22 Jun
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- En Lengua y literatura
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El público y la organización en los corrales de comedias
En los corrales de comedias, el público se distribuía según su clase social. Los nobles y las autoridades ocupaban los aposentos, espacios cerrados desde los que podían ver bien la representación y donde podían estar juntos hombres y mujeres. En los desvanes se situaban los religiosos y las personas cultas, que solían hacer tertulia comentando la obra. También podían ocupar localidades de asiento en los corredores las autoridades municipales y eclesiásticas, los nobles y las personas adineradas.
El pueblo llano se distribuía por sexos. Las mujeres accedían por una entrada distinta y veían la obra desde la cazuela. Los hombres se colocaban en el patio. En las gradas, sillas y bancos estaban los de mayor poder económico, y detrás de ellos se encontraba la zona destinada a los mosqueteros, hombres que asistían de pie y cuyas reacciones eran determinantes para el éxito o fracaso de la obra.
Estas representaciones eran el principal espectáculo disponible para todos los ciudadanos. Parte del dinero obtenido por la venta de entradas se destinaba al mantenimiento de hospitales a través de cofradías. Los corrales más conocidos fueron los de Almagro, Alcalá de Henares, Madrid, Oviedo y Sevilla.
Características generales de las representaciones teatrales
Las obras eran representadas por compañías teatrales dirigidas por un autor, que también actuaba como empresario. Se aprovechaba la luz del día, empezando por la tarde y acabando antes del anochecer. Al principio los decorados eran sencillos, aunque se fueron haciendo más elaborados con el tiempo.
Las representaciones eran largas y giraban en torno a una comedia en tres actos o jornadas. Aunque no siempre eran cómicas, todas recibían ese nombre. A la comedia se añadían otras piezas breves.
Estructura típica de la representación
- Primer acto: Loa, que presenta la obra y alaba al público.
- Segundo acto: Entremés, pieza breve y cómica con personajes cotidianos.
- Entre actos podía haber bailes y, a veces, una jácara, romance cantado por personajes marginales.
Críticas y defensas del teatro
Críticas al teatro
El teatro fue criticado por moralistas y pensadores que rechazaban la actuación de mujeres y acusaban a las compañías de llevar una vida inmoral. También se pensaba que estas obras relajaban las costumbres del pueblo. A pesar de ello, tuvo gran continuidad, con cierres puntuales por parte de las autoridades.
Defensa del teatro
Sus defensores argumentaban que el teatro generaba beneficios económicos para compañías, autores y hospitales, y que servía como forma de entretenimiento y orientación moral.
Renovación teatral del Barroco: Lope de Vega y la Comedia Nueva
La renovación teatral del Barroco vino de la mano de Lope de Vega, quien propuso una nueva fórmula dramática en su obra Arte nuevo de hacer comedias. Esta fórmula, conocida como Comedia Nueva, se impuso en el teatro hasta el siglo XVIII.
Principales características de la Comedia Nueva
- Se busca entretener al público, aunque también se transmiten valores políticos, religiosos y morales como la supremacía de la monarquía, la fe católica y la defensa del honor.
- Se rompen las unidades clásicas de acción, tiempo y espacio. Aunque se suele mantener una acción principal, también hay tramas secundarias. La acción puede desarrollarse en varios lugares y a lo largo de varios días, lo que se considera más natural.
- Se mezclan elementos trágicos y cómicos, permitiendo que personajes humildes protagonicen dramas. Lope defendía que esta variedad hacía las obras más atractivas.
- Se estructura en tres actos: planteamiento, nudo y desenlace. Según Lope, el final de la historia no debía ser evidente hasta la mitad del tercer acto.
- La obra está escrita en verso, con diferentes tipos de versos según la clase social del personaje y la situación. Esta adecuación se llama decoro poético.
Producción teatral de Lope de Vega
Obras de tono ligero
Comedias de capa y espada, centradas en el amor, con elementos como celos, engaños, reconciliaciones, malentendidos y cartas. Ejemplos: La dama boba y El perro del hortelano.
Obras de tono serio
Dramas de honor campesino, protagonizados por campesinos ricos y cristianos viejos que defienden su honor frente a nobles abusivos. Ejemplos: Fuenteovejuna, Peribáñez y el comendador de Ocaña, El villano en su rincón. También escribió tragedias como El caballero de Olmedo.
Producción teatral de Calderón de la Barca
Autos sacramentales
Obras alegóricas con elementos visuales complejos. Difunden la fe católica. Destacan El gran teatro del mundo y A Dios por razón de estado. En El gran teatro del mundo se representa la vida como una obra teatral en la que Dios asigna papeles sociales a los hombres y los juzga al final de su vida.
Dramas de honor
El protagonista debe vengar la supuesta deshonra de su mujer, aunque su razón y sentimientos se opongan. Ejemplos: El mayor monstruo, los celos, El médico de su honra y El pintor de su deshonra.
Tragedias filosóficas y religiosas
Se explora el conflicto entre el destino y el libre albedrío. El protagonista debe dominar sus pasiones y aceptar que la realidad puede ser un engaño. Ejemplos: El mágico prodigioso, La hija del aire, La vida es sueño.
Comedias de enredo
Basadas en malentendidos y enredos amorosos, con final feliz. Usan recursos como celos, disfraces y engaños. Ejemplos: La dama duende, Casa con dos puertas, mala es de guardar.
Producción teatral de Tirso de Molina
Dramas bíblicos
Adaptan historias del Antiguo y Nuevo Testamento. Ejemplos: La mejor espigadera, La venganza de Tamar.
Dramas históricos
Presentan figuras heroicas de la historia. Ejemplo: La prudencia en la mujer, sobre doña María de Molina.
Comedias de costumbres e intriga
Analizan con ironía las relaciones sociales y los intereses que las mueven. Ejemplos: Don Gil de las calzas verdes, El vergonzoso en palacio.
Tragedias sobre libertad y predestinación
Se centran en el conflicto entre la voluntad humana y el destino. Las más conocidas son El condenado por desconfiado y El burlador de Sevilla, origen del mito de Don Juan.
Etiquetas: Barroco, Literatura española, Lope de Vega, teatro siglo de oro
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