12 Jun

TEMA 13: LA PINTURA BARROCA.
•Carácterísticas de la pintura Barroca.
La pintura se prestó magníficamente a las intenciones barrocas.
1. Persuasión y teatralidad escenográfica.
2. Naturalismo que trataba de representar las figuras lo más cercanas posible a la realidad.
3. Luz utilizada para definir los volúMenes.
4. Exaltación del poder religioso, se pretendía mostrar al fiel las verdades de la fe, atendiendo en las naciones católicas.
5. La exaltación del poder monárquico.
Géneros más importantes:
– El retrato de los monarcas y la familia real.
– La pintura de historia, que presenta grandes hechos llevados a cabo por la corona, destacando el poder de su ejército y del propio Estado.
– La pintura mitológica, que alaba a la monarquía a través de curiosas simbologías.
Pintura profana, género costumbrista.
Técnica pictórica del Barroco.

La representación de la luz fue especialmente importante en la pintura barroca para realzar el Realismo y aparentar profundidad.
– Planos de luz y sombra fuertemente contrastados, creando efectos de claroscuro, y las figuras quedaban precisadas en sus volúMenes con un fuerte foco de luz. Esta pintura se conoce como tenebrismo.
– Perspectivas aéreas. La luz se hizo vaporosa, permitiendo situar las figuras en una aparente profundidad en la superficie plana del lienzo.

– Color influido por la pintura veneciana: los colores cálidos se relacionan con la fogosidad y el apasionamiento barrocos.
– Pincelada suelta que generaba unas formas de contornos poco definidos, de modo que, situado el espectador un poco alejado del lienzo, ve las figuras fundidas en el ambiente.
– En la composición de las escenas es muy frecuente la disposición de una línea diagonal, pues con ella se consigue transmitir una sensación de inestabilidad que propicia la idea de movimiento.
•Caravaggio: el tenebrismo.
Michelangelo Merisi apodado Caravaggio logra un estilo realista definido como Naturalismo. Utilizó el claroscuro, contrastes fuertes de luz y sombra para definir las figuras y los ambientes. Su estilo también se denomina tenebrismo.
Ese Realismo le llevó a representar a los personajes sin ninguna idealización. Los personajes son tan humanos que ponen la santidad al alcance de cualquiera. Este Naturalismo recibíó críticas por la apariencia a veces demasiado vulgar de los personajes.
Su producción se dividíó en varias etapas:
– Se formó en Milán pero se trasladó a Roma. En este período, llegó a la plena madurez artística. Entre sus obras destaca el cesto de frutas, donde este objeto se convierte en el protagonista del cuadro. También son de esta primera etapa una serie de lienzos en los que representa a muchachos jóvenes de aspecto casi femenino (Baco joven).
– Caravaggio súperó el manierismo. La cena de Emaús. La vocación de San Mateo. Crucifixión de San Pedro. En otro lienzo vinculado a la Crucifixión, la Conversión de San Pablo.
– Mató a un hombre en el curso de una pelea a espada, lo que le llevó a huir de Roma. Fallecíó a causa de las privaciones y de la malaria. En esta última etapa acrecentó el sentido de Realismo dramático y los contrastes de luz, como son muestra la Degollación del Bautista o David con la cabeza de Goliat.
•Peter Paúl Rubens.
Nacíó en Westfalia en 1557, donde su familia estaba desterrada, aunque siendo aún niño regresó a Amberes, lugar donde se formó como pintor en un ambiente influido por un manierismo italizante.
Viajó a Italia donde durante años estudió la obra de Miguel Ángel, Rafael, la pintura veneciana y los artistas del momento, como Caravaggio y los Carracci.
Al regresar a Flandes, entró a formar parte de la corte como pintor pero también como diplomático, hecho que le llevó a viajar a España, Francia e Inglaterra, donde además difundíó su arte al pintar lienzos para esas cortes.
Carácterísticas de su pintura: 

– Colorido vivo de raíz veneciana, especialmente procedente de Tiziano. 

– El movimiento y la vitalidad en sus cuadros vienen determinados por la utilización de una línea diagonal en las composiciones.
– Ampulosidad de las figuras donde las masculinas son musculosas y de piel morena mientras que las femeninas son gruesas y sensuales de piel muy clara y cabello rubio, como un reflejo realista de la mujer flamenca.
– Pincelada suelta carácterística del Barroco.
En la pintura religiosa siguió los ideales de la Contrarreforma en cuanto a la temática, pero con una grandiosidad y opulencia más propias de las cortes barrocas que de los principios emanados del Concilio de Trento, que prodigaba la austeridad. Destacan la Adoración de los Magos y el Descendimiento. Dentro de la pintura de tipo religioso las composiciones muestran carros triunfales a modo de exuberante procesión.
En la pintura mitológica, sensualidad barroca y flamenca. Paisajes fríos, de aspecto manierista donde las diosas de la mitología grecorromana son encarnadas por mujeres de formas gruesas, absolutamente ajenas a la idealización, sirviendo en muchas ocasiones de modelo su segunda esposa, Helena Fourment. Destacan Las tres Gracias, El Juicio de París, pintados para Felipe IV durante la visita del maestro a Madrid. 
Duque de Lerma, Helena Fourment.
El Juicio de París: París ha de elegir a la más bella entre las diosas Atenea, Hera y Afrodita. Mercurio ofrece con su mano la manzana de la discordia. La elección de Afrodita representa el triunfo de las pasiones sobre la sabiduría de Atenea y la riqueza de Hera.
La pintura holandesa.
Holanda, de religión luterana, donde la suciedad burguesa tenía relevancia social y política.
Principales temas:
– Los religiosos. Escenas religiosas dirigidas a las viviendas, con la finalidad de facilitar la meditación.
– Las escenas mitológicas. Intención moralizante.
– La vida de la burguésía. Se representan imágenes de las actividades diarias en el interior de las viviendas.
– El retrato. Austero. Retrato colectivo, en el que miembros de alguna corporación se representaron conjuntamente.
•Rembrandt.
Rembrandt se formó en Holanda y recibíó influencias del arte italiano.
Desarrolló un estilo muy personal, influencia del tenebrismo y luz interior de los personajes.
Primera etapa más dibujística y de una etapa final de pincelada suelta y composición sencillas.
Obras religiosas: La cena en Emaús o El descendimiento de la cruz.
Escenas de género: La joven bañándose o el Buey desollado.
Un magnífico retratista, capaz de captar con intensidad la personalidad de los personajes, como se observa en los numerosos autorretratos. Los retratos colectivos, en los que destaca: La lección de anatomía del doctor Tulp, La ronda de noche.

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