03 May
Fascismo Italiano: Italia en la Posguerra
Contexto y Consecuencias de la Gran Guerra
La Primera Guerra Mundial dejó profundas secuelas humanas y económicas en Italia:
- Murieron unos 700.000 hombres.
- Muchas industrias quedaron inutilizadas.
- Existía una elevada deuda exterior.
Los acuerdos de paz supusieron una gran decepción por el reparto de los territorios (la llamada «victoria mutilada») y se extendió la idea de que la participación italiana en la Gran Guerra había sido un engaño. Hubo una gran inestabilidad política entre 1919 y 1922, con cinco gobiernos distintos. Había una fuerte tensión social; en el norte de Italia se sucedieron movimientos de huelga que, en algunas ocasiones, llegaron a tener carácter revolucionario.
Ascenso del Fascismo
Aparece la figura de Benito Mussolini, quien en 1919 creó los Fasci di Combattimento, conocidos como los «Camisas Negras»: grandes grupos paramilitares que pretendían frenar el auge del movimiento obrero atacando violentamente a los sindicatos y a sus líderes. En 1921, estos grupos se transformaron en el Partido Nacional Fascista (PNF).
- Se presentaba como el recurso necesario para detener los movimientos revolucionarios en Italia.
- Su programa se basaba en la construcción de un Estado fuerte que garantizase la propiedad privada y una política exterior expansionista.
En las elecciones de 1922, el Partido Fascista consiguió apenas 22 diputados de 500. Sin embargo, Mussolini aplastó una huelga general convocada por socialistas y anarquistas (no nacionalistas) utilizando la fuerza de unos 30.000 Camisas Negras y exigió al rey Víctor Manuel III la entrega del gobierno. Para ello, organizó la famosa «Marcha sobre Roma» en octubre de 1922. El monarca, presionado por las fuerzas conservadoras y temeroso de una guerra civil, le nombró jefe del gobierno.
La Dictadura Fascista
Entre 1922 y 1925, Mussolini consolidó su poder:
- Hubo una progresiva restricción de las libertades.
- Se intensificó la persecución de los adversarios políticos (socialistas, comunistas, democristianos y liberales).
- Se mantuvo, inicialmente, un régimen parlamentario de ficción.
En las elecciones de 1924, marcadas por la violencia y el fraude, la coalición liderada por Mussolini obtuvo una amplia mayoría, lo que le permitió instaurar definitivamente un régimen autoritario. Mussolini se atribuyó plenos poderes y se hizo llamar «Duce» (líder).
Características del Régimen:
- Los partidos políticos fueron prohibidos (excepto el PNF) y sus líderes perseguidos, encarcelados o exiliados.
- El Parlamento fue sustituido por la Cámara de los Fasci y de las Corporaciones.
- Las huelgas fueron prohibidas.
- Los sindicatos libres fueron sustituidos por un sistema de corporaciones por oficios, controladas por el Estado.
El Estado ejercía un fuerte control a través del partido único y dominaba todos los aspectos de la vida social, los medios de comunicación y la economía. Apoyaba a las empresas privadas con pedidos militares y fuertes subvenciones.
El Nazismo en Alemania
La República de Weimar
En 1918, tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, el Káiser Guillermo II abdicó y se proclamó la República de Weimar. Se estableció una Constitución democrática, y los primeros gobiernos estuvieron dirigidos por coaliciones de socialdemócratas, centristas (democristianos) y liberales. Alemania tuvo que aceptar la derrota militar y las duras condiciones del Tratado de Versalles, donde se le acusaba de provocar la guerra, se le arrebataban territorios, se reducía drásticamente su ejército y se le imponían enormes reparaciones económicas. Esto generó un profundo resentimiento.
Fueron años de grave crisis económica, hiperinflación, miseria y paro. En sus primeros años, la República se vio amenazada tanto por movimientos revolucionarios de izquierda (como el levantamiento espartaquista) como por varios intentos de golpe de Estado de la extrema derecha.
Hitler y el Partido Nazi
Adolf Hitler, un exsoldado de la Primera Guerra Mundial que no había aceptado la derrota alemana, se unió y pronto lideró el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP o Partido Nazi), fundado en 1920 (no 1929). Adoptaron como emblema la bandera roja con la cruz gamada (esvástica) y se dotaron de una organización paramilitar, las SA (Sturmabteilung o Secciones de Asalto).
Ideología Nazi:
Expuesta en su libro Mein Kampf (Mi Lucha), se basaba en:
- Desprecio por la democracia parlamentaria y el liberalismo.
- Odio visceral al comunismo y al bolchevismo.
- Antisemitismo radical, culpando a los judíos de los males de Alemania.
- Defensa de la superioridad de la raza aria.
- Necesidad de forjar un gran imperio (Reich) que uniese a todos los pueblos de habla alemana (pangermanismo) y conquistase un «espacio vital» (Lebensraum) en el Este de Europa.
El Nazismo al Poder
Entre 1924 y 1929, Alemania experimentó una relativa mejora de las condiciones económicas y una mayor estabilidad social (los «dorados años veinte»). Sin embargo, las consecuencias de la Crisis de 1929 (el Crack de Wall Street) resultaron devastadoras para Alemania, cuya economía dependía fuertemente de los préstamos estadounidenses. En 1932 había más de 6 millones de parados.
Este profundo malestar social inclinó a una buena parte de la población hacia las propuestas de partidos extremistas:
- Parte de los intelectuales y obreros se sintieron atraídos por el Partido Comunista.
- Burgueses arruinados, campesinos endeudados, excombatientes y obreros desesperados se volcaron hacia las promesas del Partido Nazi.
El Partido Nazi contó con el apoyo creciente de importantes personalidades de la industria y de las finanzas, y dispuso de fuertes ayudas económicas. En las elecciones de julio de 1932, los nazis se convirtieron en el partido más votado, consiguiendo 13,7 millones de votos (37% del total). El 30 de enero de 1933, el presidente Paul von Hindenburg nombró a Hitler canciller.
Poco después, los nazis provocaron (o utilizaron) el incendio del Reichstag (Parlamento alemán) y acusaron falsamente a los comunistas. Hitler utilizó este pretexto para eliminar a sus adversarios políticos y exigir plenos poderes al Parlamento mediante la Ley Habilitante. Tras la muerte de Hindenburg en agosto de 1934, Hitler acumuló los cargos de Canciller y Presidente, proclamándose Führer (líder) y Canciller del Tercer Reich alemán.
La Dictadura Nazi
A partir de 1933-1934, los nazis transformaron rápidamente Alemania en una dictadura totalitaria.
Pasos para la Consolidación del Poder:
- Disolvieron todos los partidos políticos y sindicatos (excepto el NSDAP).
- Se clausuró el Parlamento (Reichstag), que solo se reunía para aclamar a Hitler.
- Se suprimieron las elecciones libres y las libertades individuales (expresión, reunión, prensa).
- Se inició una brutal persecución de los opositores (comunistas, socialdemócratas, liberales, conservadores no afines, etc.).
El Partido Nazi monopolizó todo el poder. Los trabajadores fueron obligados a afiliarse al Frente Alemán del Trabajo, el único sindicato permitido y controlado por el partido. La administración pública fue depurada mediante una ley que autorizaba el despido por razones políticas o raciales. La judicatura quedó completamente sometida a la voluntad del partido. Los poderes de los diferentes estados federados (Länder) fueron suprimidos y transferidos al Reich, centralizando el poder.
Arte y Cultura Bajo el Nazismo:
El arte y la cultura debían seguir las estrictas consignas nazis. Muchos artistas e intelectuales fueron perseguidos y tuvieron que huir de Alemania. Se censuró la producción literaria y artística, se crearon listas de autores y obras prohibidas, y se realizaron actos públicos de quema de libros que se consideraban «perniciosos» o «degenerados».
El Papel de la Mujer:
La ideología nazi asignaba a la mujer un papel social estrictamente marginal y subordinado al hombre, centrado en el hogar. Se promovía el ideal de las «tres K»: Kinder, Kirche, Küche (Niños, Iglesia, Cocina).
Un Régimen de Terror
El Estado alemán se convirtió en un Estado policial que impuso su régimen por medio del terror sistemático. Se crearon y potenciaron dos cuerpos policiales represivos principales:
- Las SS (Schutzstaffel): inicialmente guardia personal de Hitler, se convirtieron en una poderosa organización paramilitar y policial, responsable de los campos de concentración y el exterminio.
- La Gestapo: la Policía Secreta del Estado, encargada de la vigilancia y represión de cualquier forma de disidencia.
Estos cuerpos se encargaron de perseguir brutalmente a la oposición y de imponer el orden nazi. El mantenimiento de la supuesta «pureza racial» comportó la persecución sistemática y creciente de los judíos:
- Boicot a sus negocios.
- Las Leyes de Núremberg (1935) les privaron de la ciudadanía alemana y prohibieron los matrimonios mixtos.
- Se les obligó a llevar un distintivo (la estrella de David amarilla).
- Se les excluyó progresivamente de la vida social y económica (culminando en la «Noche de los Cristales Rotos» en 1938).
Desde 1933 se crearon los primeros campos de concentración para recluir a los «enemigos del Reich» (opositores políticos, y más tarde, judíos, gitanos, homosexuales, etc.). Durante la Segunda Guerra Mundial, los judíos y otros grupos fueron internados masivamente en estos campos y en campos de exterminio específicos, donde realizaban trabajos forzados hasta la muerte o eran directamente exterminados en las cámaras de gas (Holocausto).
Autarquía Económica y Rearme
Hitler propuso un plan de relanzamiento económico para que Alemania llegase a ser una potencia económica mundial autosuficiente y preparada para una gran guerra, que se consideraba inevitable, especialmente contra Francia y Gran Bretaña, y para la conquista del «espacio vital».
La política económica nazi sirvió fundamentalmente a los proyectos militaristas y expansionistas de Hitler. Se buscaba dirigir a Alemania hacia la autarquía económica, es decir, convertirla en un Estado autosuficiente que no dependiera del exterior, especialmente en materias primas y alimentos.
Programa Económico y Militar:
- Se dio prioridad a la industria pesada (siderurgia, química) y a la construcción de grandes obras públicas (autopistas, infraestructuras) para reducir el paro y preparar la economía para la guerra.
- Se inició una intensa política militarista y de rearme, violando las cláusulas del Tratado de Versalles:
- Reforzó el ejército (Wehrmacht).
- Creó una nueva y poderosa aviación moderna, la Luftwaffe.
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