11 Nov

Josefina, muchas gracias por toda la información que Has compartido conmigo, que me ayuda a ver qué te pasa y, aun más importante, Cómo poder ayudarte. Te quiero contar lo que he entendido para saber si es lo Que me querías decir o si hay algo importante que debamos añadir a este Resumen. Parece que en las Navidades de hace 3 años, de modo inesperado para Ti, empezaste a sentir unos síntomas muy intensos y desagradables: mareos, Calor intenso que te subía por el cuerpo, el corazón te iba muy deprisa, te Dolía el pecho, tenías las manos dormidas y te costaba respirar. Esto no te Había pasado antes así que pensaste que era algo peligroso y que te ibas a Morir. Como además te encontrabas sola en casa, te asustaste más pensando que Nadie te iba a poder ayudar. Al final llamaste a tu marido y él, a Urgencias. El caso es que después de ese episodio te empezaste a preocupar por si se Repetía, por lo que estabas mucho más atenta a tu corazón. Y después se han Repetido las crisis en la iglesia, en el mercado… O a veces ibas a Urgencias Preocupada por llegar a tener una de esas crisis. Esta preocupación por las Crisis y por tener algo mal te ha llevado a consultar a varios especialistas, En Cardiología, Neumología, Neurología… Afortunadamente no parece que tengas Nada mal, tanto los resultados de las pruebas de los especialistas como las Analíticas que te han hecho son normales. Los síntomas que presentas parecen Carácterísticos de un problema de ansiedad.
Por eso te ha derivado tu médico de Cabecera a esta consulta. La ansiedad es una respuesta normal que tenemos todos Ante un peligro o una preocupación. Es una respuesta adaptativa que nos ha Ayudado a sobrevivir a los peligros reales y que nos viene de muy antiguo. En Realidad basta con que nos digamos «peligro» para que mi organismo se Active para hacerle frente, aunque el peligro no sea real. El corazón bombea Con más fuerza para que la sangre llegue a músculos; los bronquios se dilatan Para oxigenar estos músculos, pero este exceso de oxígeno puede producirnos Mareos; sudamos más para refrigerar los músculos… Hablamos de un problema de Ansiedad cuando esta respuesta aparece con una intensidad o en unas situaciones En las que más que ayudar a hacer frente a un peligro real, nos perjudica. Parece que después de haber estado toda tu vida cuidando de tus hijos, de tu Marido y de la casa, hace unos años, cuando tus hijos han empezado a Independizarse, te has visto sola en casa con tu marido, que tiene sus propios Entretenimientos, y aunque reconoces que él ha sido un padre cariñoso y Trabajador, tú sientes que nunca te ha hecho demasiado caso. Con lo que al irse Tus hijos, te has visto especialmente sola. Quizá en esta nueva situación has Empezado

a preocuparte más por las salidas de tu marido para jugar La partida y tomar unas cervezas. Quizá el haber vivido de pequeña en una Familia en la que tu propio padre siempre estaba ausente, y en la que has Presenciado muchas peleas por su bebida, ha disparado tu preocupación porque tu Marido pudiera acabar igual, bebiendo en exceso y con todo lo que eso puede Llegar a suponer (peleas, maltrato…). Esta preocupación constante ha ido Elevando, día a día, tu ansiedad, también por esa época, si recuerdas, Empezaste a tomar ansiolíticos para los problemas del sueño, hasta que un día, En el que tu marido estaba fuera, aparece esa primera crisis… Como nunca te Había pasado y era muy aparatosa, pensaste en lo peor, que te morías. Y como te Decía antes, la ansiedad es una respuesta al peligro, por lo que al decirte «peligro máximo», la ansiedad subía y subía. Si además te decías «nadie me va a poder ayudar», más peligro, más ansiedad, hasta que Sentías que ya alguien llegaba para ayudarte (tu marido, los médicos o la Visita a Urgencias) y la ansiedad bajaba. A veces también puede bajar por puro Agotamiento, y entonces, al ver que los síntomas disminuyen en intensidad, nos Decimos «menos peligro» y eso baja aún más la ansiedad, hasta que Desaparece… Aunque después de una crisis nos puede quedar la sensación de que Nos ha pasado un camión por encima, por la gran tensión muscular acumulada. Para reducir esta preocupación has acudido a varios especialistas convencida de Que algo malo podías tener. Y al tener esta preocupación constante por que se Pudieran repetir las crisis has procurado no salir de casa o ir siempre Acompañada, como hoy con tu hijo.
Lo cierto es que ir acompañada te hace Sentirte algo más segura en el momento, pero a medio-largo plazo tu Preocupación por las crisis se ha mantenido. Siempre puedes pensar que si no te Ha pasado algo ha sido, no porque no sea un peligro salir sola, sino por la Compañía. Quizá el hecho de que los médicos te hayan dicho que a tu corazón no Le pasa nada o el ver que ya has pasado por muchas crisis, sí que ha reducido Algo tu preocupación por tener algo grave o por morirte, y con eso, al decirte Que no hay tanto peligro como antes pensabas, las crisis son menos intensas Ahora. Afortunadamente, aparte de la salida de tus hijos de casa, que en Realidad es una señal de que les has criado muy bien, y de tu preocupación por Tu marido, que después de todo, nunca se ha comportado contigo como viste a tu Padre comportarse con tu madre, las cosas no parece que te vayan mal, y cuando Tienes ocasión puedes disfrutar de tus nietos, tus hijos y sus parejas. Al Margen de estas crisis, te encuentras bien de ánimo, y no hay otros problemas De salud mental, lo que nos ayudará a trabajar mejor en el manejo de esta Ansiedad. No sé si sientes que este resumen refleja lo que te ha podido Pasar… 

Deja un comentario