20 Nov

A partir del siglo X la hegemonía musulmana comenzó a ser cuestionada por los reinos cristianos. Las coronas de Castilla y Aragón lideraron el proceso. El objetivo de la expansión era expulsar a los musulmanes y adentrarse en el Mediterráneo Occidental y en el norte de África. Ambas coronas intentaron, de distinta manera, consolidar el poder real frente al de la nobleza,
cuyo poder iba aumentando. En cuanto al mapa político del Siglo XIII, en la zona occidental se encontraban tres núcleos políticos: Portugal, tiene otra historia, Castilla y León, que se unieron y desunieron durante los siglos XI y XII. Y la zona oriental, donde se encontraba la Corona de Aragón, formada por Aragón, Valencia, Cataluña y Baleares. En el Siglo XIII, la Reconquista casi había terminado. Durante el Siglo XIV el avance se ralentizó y se centraron en conquistar el estrecho de Gibraltar.

DESARROLLO


1. Estructura política de Castilla


Su organización territorial era muy compleja, la Corona de Castilla estaba formada por el reino de Granada, el señorío de Vizcaya, los territorios de Álava y Guipúzcoa y los territorios conquistados
a los musulmanes. Durante el reinado de Fernando III, se produjo la unificación definitiva de Castilla y Aragón, lo cual permitíó la conquista de Extremadura, Murcia y el valle del Guadalquivir.
Alfonso X “El Sabio” fue el gran impulsor de la transición del feudalismo al Estado moderno en el que el poder del clero y la nobleza se sometía a poder real. El final del reinado se vio complicado
por una cuestión sucesora que hizo que la nobleza se opusiera al refortalecimiento de la autoridad real. En cuanto a la política, hubieron varias crisis durante los siglos XIV y XV. Castilla fracasó en su intento de anexión con Portugal en la batalla de Aljubarrota (1385). Hubo una Guerra Civil entre Pedro I y Enrique de Trastámara a finales del Siglo XIV, que hizo que la dinastía Trastámara
subiera al trono, esta intentó reforzar el poder, lo cual causó enfrentamientos con la nobleza. En el Siglo XV, Juan II y Enrique IV tuvieron conflictos tras los que la nobleza reforzó su poder. Su
política exterior se centró en la conquista de las costas africanas y las Canarias, competía con Portugal por las líneas de expansión.
Para ayudar al rey en su gobierno se crearon un conjunto de instituciones: El Consejo Real que asesoraba al rey en su gobierno; la Audiencia Real, que impartía justicia; la Hacienda, que administraba los impuestos; las Cortes, que se crearon en 1188, estaban formadas por la nobleza, el clero y los representantes de las ciudades, eran subordinadas al rey y aprobaban sus propuestas, también podían hacerle peticiones, tuvieron su auge en el Siglo XIV pero perdieron poder en el Siglo XV, el rey solo las convocaba para tomar juramento al heredero y aprobar los impuestos, la nobleza y el clero dejaron de acudir; habían concejos, eran ayuntamientos formados por regidores y representantes del rey que se encargaban de la administración local; y corregidores, se crearon en el Siglo XIV y representaba al rey en las ciudades y tenían funciones judiciales y militares. Para fortalecer el poder real, se crearon el Fuero Real y las Siete Partidas, eran textos jurídicos que se basaban en el derecho romano que defendía la supremacía absoluta real, lo cual causó enfrentamientos con la nobleza. También se intentó crear un ejército de mercernarios y una burguésía formada por expertos y letrados.

2. Estructura política de Aragón


Respecto a su expansión exterior, Jaime I conquistó Valencia, como no podía seguir hacie el sur debido a pactos con Castilla, se adentró en el Mediterráneo. Conquistó Baleares, Sicilia y
Cerdeña (1824). Intervino en la creación del Ducado de Atenas y Neopatria donde se quedó hasta 1390. Esta política de expansión chocó con los intereses de Francia y el Papa, comenzó así una
lucha con Francia por los territorios italianos.Como último impulso imperialista, Alfonso V “El Magnánimo” anexiónó Nápoles a la Corona en 1443. Se caracteriza por los enfrentamientos entre la monarquía, que quería aumentar su poder, y la nobleza, que quería mantener sus privilegios. Debido al alto coste económico de las expediciones por el Mediterráneo, la monarquía se vio
obligada a pedir ayuda al clero y la nobleza, convirtiéndose así en una monarquía pactista. Tuvo que aceptar la creación de la Generalitat Catalana. Hubo una gran crisis tras la muerte de Martín “El Humano” (1410) que se soluciónó con el compromiso de Calpe (1412) en el cual se le daba la corona a Fernando Antequera de Trastámara, quien intentó reforzar la autoridad real, lo cual ocasiónó enfrentamientos entre la monarquía y el clero. La guerra entre Juan II y la nobleza y el clero y el conflicto de los repensá del campo y el de la Busca y la Biga dejó el principado destrozado. En cuanto a las instituciones, cada reino manténía las suyas propias. La monarquía, por lo que debía pactar con la nobleza, el clero y las ciudades para tomar decisiones. Había un Consejo Real que asesoraba al gobierno; una Audiencia Real que impartía justicia y limitaba el poder del rey y una Hacienda Real que administraba los impuestos y estaba controlada por las generalidades y diputaciones. Las Cortes se crearon en el Siglo XIV en Cataluña, Aragón y Valencia. Eran asambleas estatales formadas por representantes de los privilegiados y patriciados urbanos, eran temporales y se convocaban cuando era necesario. Aprobaban impuestos y propuestas del rey y podían hacerle peticiones. Estaban controladas por la nobleza y el clero, quienes limitaban y controlaban el poder real y velaban por sus intereses. Más tarde se convertirán en la Generalitat Catalana, la Generalitat de Valencia y la Diputación de Aragón. Existían las figuras de lugarteniente, que representaba al rey en las ciudades, y Juez de Aragón, que era un juez noble que velaba por los intereses de la nobleza. Había municipios que eran órganos de poder, tenían dos modelos: el Aragónés, presidido por un alcalde nombrado por el rey, y el catalán, eran miembros del consell formado por la Busca y la Biga.

CONCLUSIÓN


Al final de la Baja Edad Media, Castilla y Aragón se sumieron en tensiones debido a los enfrentamientos entre la monarquía y la nobleza y las ciudades. Castilla, pese al re fortalecimiento del poder real y la administración, no puedo evitar las sublevaciones y enfrentamientos con la nobleza. En su política exterior se centro en conquistar el reino nazarí de Granada y las rutas marítimas del Atlántico. Aragón, intentó reforzar el poder real lo cual causó problemas con la oligarquía urbana y la nobleza barcelonesa. Estos conflictos no se van a superar hasta la llegada de los Reyes Católicos, que unificarán el territorio y establecerán una monarquía autoritaria.

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