21 Ene

1. La renovación teatral en el fin de siglo:
El teatro de Valle Inclán entre el Modernismo y la vanguardia.

Desde finales del S. XIX hasta la Guerra Civil, en el teatro español se constatan dos tendencias:
-Un teatro tradicional o comercial, orientado hacia un público burgués, escasamente crítico y que aporta pocas novedades técnicas. Esta tendencia es la que triunfa en las salas teatrales de la época.
– Un teatro innovador, que pretende ofrecer un nuevo tipo de obras, bien por su carga crítica, bien por sus innovaciones técnicas, o bien por ambas. Esta tendencia, sin embargo, fue en su mayoría un fracaso comercial.
Por una parte, el teatro más comercial que se plasma en tres tipos de obras. La primera es la comedia burguesa con Jacinto Benavente como principal autor, que edulcorará la crítica burguesa para dar lugar a las “comedias de salón», caracterizada por un gran Realismo en los diálogos y en los ambientes. Su obra más importante es Los intereses creados. La segunda de las tendencias corresponde al teatro poético que combina lo neorromántico y lo modernista, asociado a una ideología tradicionalista destacando Francisco Villaespesa (El alcázar de las perlas), Eduardo Marquina (las hijas del Cid) y los hermanos Machado (Juan de Mañara). Por último se dio el teatro cómico, que adquiere diversas formas, con autores como los hermanos Álvarez o Carlos Arniches. Un teatro de menor calidad, pero también de gran éxito de público, es el género llamado “astracán”, cuyo creador fue Pedro Muñoz Seca, cuya obra más importante es Venganza de don Mendo. Otro autor importante de este teatro cómico es Jardiel Poncela. Frente a este teatro comercial, la escena española experimentara una serie de intentos de renovación que se intensificarán a partir de los años veinte; es por ejemplo el teatro que se puede darse en los autores noventayochistas, como Unamuno (Fedra), Azorín ( Lo invisible); además de en la generación del 14 con autores como Jacinto Grau, autor de un teatro denso y culto, con su obra más importante EI señor Pigmalión. Destaca en esta generación Gómez de la Serna y Federico García Lorca, además hay que señalar la importancia de autores como Alejandro Casona, autor de La sirena varada y Maz Aub. Pero sin duda, la figura más influyente de esta generación es la de Valle-Inclán, quien durante estos años crea el esperpento.

2. Exponga de modo sintético la teoría del esperpento de Valle-Inclán


Valle Inclán fue uno de los más importantes representantes dentro del teatro de esta época, aunque cultivó todos los géneros. Durante la etapa modernista, escribíó las Sonatas, tras ellas y siguiendo una línea de «esperpentización» se dieron origen a las Comedias Bárbaras evolución que se acentuó con La guerra Carlista donde aparece un lenguaje desgarrado. Ya en la época del esperpento Valle atribuyó esta nueva técnica por primera vez a su obra Luces de bohemia en la que es definido el esperpento por uno de los protagonistas ante la imposibilidad de tragedia. Ésta fue seguida por obras como Martes de carnaval. En el esperpento Valle decide interpretar la realidad desde arriba. Fueron las acotaciones de este autor las que determinaron que obras como Comedias Bárbaras o los esperpentos eran verdaderamente teatro. Éstas tenían un valor literario refiriéndose a cuestiones extra dramáticas. Crean además un clima y dotan a los personajes de vida y la realidad evocada cobra corporeidad plástica. Valle desafió las convenciones del teatro de su época y fue un verdadero vanguardista que se anticipó a las nuevas tendencias del teatro mundial. El esperpento es una fórmula estética creada por Valle-Inclán que consiste en ofrecer una visión grotesca de la realidad española con intención crítica. La denominación de «esperpento» es obra de Valle-Inclán, que la usó para denominar determinadas obras (no sólo teatrales, sino también narrativas) escritas desde 1920. Este tipo de obras son lo más famoso de su producción teatral. Se caracterizan por los siguientes rasgos.
– La obra teatral se concibe como un espectáculo visual y auditivo a la vez
– La diversidad escénica. .
– Sólo una visión panorámica, de conjunto, unifica y da sentido, finalmente, esa variedad de segmentos escénicos dentro de una misma obra.
– La figura humana de los personajes está vista desde una perspectiva plástica y grotesca.
– Tendencia muy marcada a la desmitificación de todo aquello que se presenta sobre escena.
– Relación con el cine: uso de la técnica del primer plano.
.- La acción dramática y los protagonistas suelen tener un trasfondo trágico.
.- Hay un compromiso crítico muy marcado por parte del autor hacia la realidad. De él surge la visión que tiene Valle-Inclán de España como una deformación grotesca de Occidente. A partir de ahí, lo que es visto como deforme (España) queda de nuevo deformada sobre la escena: el Realismo como principio estético queda de tal modo
totalmente superado. Por último se proyecta una visión grotesca de la realidad española. En definitiva, el «esperpento» no es sólo una forma literaria creada y desarrollada por Valle-Inclán. Se trata, más bien, de una verdadera cosmovisión o visión del mundo y la realidad.

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