23 Ago

El Adjetivo: Género, Número, Posición y Gradación

Género y Número del Adjetivo

Los adjetivos calificativos son palabras variables (poseen género y número, y pueden tener morfemas derivativos) que nombran cualidades o estados referidos a un sustantivo (ej: papel mojado). También indican origen o procedencia, denominándose gentilicios (ej: perro burgalés).

Con el sustantivo, el género y el número modifican la referencia: perro designa un animal macho, perra uno hembra, y perros y perras un determinado conjunto de esos animales. En el adjetivo, sin embargo, tales morfemas no modifican su propia referencia real (inquieto, inquieta, inquietos, inquietas designan siempre una misma cualidad). Las variaciones de género y número que presentan son una simple repercusión (fenómeno conocido como concordancia) de los morfemas que afectan al sustantivo con el que se relaciona el adjetivo (ej: el perro inquieto, la perra inquieta, los perros inquietos, las perras inquietas).

Esto demuestra que los morfemas del adjetivo no añaden información nueva, sino que son meros índices funcionales de la relación que el adjetivo establece con el sustantivo. Sirven para precisar el género y el número cuando el sustantivo no los manifiesta explícitamente (ej: en crisis aguda, aguda indica el femenino y singular del adjetivo, mientras que el sustantivo crisis es invariable; en paréntesis cuadrados, cuadrados indica el masculino y plural del adjetivo).

Variación de Género

  • Muchos adjetivos distinguen la variación de género con las posiciones /-o/ y /-a/ finales en su significante (ej: bueno-buena).
  • Otras veces, el masculino carece de característica propia en su significante, y solo se distingue del femenino porque este último sigue provisto de /-a/ final (ej: francés-francesa).
  • Si el significante del masculino acaba en /-e/, esta vocal se sustituye por /-a/ en el del femenino (ej: regordete-regordeta).

Apócope Adjetival

  • Varios adjetivos adoptan un significante reducido mediante la supresión de /-o/ del masculino cuando se anteponen a un sustantivo, manteniéndose intactos en los demás casos (ej: buen día frente a un día bueno).
  • También ocurre la apócope de /-a/ del significante femenino en algunas expresiones hechas (ej: en buena hora).
  • Una reducción paralela se ha producido en el adjetivo grande, el cual se ha convertido en gran (ej: gran ocasión). Sin embargo, si el adjetivo va precedido del cuantificador más, la apócope no ocurre (ej: la más grande ocasión). También varía si se combina con otro adjetivo (ej: grande y glorioso suceso).

Formación del Plural

El adjetivo coincide con el sustantivo en la formación del significante del plural: se agrega al singular la terminación /-s/ después de vocal y /-es/ después de vocal tónica o de consonante (ej: blanco-blancos). Es raro que el adjetivo sea indiferente al número (ej: isósceles, que es compatible con singular y plural: un triángulo isósceles, los triángulos isósceles).

Posición del Adjetivo en el Grupo Nominal

El adjetivo adyacente a un sustantivo puede anteponerse o posponerse a este.

Se considera que el adjetivo antepuesto (llamado epíteto) revela una intención explicativa o descriptiva de la realidad sugerida por el sustantivo, y señala una especificación que restringe la referencia propia del sustantivo. En la blanca nieve, por ejemplo, no se designa ningún tipo de nieve que se oponga a otra que no sea blanca, sino que se describe cómo es la nieve, como si dijésemos «la nieve con su blancura».

El uso ha fijado ciertas combinaciones de adjetivo y sustantivo, las cuales funcionan como si fuesen sustantivos compuestos. Así sucede en fuego fatuo, que no admite la inversión de sus componentes sin modificar su sentido. Otras veces predomina uno de los órdenes (ej: buena suerte).

La posición del adjetivo puede llegar a modificar la denotación hecha por el adjetivo. Cotéjense los sentidos del adjetivo en estos casos opuestos:

  • el triste funcionario («humilde»)
  • el funcionario triste («apenado»)

Gradación del Adjetivo: Comparativos y Superlativos

En el sistema latino se denomina gradación a la oposición entre el grado positivo, el comparativo (de superioridad) y el superlativo, con significantes diferenciados para cada adjetivo.

En español, la gradación se expresa con un cuantificador antepuesto al adjetivo (ej: más fino, más alto) para el comparativo, y con la sustantivación de este (ej: el más fino, el más alto) para el superlativo relativo.

Comparativos y Superlativos Cultos

Los comparativos de origen culto como interior, exterior, inferior, superior, anterior, posterior, o los superlativos íntimo, extremo, ínfimo, supremo, postrero, óptimo, pésimo, máximo, mínimo, último, sumo se comportan como cualquier adjetivo y no se usan con las construcciones comparativas o superlativas citadas. Por ejemplo, se debe decir Este libro es superior al otro, y no Este libro es más superior al otro.

Superlativo Absoluto o Elativo

Para el superlativo absoluto o elativo, que designa la cualidad del adjetivo en su grado más alto o intenso, el cuantificador originario es muy. El sufijo /-ísimo/, con sus variaciones de género y número, ha dado origen a formas como tristísimo (de triste).

El significante puede sufrir otras modificaciones a causa del modelo latino. Existen alternancias en el uso (ej: crudelísimo y cruelísimo, de cruel).

Por otro lado, son normales en el uso superlativos como paupérrimo (de pobre) o celebérrimo (de célebre), que también derivan del latín.

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