26 Sep

La santidad no es algo reservado a un pequeño número de personas e inalcanzable para el común de los mortales. Todos estamos llamados a ser santos, a vivir unidos a Jesús y a seguir sus huellas.

La Santidad

La santidad es una vocación universal para todos los cristianos.

  • A lo largo del año se celebra a los santos. Cada día hay festividad de varios santos.
  • El día en que se celebra un santo generalmente coincide con la fecha de su muerte, lo que subraya la importancia de la Resurrección para la vida eterna con Dios.
  • En el calendario litúrgico figuran los santos reconocidos “oficialmente” por la Iglesia.
  • Los santos son modelos de cómo seguir a Cristo.
  • El 1 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos, una ocasión para:
    • Recordar que Dios llama a todos a la santidad.
    • Celebrar la santidad de todos los buenos cristianos que hemos conocido.
    • Celebrar a los santos conocidos y desconocidos.
    • Celebrar la fe, la esperanza y la caridad.

Todos los cristianos estamos llamados a la santidad desde nuestra propia situación.

La Fe y la Santidad

«La fe es una adhesión personal del hombre a Dios; es al mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado.»

La fe es intrínseca a la santidad, puesto que el anhelo del santo es estar unido a Dios en todo momento y situación.

  • El santo manifiesta su fe porque en todo momento se fía de las promesas que Dios ha hecho a la humanidad, especialmente la salvación.

«Sin embargo, todo esto que era para mí ganancia, lo consideré pérdida a causa de Cristo. Más aún, todo lo considero pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor.»

El santo es aquel que considera su mayor tesoro haber encontrado a Cristo.

  • El santo es aquel que es capaz de dejarlo todo con tal de seguir a Cristo.

Los Santos de Hoy

«Enseñen, pues, a los fieles que el auténtico culto a los santos no consiste tanto en la multiplicidad de los actos exteriores cuanto en la intensidad de un amor práctico, por el cual, para mayor bien nuestro y de la Iglesia, buscamos en los santos el ejemplo de su vida, la participación de su intimidad y la ayuda de su intercesión.»

La Iglesia, cuando canoniza, está nombrando oficialmente a santos.

  • La Iglesia pone a esos santos como modelos por haber vivido de una manera heroica las virtudes y habiendo sido fieles a Dios.
  • No solo los santos canonizados son los únicos santos; existen muchos más. La Iglesia los presenta como modelos y como prueba de que la santidad es posible para todos.

El Pecado y el Perdón

El Pecado: una ofensa a Dios

  • Es un daño a la naturaleza y a cualquier persona, incluso a nosotros mismos.
  • Según la Biblia, el pecado es lo que nos impide crecer, nos esclaviza y nos aleja de nuestra misión como cristianos y de Dios.
  • El pecado enfría la relación con Dios y con los demás.
  • Hay pecados de pensamiento, palabra, obra y omisión:
    • Pensamiento: pensar algo malo.
    • Palabra: decir algo malo.
    • Obra: hacer algo malo.
    • Omisión: no hacer, decir o pensar algo bueno.

La Reconciliación

Pecar es humano.

  • Dios perdona todo y perdona siempre.
  • Elementos para recibir el sacramento de la Reconciliación:
    • Examen de Conciencia: recordar las faltas y pecados.
    • Dolor de los pecados: arrepentirse del pecado cometido contra Dios y los demás.
    • Propósito de Enmienda: decisión de cambiar y mejorar.
    • Decir los pecados al confesor: confesar los pecados con sinceridad y humildad.
    • Cumplir la Satisfacción: agradecer a Dios el perdón recibido.

El perdón se recibe con la absolución del sacerdote en el nombre de Cristo, quien dice: “Yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.”

El Hijo Pródigo

La palabra pródigo se refiere a alguien que gasta lo que tiene en cosas inútiles. Jesús presenta a los personajes principales y el asunto:

«Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos le dijo a su padre: “Papá, dame lo que me toca de la herencia”. Así que el padre repartió sus bienes entre los dos.»

Esta petición era un tanto ofensiva, pues es como si el hijo menor le hubiera dicho a su papá que, como tardaba en morir y él quería disfrutar la vida, prefería que le adelantara su herencia para poder irse y comenzar a vivir a su manera. El padre accedió, repartió la herencia, y el hijo menor se fue a un país lejano donde malgastó el dinero en placeres desenfrenados. Se quedó sin nada y empezó a pasar necesidad, así que tuvo que buscar un trabajo. Recordó que en su casa los jornaleros que trabajaban para su padre vivían mejor que él y decidió regresar. Él sabía que la ofensa contra su padre había sido enorme y ya no aspiraba a ser tratado como hijo. El amor de su padre era muy grande. El mismo padre que lo dejó ir sin recriminarle le recibió sin preguntas ni censuras. Así de fuerte es el gozo que Dios siente cuando venimos ante él arrepentidos. ¡En el cielo hay fiesta cada vez que un pecador se arrepiente! Dios es un padre amoroso que espera pacientemente a que nos demos cuenta de nuestros errores y reconozcamos que le necesitamos en nuestras vidas.

El Juicio

Los creyentes en Jesús:

  • Se sienten guiados y orientados por Jesús.
  • Se sienten perdonados y salvados por Dios.
  • Creen que Dios les sale al encuentro para encontrar la paz y la justicia.

El Juicio Universal

  • Es un encuentro festivo con Jesús después de morir.
  • Es el saberse hijo de Dios.
  • Es un juicio de misericordia de Dios con todas las personas.
  • Al final de los tiempos, Jesús volverá a juzgar a vivos y muertos, donde el mal será vencido para siempre.

El Cielo

  • Es el deseo de Dios de hacer felices a todos los seres humanos.
  • Dios quiere que todos los hombres tengan vida y vida en abundancia, es decir, en plenitud de amor, bien y verdad.
  • El cielo es el estado en el que Dios da cumplimiento y perfección a la vida.
  • El cielo es el fin último y la realización de todas las aspiraciones más profundas del hombre.
  • El cielo es el estado supremo y definitivo de felicidad.

Salvación: Plenitud de vida con Dios.
Condenación: Rechazo libre y consciente del hombre a Dios.

La Esperanza

Sin fe no hay esperanza.

  • La esperanza es la confianza en la fidelidad de Dios que cumple sus promesas.
  • La esperanza cristiana es movilizadora, que empuja a ser activo en la propia vida.
  • La esperanza es el trabajar los talentos que el Señor nos da.
  • La esperanza se fundamenta en la fe.

María, Ejemplo de Esperanza

Ella es la creyente en quien resplandece la esperanza como don, apertura, respuesta y fidelidad. Por su esperanza es la Virgen fiel, en quien se cumple la bienaventuranza mayor: “Feliz la que ha creído” (Lucas 1,41). La Virgen María se levanta, en nuestra vida cristiana, como un signo y una inspiración para vivir la esperanza.

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