01 Jul

Arte Románico

Fue el primer estilo medieval internacional con rasgos comunes en toda Europa. Participaron en su difusión las Cruzadas, las peregrinaciones a lugares santos y la labor de constructores, escultores y albañiles, junto con la Orden Benedictina, que fue la encargada de difundirlo por toda Europa a través de los monasterios que fundó.

El Románico fue un arte profundamente religioso. Se construyeron numerosos edificios religiosos, decorados con esculturas y pinturas, aunque también se erigieron edificios civiles, como castillos, por encargo de la nobleza.

La Arquitectura Románica

Las características de la arquitectura románica son:

  • El uso de la piedra como material principal.
  • Los soportes a base de muros gruesos, columnas y pilares cruciformes.
  • Los arcos semicirculares o de medio punto.
  • Las cubiertas con bóveda de cañón o de arista.

Los edificios románicos son sólidos; tienen muros gruesos apuntalados en el exterior con contrafuertes, y las ventanas son escasas y estrechas, lo que hace que el interior sea oscuro.

La Iglesia Románica

La iglesia solía tener planta de cruz latina, compuesta por una, tres o cinco naves separadas por arquerías, un transepto o nave transversal, y una cabecera formada por varios ábsides semicirculares.

Las iglesias de peregrinación contaban también con girola y tribuna. La girola es una nave semicircular que prolonga las naves laterales por detrás del altar mayor, permitiendo a los peregrinos transitar por la iglesia sin molestar el culto.

La tribuna es un segundo piso, situado sobre las naves laterales, que permitía acoger más fieles.

Significado Religioso de Elementos de la Iglesia

  • La planta de cruz latina representaba a Cristo crucificado.
  • Los sillares de piedra, a los fieles cristianos unidos por la caridad.
  • Los soportes, a los apóstoles.
  • La bóveda, al cielo.

La Cabecera

La cabecera se orientaba hacia el este, por donde sale el sol, y se identificaba con Dios; la entrada miraba hacia el oeste, punto de la oscuridad y el pecado. Al entrar en la iglesia, el fiel recorría el camino que le llevaba desde la oscuridad y el pecado hacia la luz de Dios.

El Camino de Santiago

El Camino de Santiago fue la vía principal de intercambio cultural, artístico y económico de los reinos cristianos peninsulares con Europa. Su origen se remonta al siglo IX, cuando se descubrió una tumba identificada con la del apóstol Santiago, pues según la tradición, este había predicado el evangelio y había sido enterrado en la península ibérica.

A partir de ese momento, el lugar se denominó Campus Stellae o Campo de Estrellas, de donde deriva el nombre de Compostela. La atracción que ejerció en la cristiandad la tumba del apóstol la convirtió en un importante centro de peregrinación, que se realizaba con el fin de agradecer un favor concedido por Dios o de hacer penitencia por los pecados.

La peregrinación transcurría a través de la Ruta Jacobea o Camino Francés. Este partía de diversos lugares de Francia, que confluían en Puente la Reina (Navarra) y desde allí llevaban a Compostela. Los peregrinos, que solían viajar en grupo, llevaban un atuendo característico que consistía en:

  • Un sombrero para el sol.
  • Una esclavina o capa corta.
  • Un morral para la comida.
  • Una calabaza para el agua.
  • Un bordón o bastón alto con la punta de hierro para ayudarse en los tramos difíciles y para defenderse de las alimañas.
  • Una concha, denominada vera.

La concha, adquirida al llegar a Compostela, era el justificante de haber realizado la peregrinación y solía coserse al sombrero o a la capa.

La peregrinación a Santiago fue promovida por la Orden Benedictina de Cluny y contó con la protección de los reyes cristianos peninsulares. A lo largo de la ruta, la peregrinación favoreció el desarrollo de la artesanía y del comercio para atender las necesidades de los peregrinos; impulsó el florecimiento de las ciudades, y propició la construcción de puentes, hospederías, hospitales, monasterios e iglesias.

Las Actividades Artesanales y los Gremios

En las ciudades trabajaban artesanos. Estos realizaban sus tareas a mano, en pequeños talleres situados en una casa utilizada como vivienda y como tienda de venta de los productos. Los talleres se organizaban en gremios, o asociaciones de artesanos del mismo oficio, y se localizaban en la misma calle, que adoptaba su nombre (calle de los plateros, de los tejedores, etc.). Los objetivos de los gremios eran controlar la producción y proteger a los miembros del gremio:

  • El control de la producción pretendía evitar la competencia entre sus miembros, regular la jornada laboral, las fiestas y los precios, asegurar la calidad de los productos y garantizar la buena práctica del oficio.
  • La protección de los miembros del gremio se realizaba con las aportaciones económicas de cada uno, que se empleaban en ayudar a los enfermos, viudas y huérfanos.

La organización interna de cada gremio era muy rígida, con tres categorías o niveles: maestros, oficiales y aprendices.

El Maestro

El maestro era el dueño del taller, de las herramientas y de los materiales utilizados, y poseía un gran dominio del oficio. Para alcanzar la categoría, debía superar un examen, que consistía en elaborar una obra maestra. Los maestros eran los únicos que podían votar los estatutos por los que se regía el gremio y elegir a sus jefes.

Los Oficiales

Los oficiales trabajaban a sueldo para el maestro y conocían bien su trabajo.

Los Aprendices

Los aprendices aprendían el oficio y no cobraban. Durante el periodo de aprendizaje, vivían y se alimentaban en casa del maestro.

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