05 Jun

Introducción: La Música Romántica y sus Características

La Música Romántica se caracterizó por los siguientes valores: era desordenada, en contraposición al equilibrio del Clasicismo; intensa, rechazando la moderación; dinámica, con tendencia al movimiento constante; íntima y emocionante, ya que se consideraba la mejor de todas las artes para expresar los sentimientos; y exótica, pues los compositores utilizaban ritmos, danzas y melodías propias de sus países, entre otros valores. El Romanticismo marcó una revolución musical, resumida en dos puntos fundamentales: la supremacía de la música sobre las demás artes y la preeminencia de la música instrumental sobre la vocal.

Filósofos Románticos y la Música

E. T. A. Hoffmann

Para este autor, la música es la más romántica de las artes, cuyo objeto es el infinito. Consideraba que, a través de ella, se podía alcanzar cualquier meta y que poseía un poder inmenso.

Wilhelm Heinrich Wackenroder

En su obra, Wackenroder postula que la función principal de la música es expresar sentimientos, siempre orientada a la relación con Dios. Para él, la música posee un carácter sagrado, religioso y divino, pero también humano, al ser capaz de unir lo terrenal con lo divino. Aunque aprecia el elemento matemático y numérico de la música, su postura se opone al pensamiento racional y matemático iniciado por los pitagóricos.

Arthur Schopenhauer

Schopenhauer introduce el concepto de la Voluntad, una fuerza elemental, ciega y poderosa. Para él, todo lo que no es Voluntad es representación, y la música, al ser Voluntad, se sitúa por encima del resto de las artes, mientras que el arte es la representación de la contemplación de las cosas. Este filósofo consideraba la música instrumental como la forma de arte preferida y suprema, que no debía someterse a otras expresiones ajenas a su esencia.

Friedrich Wilhelm Joseph Schelling

Este autor parte de la idea de que la finalidad del arte es la captación de lo infinito. Dentro de su tendencia a la jerarquización de las artes, las divide en dos grandes grupos:

  1. Las artes reales: Aquellas que trabajan directamente con la materia (pintura, escultura, arquitectura y música).
  2. Las artes ideales: Aquellas relacionadas directamente con la palabra.

Este análisis lo traslada también a la música, dividiéndola de la siguiente manera:

  • Ritmo: Elemento ideal presente en la naturaleza.
  • Modulación: Elemento ideal.
  • Melodía: Síntesis del ritmo y la modulación.

Georg Wilhelm Friedrich Hegel

Hegel nos habla de que la música debe expresar la interioridad, es decir, la vida interior del alma y el universo emocional del ser humano. Según Hegel, el desarrollo del arte atraviesa tres etapas:

  1. Arte Simbólico: Fase inicial del arte.
  2. Arte Clásico: Caracterizado por la adecuación entre contenido y forma.
  3. Arte Romántico: Donde el contenido prevalece sobre la forma.

En cuanto a la música, establece una serie de semejanzas y diferencias con otras artes:

  • Con la Pintura: La pintura es visual, mientras que la música es auditiva y abstracta, difícil de visualizar.
  • Con la Arquitectura: Ambas se basan en relaciones racionales; sin embargo, la arquitectura se sirve de elementos materiales, mientras que la música se sirve del sonido.

Richard Wagner: El Arte Total

Antecedentes e Influencias

Heinrich Heine

De Heine, Wagner tomó la atención al público y el impacto del espectáculo, en contraposición a la idea romántica de intimidad musical. También valoró la importancia de lo nacional, prestando atención a las implicaciones políticas del arte y la música en el país.

Franz Liszt

Liszt, su suegro y figura muy vinculada a Wagner, tuvo como gran obsesión la renovación de la forma. Valoró la ruptura de reglas y el abandono de la tradición, lo que materializó a través de la música programática, fusionando las artes y eliminando sus límites, una idea romántica por excelencia de la que Wagner sería el máximo representante.

El Pensamiento Wagneriano: La Obra de Arte Total

Wagner persigue la fusión de todas las artes, relegando la música instrumental a un segundo plano. Su obra Arte y Revolución aborda este tema, partiendo de la tragedia griega, a la que considera la obra de arte unificada y el arte verdadero. Wagner sostenía que cualquier músico puede transmitir sentimientos, pero no de forma auténtica, ya que el verdadero arte reside en la fusión de las artes.

Se muestra reaccionario al concepto de música absoluta, pues considera que a través de ella no es posible alcanzar los sentimientos. Para Wagner, la finalidad del arte es la recuperación de lo humano, empleando los términos regeneración y revolución.

Es importante destacar que, en sus escritos, Wagner mostró un marcado racismo y una obsesión con la raza judía. Defendía que el verdadero arte era el griego, al proceder de una sociedad donde dominaban la justicia y el sentido de la belleza, lo que le llevó a atacar al mundo cristiano. Sin embargo, esta idea evolucionaría más tarde a través de su visión de Cristo, aproximándolo a Apolo.

Wagner y Nietzsche: Convergencia y Ruptura Filosófica

Inicialmente, existió una estrecha relación de amistad y afinidad intelectual entre ambos autores. La primera obra de Nietzsche, El nacimiento de la tragedia, refleja una clara unión de ideas, haciendo referencia al espíritu dionisíaco.

Sin embargo, más adelante surgió un desacuerdo entre ellos, especialmente a partir de la publicación de la obra de Wagner, Parsifal. Mientras Wagner persistía en la unión entre música y poesía, Nietzsche desarrolló el principio del absoluto privilegio y autonomía de la música instrumental, concibiéndola como el origen de todas las demás creaciones. Su visión de la música como generadora de las demás artes podría interpretarse como el fin del pensamiento romántico.

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