15 Jun

Distinguir los Deseos de los Impulsos

-Distingue los deseos de los impulsos y explica sus características. Pon un ejemplo.

Los deseos y los impulsos son apetitos sensibles, y como tales son tendencias particulares del hombre. Aún así, guardan diferencias: los deseos son la captación de un valor en el presente (por ejemplo, tengo sed y al ver un vaso de agua lo deseo). Son un apetito concupiscible, que cuando lo he satisfecho desaparece. Por lo tanto, implica la carencia del objeto deseado. Es un bien fácil e inmediato. Ejemplos de deseos son el tener, el poder y el honor. Los deseos son importantes, pero hay que saber conducirlos hacia un bien mayor.

Los impulsos, en cambio, son la captación del valor en el pasado o en el futuro, un apetito irascible. Para conseguir este bien es necesario sobrepasar una serie de obstáculos, por lo que es un bien difícil y más enriquecedor que los deseos. Conseguir este bien supondrá una satisfacción personal. Por lo que a nivel ético, son preferibles los impulsos a los deseos. Debemos armonizar los deseos y los impulsos con la razón y la voluntad. Un ejemplo de deseo es el bienestar, mientras que un ejemplo de impulso es la felicidad.


Características de los Instintos y de las Tendencias

-Características de los instintos y de las tendencias. ¿Por qué se dice que el hombre no tiene propiamente instintos?

Los instintos son estables en el tiempo, no cambian a lo largo de la vida. Por ejemplo, un león siempre ha cazado igual, en cambio un hombre de la Edad de Piedra cazaba con piedras y ahora caza con escopetas. Los instintos son una conducta que viene dada (conducta innata), propia de los animales y no es necesario recurrir a una experiencia, por eso no es adquirida por el aprendizaje. Gracias a los instintos, los animales poseen automatismo, es decir, siempre tienen el mismo estereotipo y el mismo modelo y también universalidad específica, son propios de una misma especie.

Las tendencias, en cambio, son variables, no vienen predeterminadas, son una inclinación natural para el bien propio, es propia de los hombres y dependen del aprendizaje y necesidades. Es por eso que pueden acrecentarse o debilitarse y por ello también eliminar o crear nuevas tendencias. Siguiendo el ejemplo, dependiendo del lugar, unos cazarán con hachas y otros con jabalinas, en cambio los animales siempre cazarán de la misma manera estén donde estén.

Otra característica de las tendencias es la plasticidad, son moldeables por el ser humano que las adapta al entorno (un ejemplo sería que para comer hemos creado la gastronomía o la cocina). También, tienen un esquema abierto, necesidades moldeables con la razón y voluntad. Es decir, por ejemplo, decido no comer porque es caro, no me gusta, prefiero que coman mis hijos…

Por todo esto, decimos que las tendencias tienen la necesidad de aprendizaje y formación de hábitos y pautas de conducta. También que las conductas concretas varían enormemente.

Los hombres tienen tendencias y no instintos, porque tienen una enorme variedad de respuestas al mismo impulso. En cambio, los animales tienen conducta instintiva porque siempre responden igual.


Libertad y Compromiso: ¿Son Incompatibles?

-Libertad y compromiso ¿son incompatibles? Argumentarlo.

Libertad y compromiso no son incompatibles, es más, deben coexistir. En toda elección debe existir un compromiso personal real, hacia lo que se ha elegido y hacia uno mismo.

En este camino, elaboramos un proyecto vital, que para cumplirlo requerirá de un elevado grado de compromiso. Una trayectoria dotada de esfuerzo y convicción serán necesarias para lograr nuestras propias metas y así ser más libres.

La libertad tiene sentido si se entiende como una proyección del sujeto, un honesto diálogo del sujeto consigo mismo. El compromiso da sentido a la libertad.

Hoy en día, se cree que la libertad y el compromiso son incompatibles. Pero si ese compromiso procede de mi verdadera voluntad (es lo que quiero), te hace más libre. Es decir, que el compromiso es un ejercicio de libertad ya que soy libre de elegirlo o no. Siempre abandonaré otras decisiones en mi elección, pero esto es inevitable.

Esta adecuación de la palabra y la convicción al hecho (me he comprometido y lo hago) conlleva una gran satisfacción, pero también requiere de esfuerzo y responsabilidad.

El hombre ejerce su libertad cuando “querer” y “hacer” van por el mismo lado. Así, cumpliendo sus propios objetivos y metas, el hombre se hace más libre.

(La libertad del hombre tiene unas condiciones, unos límites que no le dan la libertad absoluta. Existe la libertad exterior con unos condicionantes culturales, morales, religiosos, sociales que determinan mis elecciones y libertad interior caracterizada por el querer y obrar, medida por la razón e implica el compromiso y la voluntad para ser llevada a cabo. Pero yo tengo la libertad para cambiar mi elección ya que la libertad es autodominio, es decir, yo elijo, yo acepto, yo consiento.)

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