19 Mar

El régimen político que proponga Platón es una aristocracia, el gobierno de los mejores en virtud y en saber. La polis debe recaer en una élite. Hay que seleccionar los mejores que posean ciertas capacidades y cualidades innatas como la capacidad de aprender, la inteligencia…, y luego desarrollarlas mediante una educación adecuada conducir a la contemplación de las ideas eternas.

(Educación) Los gobernantes filósofos son seleccionados entre los mejores para recibir una educación especial (matemáticas, dialéctica)
. En el pensamiento platónico la filosofía es la ciencia política que el gobernante necesita aprender. Para Platón la educación esta al servicio de la organización de la sociedad y de la vida política; una de sus misiones es formar una élite de individuos sabios y justos, destinados a gobernar el Estado. La educación de los gobernantes debe lograr, en primer lugar, encaminar su alma hacia lo inteligible, a la contemplación de las Ideas eternas y, finalmente, al conocimiento del Bien en sí, que es el final del proceso educativo.

Tal como refleja el mito de la caverna, la educación del gobernante filosofo es un proceso duro,costoso con muchos obstáculos ya que el cuerpo arrastra al alma hacia el mundo de las cosas materiales y sensibles.

Para Platon el fin de la educación es conducir al individuo al conocimiento de la verdad y del bien. Para ellos es necesario “despertar” en el ser humano sus capacidades intelectuales innatas, poner en marcha la inteligencia, razonar, reflexionar, dirigiéndola a lo inmaterial donde encontrara la verdad y el bien. Platón esta en contra de los sofistas que consideraban que la educación consiste solo en la transmisión de conocimientos, de modo que el individuo que se educa adopta una actitud simplemente pasiva o receptiva. El discípulo solo limitaría a escuchar y recibir pasivamente los contenidos.

Según Platón, educar no solo significa aumentar los conocimientos, sino también desarrollar una alta calidad moral, introducir la armonía y orden en el alma mediante un proceso de “purificación” que tiene como finalidad moderar los deseos y apetitos que aporten el alma del camino del conocimiento y la obligan a mirar “hacia abajo”, a lo material.

Entonces podemos decir que Platón otorga gran importancia a la educación de los futuros gobernantes para conducirlos al conocimiento sobre la autentica esencia de lo bueno, lo bello y lo justo. Para entender esto, es necesario referirnos a la teoría de las Ideas, que es el núcleo fundamental de la filosofía platónica. Esta teoría afirma que aparte de las realidades sensibles, materiales, sometidas al cambio, nacimiento y la muerte, existen ciertas realidades superiores, imperecederas e inmutables, indivisibles, accesibles solo a la inteligencia y que son “Ideas”. Solo de ellas puede haber conocimiento verdadero y no la opinión como de las cosas sensibles. Entre las Ideas destacan la Justicia en sí, la Belleza en sí… La existencia de la verdad y la posibilidad de alcanzar el conocimiento verdadero depende de que existían ciertas realidades inmutables y que son las Ideas o Formas.

Por eso la educación del futuro gobernante deberá servir para conducir hasta la visión de las Ideas o Formas que son esencias de las cosas materiales.

Platón otorga gran importancia en el proceso educativo a la dialéctica, la ciencia suprema para Platón, el saber acerca de las Ideas y sus relaciones. Sin embargo, antes de empezar la educación del filósofo gobernante con la dialéctica, el alma, prisionera del cuerpo, debe de familiarizarse poco a poco con el razonamiento abstracto y con la esfera de las realidades inteligibles, invisibles y eternas. Para ello es imprescindible las matemáticas. Las matemáticas orientan, preparan y entrenan adecuadamente el alma antes de dedicarse a la ciencia mas elevada(dialéctica). Las matemáticas hacen que el alma del filosofo gob se adapte progresivamente a la verdad y a la luz, como, p.ej. el prisionero liberado que necesita de un periodo de adaptación hasta poder mirar directamente al sol (mito d l c).

Después en juego entra la dialéctica, cuyo término final es la visión del Bien en sí o Idea suprema, la cual es la expresión suprema del orden que gobierna el mundo. Platón distingue entre la dialéctica ascendente y descendente. La 1ª representa el camino que el alma debe recorrer desde los objetos matemáticos hasta las ideas. A partir de ahí, el alma debe ir de Idea en Idea hasta alcanzar el Bien en sí. Esto se refleja muy bien en el mito de la caverna por el camino que recorre el prisionero liberado a partir del momento en que sale al exterior de la caverna y que acaba con la visión del Sol (Idea de Bien)

Por otra parte, la dialéctica descendente consistirá en la aplicación del conocimiento obtenido, alcanzado acerca de lo inteligible, al mundo de lo sensible, y más aun al ámbito político. Una vez conocida la Idea de Bien el filósofo debe volver al mundo de lo visible de los asuntos humanos y asumir la dirección política de la polis. Esto también esta representado en el mito de la caverna, cuando el prisionero alcanza conocer la Idea de Bien, el Sol debe volverse a la caverna para intentar ayudar a sus compañeros.

En resumen podemos decir que según Platón, la educación y la política están muy relacionadas. La política es el Estado y para que la polis sea bien gobernada, para que sea justa, hay que elegir a la élite y luego educarla mediante las matemáticas y dialéctica. Según Platón, el conocimiento “perfecto y total” de lo que es justo, es decir, la “ciencia de la justicia y del bien” solo puede proporcionar la verdadera filosofía y es muy importante que los gobernantes la alcancen para gobernar con justicia la ciudad y para conducirse justamente en su vida privada como individuos.

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