Escultura Románica

Características Generales

La escultura románica es una manifestación artística fundamentalmente **supeditada a la arquitectura**. Predominan los **bajo o medio relieves** tallados en piedra, originalmente **policromados** con vivos colores, y destinados a la decoración de templos y conjuntos monacales. Esta escultura decora capiteles y pilares, y se acumula en el exterior (fenómeno conocido como **horror vacui**), cubriendo arquivoltas, tímpanos, jambas y columnas de las portadas (conocidas como **estatuas-columnas**). La **escultura exenta o de bulto redondo** se limita a tallas en madera policromada de Cristos y Vírgenes convertidas en **Sedes Christi** (trono de Cristo).

Estilo y Evolución

• Pierde el naturalismo de la época clásica. Son características de esta escultura el **antinaturalismo**, la **desproporción**, el **hieratismo**, el **frontalismo** y las escenas sin relación clara entre los personajes. Existe una despreocupación por representar los rostros (ojos almendrados y grandes); los músculos y los movimientos se ocultan bajo los ropajes.
• A finales del **siglo XII** se va recuperando el naturalismo. La escultura «empieza a moverse». El hieratismo desaparece y los personajes adoptan posturas más cómodas en la piedra, sonríen y muestran gentiles gestos, cuidados vestidos y peinados cabellos, como ocurre en el **Pórtico de la Gloria** de la Catedral de Santiago de Compostela.
• Composiciones sencillas que responden a la «**ley del marco**» cuando son relieves. En las portadas o pórticos, que son abocinados por estar formados con arcos concéntricos, las figuras se disponen en forma radial o se adaptan a la forma circular del tímpano, obligando a los personajes a adoptar diferentes alturas o a inclinar y agachar sus cuerpos para no salirse del trazado semicircular del marco. Por ello, en la escultura románica de portadas, cabeceras y fachadas encontramos personajes o animales achaparrados o de altura excesiva, a menudo realizando escorzos imposibles y con perspectivas absurdas. Se observa en las composiciones la **perspectiva jerárquica**, la **isocefalia**, ojos almendrados grandes, **horror vacui**, etc.

Iconografía y Temática

La iconografía es esencialmente religiosa, con un fin **didáctico y pedagógico**, pues son mensajes sagrados: «**La Biblia en piedra**», con el objetivo de atraer e instruir a los fieles. Las representaciones pueden ser simbólicas o simplemente descriptivas de episodios bíblicos. Se repiten los temas: el pecado, la necesidad del arrepentimiento y la condenación eterna. Destacan las siguientes temáticas según su localización:

a) Tímpanos

Al comienzo del Románico prevalecen las escenas del **Antiguo Testamento**, pero rápidamente adquieren especial fuerza las historias del **Nuevo Testamento**. Destacan escenas del **Juicio Final** con **Cristo en Majestad** bajando desde los Cielos, distribuyendo a benditos y condenados a derecha e izquierda respectivamente; y el **Pantocrátor**: Dios Todopoderoso, enmarcado en una **mandorla** (forma almendrada) y rodeado por los cuatro evangelistas en forma de **Tetramorfos** (símbolo de los 4 evangelistas según la visión de Ezequiel: león – San Marcos, águila – San Juan, toro – San Lucas y ángel – San Mateo).

Posteriormente, es frecuente que aparezca la **Virgen en Majestad con el Niño** sentado en sus rodillas bendiciendo. También son frecuentes escenas del ciclo de la Natividad (la Anunciación, el Nacimiento, la Epifanía…). En la parte inferior del tímpano se representan las figuras de los 24 Ancianos del Apocalipsis tocando instrumentos musicales.

b) Capiteles

Los capiteles presentan escenas del Evangelio o alegorías de animales fantásticos. Esta iconografía aparece también en canecillos y tímpanos. El Románico sacraliza esta estética pagana de origen grecorromano, bizantino y persa, convirtiendo a los animales, tanto reales como imaginarios, en portadores de virtudes o perversiones, por lo que es utilizada con un sentido de enseñanza y advertencia. Estas alegorías componen el **bestiario fantástico**, que ejercía un gran efecto intimidatorio en el hombre medieval, que conocía perfectamente la simbología.

c) Iconografía Profana y Escultura Exenta

• La **iconografía profana** arraiga en las iglesias rurales alejadas de las principales rutas de peregrinación e incorpora motivos de tipo costumbrista o anecdótico. En estas iglesias, los canecillos se adornan con esculturas que representan las costumbres de la época (cacerías, fiestas, banquetes, lances guerreros…) o la vida social.
• La **escultura exenta o de bulto redondo** se caracteriza por su hieratismo, la esquematización de rasgos, con especial resalte de los ojos, la desproporción de las figuras, la policromía y la falta de relación entre los personajes. Los Cristos crucificados tienen los ojos abiertos, cabeza recta, brazos tensos, sin reflejo de sufrimiento en el rostro, sin sangre ni heridas. Se representa como **Cristo vivo que triunfa sobre la muerte**. Ejemplo: el **Cristo Batlló**. Las vírgenes más comunes son las representadas como **trono de Dios** (María con el Niño en el regazo) y responden a características similares a toda la escultura románica: hieratismo, rigidez, simetría, simplificación de los volúmenes y falta de comunicación madre-hijo. A Jesús se le presenta como Dios mayestático, no como niño. Destaca la **Virgen con Niño del Museo de Pamplona**.

La Escultura Románica en Europa

Francia

Durante el **siglo XII** surgen en Francia diversas escuelas regionales con características peculiares. Entre las mejores muestras podemos señalar:

• El tímpano de la iglesia de la **Madeleine de Vézelay**, en el que se representa el tema de **Pentecostés**, donde se introduce un cierto movimiento en las figuras.
• La portada de **San Pedro de Moissac**, en la que se representa a Cristo en Majestad rodeado por el Tetramorfos y los 24 ancianos en posturas poco naturales.

España

En el **siglo XI**, la escultura románica es decorativa y simple, como el **Crismón de Jaca** o las portadas de **San Isidoro de León** (Puerta del Perdón y del Cordero). En el **siglo XII**, alcanza su máximo esplendor con mayor naturalismo, como en el **Pórtico de la Gloria** de la Catedral de Santiago de Compostela, obra del **Maestro Mateo**, donde destacan los rostros expresivos y escenas detalladas de Cristo, ángeles, evangelistas y ancianos. También destaca la **Puerta de Platerías**, con relieves planos sobre la vida de Cristo. Esta evolución refleja el avance hacia un mayor realismo y narración escultórica.

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