19 Jun

Contexto Internacional y las Dos Zonas

En agosto de 1936, ante el estallido de la Guerra Civil Española, Francia y Gran Bretaña impulsaron la creación del Comité de No Intervención en Londres, al que se adhirieron 30 países con el compromiso de no intervenir en el conflicto. Sin embargo, este acuerdo fue pronto violado, ya que tanto la República como el Bando Sublevado recibieron apoyo internacional significativo, lo que contribuyó a alargar la guerra.

La Zona Republicana

Apoyo Internacional a la República

Ayuda Militar y Económica

La Segunda República contó principalmente con ayuda militar de la URSS, Francia y México. La Unión Soviética suministró armamento y asesores militares, y exigió como pago una parte sustancial de las reservas de oro del Banco de España, conocido como el “Oro de Moscú”. Francia permitió la entrada de suministros en los primeros meses, y México mostró un fuerte respaldo político y logístico.

Las Brigadas Internacionales

En el ámbito humano, destacaron las Brigadas Internacionales: cerca de 60.000 voluntarios de más de 30 países, organizados a través de los partidos comunistas y de izquierda europeos, se desplazaron a España para combatir el fascismo y defender la democracia. Se entrenaron en Albacete y fueron claves en la defensa de Madrid, aunque sufrieron muchas bajas y fueron retiradas en 1938.

Situación Política en la Zona Republicana

Crisis de Liderazgo y Gobierno de Giral

Políticamente, la República atravesaba una fuerte crisis de liderazgo. La sublevación militar de julio de 1936 provocó la dimisión de Casares Quiroga, seguido por Martínez Barrios, y finalmente José Giral, quien decidió armar al pueblo. Esta decisión permitió que las organizaciones obreras y milicias populares tomaran el control de territorios, lo que generó violencia, especialmente contra religiosos y derechistas.

Bajo su gobierno se aprobaron reformas políticas y militares, como:

  • La creación de un ejército regular.
  • La incautación de empresas partidarias del golpe.
  • Reformas agrarias.
  • Control sobre los bancos.

El Ascenso del PCE y Conflictos Internos

El Partido Comunista de España (PCE) ganó protagonismo, al controlar los suministros soviéticos y por su disciplina interna. Apostaban por priorizar la victoria en la guerra antes que una revolución social, lo que les llevó a enfrentarse con anarquistas y sectores más radicales.

En Cataluña, el conflicto entre comunistas, el POUM y anarquistas estalló en los “Hechos de Mayo de 1937”, y tras la crisis, Largo Caballero dimitió.

El Gobierno de Juan Negrín

Juan Negrín, también del PSOE pero aliado con los comunistas, asumió el gobierno. Estaba a favor de centralizar el poder, frenar las colectivizaciones, y resistir a toda costa con la esperanza de que la inminente Segunda Guerra Mundial obligara a las democracias europeas a intervenir. Negrín trasladó el gobierno a Barcelona para supervisar la producción militar catalana y publicó los Trece Puntos en 1938, con propuestas de paz rechazadas por Franco.

Situación Económica en la Zona Republicana

Económicamente, la República tenía bajo su control zonas industriales importantes, pero la descentralización provocada por los estatutos de autonomía en Cataluña y el País Vasco complicaba la gestión unificada. La economía se desmoronó por:

  • Inflación.
  • Devaluación de la peseta.
  • Colectivizaciones improvisadas.
  • Dependencia del oro.

La Zona Sublevada (Nacional)

Apoyo Internacional a los Sublevados

Ayuda Militar de las Potencias Fascistas

En contraste, el Bando Sublevado, liderado por los militares alzados contra la República, recibió un apoyo aún mayor y de mejor calidad por parte de las potencias fascistas: Alemania e Italia. Alemania proporcionó la Legión Cóndor, que tuvo un papel destacado en bombardeos como el de Guernica, mientras que Italia envió al Corpo di Truppe Volontarie, con miles de soldados.

Otros Apoyos

Portugal facilitó el paso de tropas por su frontera, e Irlanda envió la Legión de San Patricio. Aunque oficialmente neutrales, empresas y banqueros de EE. UU. y Gran Bretaña también colaboraron económicamente con los sublevados.

Situación Política en la Zona Sublevada

Unidad y Liderazgo de Franco

En cambio, el Bando Sublevado mostró unidad desde el inicio. Se creó la Junta de Defensa Nacional en Burgos bajo el General Cabanellas, que ejerció como gobierno provisional. En septiembre de 1936, Francisco Franco fue nombrado jefe del Estado y del ejército, concentrando el poder político y militar.

El Papel de la Iglesia y la Represión

La Iglesia católica también legitimó la sublevación con una carta colectiva del episcopado en la que se presentó la guerra como una “cruzada religiosa”. La represión fue feroz y sistemática, con juicios militares y persecuciones que se prolongaron durante décadas.

Situación Económica en la Zona Sublevada

En lo económico, los sublevados controlaban gran parte del territorio agrícola, lo que les garantizaba abastecimiento. Se revertieron expropiaciones republicanas, y se implementó un sistema de control económico de corte intervencionista. El Banco de Burgos se convirtió en el centro financiero del nuevo régimen.

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