio radical en la temática de las obras es el rasgo que distingue el arte griego del romano. Una de las características es su practicidad: las obras de arte se diseñaban y se creaban siempre para cumplir una función. Debido a este carácter práctico, los romanos desarrollaron enormemente la arquitectura, llevando a cabo verdaderas obras de arte arquitectónicas que, sin embargo, tenían siempre una utilidad.

Estilos Pictóricos Romanos

Se distinguen dos corrientes pictóricas o estilos bien diferenciados:

  1. Estilo Neoático: Preocupado por la forma humana, resalta temáticas mitológicas y epopeyas.
  2. Estilo Helenístico-Alejandrino: Preocupación por la pintura rural, paisajes y marinas.

Por lo general, las obras pictóricas romanas son imitaciones o variaciones de las griegas. Un elemento distintivo de la pintura romana es la técnica de manchas de color al temple, con un estilo casi impresionista ya en esa época. La temática predominante es siempre realista: paisajes, personas o escenas bélicas.

La Épica en la Antigüedad Clásica

Épica Griega: Homero y los Rapsodas

Los poemas épicos (de la palabra griega epos, «narración») son poemas compuestos y transmitidos oralmente por unos poetas itinerantes llamados aedos o rapsodas. Los aedos partían de los hechos históricos de la guerra de Troya y reelaboraban ese material hasta convertirlo en leyendas y mitos de los héroes o guerreros. Con ello, los héroes eran tomados como motivo de admiración y como modelo de comportamiento para el pueblo.

Homero es el único rapsoda del que se conservan poemas. Se pensó que los poemas homéricos eran fruto de la tradición popular oral, unificada con el nombre de un poeta inexistente. Según la tradición, Homero era ciego y parece ser que estaba relacionado con los ambientes de la nobleza, cuyas virtudes guerreras glorificaba en sus poemas.

La épica homérica se caracterizaba por:

  • Empleo de los versos hexámetros (versos de seis metros).
  • Repetición de fórmulas y adjetivos.
  • Uso abundante de la comparación.
  • Minuciosas descripciones.

La mitología antigua consiste en un conjunto de leyendas y relatos de trasfondo religioso, protagonizados por dioses y héroes. En sus orígenes, pretendían servir para explicar los fenómenos de la naturaleza y los hechos del pasado. Los mitos subsistirán gracias a su belleza literaria y sus apasionantes tramas, que serán fuente de inspiración para la creación literaria.

Épica Romana: Virgilio y el Patriotismo

Poetas romanos primitivos del siglo III a.C.: Dos son las fuentes en las que se inspiran estos poetas: por un lado, la tradición épica griega y, por el otro, el patriotismo romano y las gestas de sus hombres ilustres. Las primeras manifestaciones literarias, designadas con el nombre de carmina, eran textos sujetos a ritmo y con unos procedimientos estilísticos muy marcados: aliteración, repetición, enumeración, antítesis, distribución simétrica de los miembros, etc., en prosa o en verso.

Es en la época de Augusto cuando brillan los grandes poetas, entre los que destaca Virgilio. Ha sido identificado como el «poeta del Imperio», por cuanto en su Eneida hace remontarse los orígenes de Roma a un plano semidivino, justificando el culto al emperador establecido en la época de Augusto. Virgilio es el más grande poeta épico de Roma. Augusto es el eslabón que une la República con el Imperio.

Épica Latina: Fusión Cultural y Evolución

Las grandes obras de la literatura latina son producto de la fusión de civilizaciones. Hay una asimilación del género épico griego por parte de los poetas latinos, que incluso abandonaron sus versos tradicionales por la métrica propia de la épica griega desde Homero. A diferencia de la épica griega, la latina no muestra los rasgos de una tradición oral. Es el producto meditado y muy elaborado de un autor individual, dirigido a un público más refinado. La épica latina es una épica culta.

El origen y desarrollo de la poesía épica en Roma viene determinado por elementos propiamente latinos y por la influencia griega que poco a poco impregnó la vida y las costumbres del pueblo romano.

Antecedentes Latinos
  • Las manifestaciones preliterarias de carácter oral que presidían los acontecimientos más importantes de la vida social: fiestas, banquetes, funerales y victorias militares.
  • Las inscripciones epigráficas, los elogia, que ensalzaban las empresas bélicas y las virtudes del difunto.
  • Los acontecimientos históricos recogidos por los primeros escritores en prosa, los analistas, que glorificaban el pasado del pueblo romano.
Influencia Griega
  • La Ilíada y la Odisea: Sus huellas son patentes en la épica latina: el empleo de epítetos y fórmulas, el uso de símiles y la utilización del hexámetro dactílico.
  • La poesía alejandrina propia de la Grecia helenística (siglo III a.C.), de lenguaje erudito y estilo muy elaborado, y el extenso poema épico de Apolonio de Rodas, las Argonáuticas.

La Lírica en la Antigüedad Clásica

Lírica Griega: Subjetividad y Emoción

La lírica griega se ocupa de los sentimientos e inquietudes del presente y da lugar a una poesía más emotiva e íntima. Con los primeros líricos aparece el concepto de subjetividad vinculado a la poesía. Los poetas descubren el yo, dan a conocer sus emociones y dolores en momentos decisivos de su vida, cuentan sus amores, sus ambiciones, sus angustias y sus sentimientos. Sus poemas, en general breves, tienen temas variados, un ritmo vivo y un lenguaje fresco, directo y audaz. El poeta tiene estilo propio, personal, y unas preferencias temáticas acordes con su vida y experiencias gracias a la subjetividad.

Tipos de Lírica Griega
  • Coral: Cantados por un coro, tienen lugar en acontecimientos públicos o sociales, composiciones largas cantadas en fiestas religiosas, funerales o bodas; mayor representante: Píndaro; las odas tenían diferentes nombres según la función o el lugar de los juegos.
  • Individual: Poemas breves, temática variada; los más importantes son:
    • Alceo: Contemporáneo a Safo, de origen noble, defendió en sus poemas a los aristócratas de Lesbos.
    • Safo: Dirigió en Lesbos una escuela literaria para chicas jóvenes de origen noble, canta íntimas alegrías y penas de sus amores y crea un mundo de sentimientos y sensibilidad.
    • Anacreonte: Canta al vino, a la juventud y a los placeres del amor y de la vida.

Lírica Romana: Intimidad y Renovación

La lírica latina comienza en Roma mucho más tarde que la épica o el teatro, concretamente a finales del siglo II a.C., en plena influencia helenística y cuando las circunstancias políticas y sociales habían abocado los ánimos de los ciudadanos cada vez más hacia la intimidad y la vida privada. Las convulsiones sociales que propiciaron la falta de ideales comunes que justificasen una épica nacional, hacen brotar una serie de composiciones breves y delicadas en las que se renuncia a todo lo que sea grandeza, volcándose en la intimidad de las pequeñas cosas.

Las características de esta nueva poesía siguen siendo semejantes a las de la lírica griega (mitología, polimetría, etc.), pero la diferencia es que los romanos escribieron poca poesía lírica propiamente dicha y, además, fue un producto completamente literario no arraigado en la costumbre social, pensado para ser leído y no cantado. En este marco afloró en primer lugar el círculo de Lutacio Cátulo y sus célebres epigramas eróticos, a quien podemos considerar como precedente de los neotéricos, verdaderos artífices y abanderados de toda una renovación literaria y estética.

Lírica Latina: Catulo y la Expresión Personal

La poesía lírica surgió en Roma en el siglo II a.C., en un período muy tardío respecto a otros géneros literarios. La expresión de los sentimientos personales parecía relegada a un segundo lugar en la literatura latina, más preocupada por los ideales patrióticos de una Roma en constante expansión. La relación con la cultura griega, notoria en el círculo literario de Escipión, favoreció el individualismo y la expresión de los sentimientos personales, y se desarrollaron las condiciones favorables para que surgiera el género lírico.

Diversos campos temáticos (erótico, amoroso, bucólico, elegíaco, satírico, etc.), pero sometido a las reglas genéricas sobre la estructura del poema o los tipos de verso y de estrofa. El representante más destacado es Catulo: verdadero creador de la lírica latina, supo captar el espíritu y la técnica griega y adaptarla. Predominan poemas breves de contenido erótico, satírico y elegíaco. Son personales, subjetivos y autobiográficos.

Obras Épicas Fundamentales

La Ilíada: Cólera y Venganza de Aquiles

La obra comienza narrando la cólera de Aquiles, uno de los héroes griegos que se niega a luchar porque Agamenón ha decidido quedarse con Briseida, la esclava favorita del guerrero más célebre de las polis, que únicamente busca reconocimiento y ser leyenda. Al no luchar Aquiles, las tropas troyanas están venciendo la guerra y expulsando a los griegos hacia la playa, a quienes cada vez les dejan menos terreno.

En esas circunstancias, Patroclo, íntimo amigo del héroe griego, decide usar la armadura y armas de Aquiles para lanzarse a la batalla, ya que sufre al ver cómo su pueblo pierde la guerra y su preciado compañero no hace nada para solventar la situación. Por desgracia, Patroclo, ducho en la guerra, se enfrenta a Héctor, uno de los hijos del rey Príamo, y el mejor de ellos en la batalla, quien, a la postre, acaba por darle muerte pensando que se enfrentaba a Aquiles.

El guerrero griego, al saber de la desgracia de Patroclo, entra en cólera y decide volver a la lucha. Además, el hecho de que los troyanos no le concedan el cuerpo de su amigo para enterrarlo en paz le hace enfadar más todavía. En esta tesitura, Aquiles acaba por localizar a Héctor, con quien tiene una dura batalla, pero termina por dar muerte al héroe troyano. Así pues, en venganza, ata el cuerpo fenecido de su rival a su carro y lo arrastra por la playa de Ilión en señal de humillación.

Mientras tanto, Príamo, desolado por la muerte de su querido hijo, decide una noche acercarse a hurtadillas hasta la tienda de Aquiles en el campamento griego para pedirle que le dé el cuerpo de su hijo de forma que pueda enterrarlo dignamente. Aquiles, ante las palabras de amor y desolación del rey Príamo, le concede tal honor para que pueda enterrar el cuerpo de su hijo dignamente y con los honores que merece como héroe real troyano.

La Odisea: El Largo Retorno de Ulises

Han pasado diez (10) años desde la caída de Troya, y el héroe griego Odiseo aún no ha regresado a su reino en Ítaca. Una multitud grande y alborotada de pretendientes que han invadido el palacio de Odiseo y saqueado su tierra continúan cortejando a su esposa, Penélope. Ella se ha mantenido fiel a Odiseo.

El príncipe Telémaco, el hijo de Odiseo, quiere desesperadamente arrojarlos, pero no tiene la confianza o la experiencia para luchar contra ellos. Uno de los pretendientes, Antínoo, planea asesinar al joven príncipe, eliminando la única oposición a su dominio sobre el palacio. Desconocido para los pretendientes, Odiseo sigue vivo. La bella ninfa Calipso, poseída por el amor por él, lo ha encarcelado en su isla, Ogigia. Anhela volver con su esposa y su hijo, pero no tiene barco ni tripulación para ayudarlo a escapar.

Mientras los dioses y las diosas del Monte Olimpo debaten el futuro de Odiseo, Atenea, la más fuerte defensora de Odiseo entre los dioses, resuelve ayudar a Telémaco. Disfrazada de un amigo del abuelo del príncipe, Laertes, ella convence al príncipe para convocar a una reunión de la asamblea en la que reprocha a los pretendientes. Atenea también se prepara para un gran viaje a Pilos y Esparta, donde Néstor y Menelao, reyes que lucharon durante la guerra con Odiseo, le dicen que Ulises está vivo y atrapado en la isla de Calipso. Telémaco hace planes para volver a casa, mientras que en Ítaca, Antínoo y los demás pretendientes preparan una emboscada para matarlo cuando llega al puerto.

En el Monte Olimpo, Zeus envía a Hermes para rescatar a Odiseo de Calipso. Hermes convence a Calipso para que deje que Odiseo construya una nave y se vaya. El héroe nostálgico zarpa, pero cuando Poseidón, dios del mar, lo encuentra navegando hacia su casa, envía una tormenta para destruir la nave de Odiseo. Poseidón ha albergado un amargo resentimiento contra Odiseo, ya que el héroe cegó a su hijo, el cíclope Polifemo, al principio de sus viajes.

Atenea interviene para salvar a Odiseo de la ira de Poseidón, y el asediado rey desembarca en Esqueria, hogar de los feacios. Nausícaa, la princesa feacia, lo lleva al palacio real, y Odiseo recibe una cálida bienvenida del rey y la reina. Cuando se identifica como Odiseo, sus anfitriones, que han oído hablar de sus hazañas en Troya, quedan atónitos. Prometen darle paso seguro a Ítaca, pero primero piden escuchar la historia de sus aventuras. Odiseo pasa la noche describiendo la fantástica cadena de eventos que llevaron a su llegada a la isla de Calipso.

Él relata su viaje a la Tierra de los Lotófagos, su batalla con Polifemo el Cíclope, su relación amorosa con la diosa-bruja Circe, su tentación por las Sirenas mortales, su viaje al Hades para consultar al profeta Tiresias, y su lucha con el monstruo marino Escila. Cuando termina su historia, los feacios devuelven a Odiseo a Ítaca, donde busca la choza de su fiel porquerizo, Eumeo. Aunque Atenea ha disfrazado a Odiseo como un mendigo, Eumeo lo recibe y lo alimenta con gusto en la cabaña.

Pronto se encuentra con Telémaco, que ha regresado de Pilos y Esparta a pesar de la emboscada de los pretendientes, y le revela su verdadera identidad. Odiseo y Telémaco idean un plan para masacrar a los pretendientes y recuperar el control de Ítaca. Cuando Odiseo llega al palacio al día siguiente, todavía disfrazado de mendigo, soporta el abuso y los insultos de los pretendientes. La única persona que lo reconoce es su vieja enfermera, Euriclea, pero ella jura no revelar su secreto. Penélope se interesa por este extraño mendigo, sospechando que podría ser su marido perdido hace mucho tiempo. Bastante astuta, Penélope organiza una competencia de tiro con arco al día siguiente y promete casarse con cualquier hombre que pueda ensartar el gran arco de Odiseo y disparar una flecha a través de una hilera de doce hachas, una hazaña que solo Odiseo ha logrado alguna vez.

En el concurso, cada pretendiente intenta ensartar el arco y falla. Odiseo se acerca al arco y, con poco esfuerzo, dispara una flecha a través de las doce hachas. Luego da vuelta el arco a los pretendientes. Él y Telémaco, asistidos por unos pocos servidores fieles, matan hasta el último pretendiente.

En la Odisea, Ulises se revela a sí mismo a todo el palacio y se reúne con su amorosa Penélope. Viaja a las afueras de Ítaca para ver a su anciano padre, Laertes. Son atacados por los familiares vengativos de los pretendientes muertos, pero Laertes, revitalizado por el regreso de su hijo, mata con éxito al padre de Antínoo y pone fin al ataque. Zeus despacha a Atenea para restaurar la paz. Con su poder seguro y su familia reunida, la larga experiencia de Odiseo llega a su fin.

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