08 Dic

La industrialización

La revolución industrial


Fue un conjunto de cambios económicos y tecnológicos, que se produjeron por primera vez en Gran Bretaña a mediados del siglo XVIII, y que dieron lugar a una profunda transformación de la economía y la sociedad.

La revolución demográfica


En ella se produjo una disminución de la mortalidad y un incremento de la natalidad debido al aumento de la producción de alimentos, a la higiene y a la medicina.

La revolución agrícola


Se privatizo el suelo, se pusieron nuevos y técnicas de cultivo, etc. La innovación fundamental de las técnicas de cultivo fue la suspensión del barbecho y su sustitución por plantas forrajeras (sistema Norfolk). Se inicio una progresiva mecanización de las tareas agrícolas (segadoras, sembradoras, trilladoras, etc.). También se introdujeron nuevos cultivos como el maíz y la patata.

Las maquinas


Eran muy sencillas pero eficaces. Fueron sustituyendo el trabajo manual.

El vapor


Fue la fuente de energía que revoluciono la producción y los sistemas de transporte. La máquina de vapor fue inventada por James Watt en 1769, usaba el catón como combustible y permitió el abandono de las energías tradicionales, convirtiéndose así en el símbolo de la Revolución Industrial.

Las fabricas


El sistema fabril consiste en la concentración de obreros y maquinas en grandes edificios llamados fabricas. En las fábricas se dividía el trabajo.

La industria textil


El primer sector en mecanizarse fue la industria de algodón. Empezaron a aplicarse innovaciones como la lanzadera volante, las maquinas de hilar, el telar mecánico, etc.

La siderurgia


El invento que permitió una mayor producción de hierro fue la utilización del carbón de coque por Darby. El invento un convertidor para transformar el hierro en acero.

El ferrocarril


Es una locomotora de Stephenson (1829) que accionaba el ferrocarril mediante una máquina de vapor. La primera línea de pasajeros unió las ciudades de Manchester y Liverpool. El ferrocarril acortó los trayectos, aumentó la seguridad y abarató el transporte.

El barco de vapor


Podían atravesar el Océano Atlántico en 15 días.

El incremento del comercio


La Revolución Industrial dio paso a una economía de mercado (la venta en mercados cada vez más amplios). Esto permitió el aumento del comercio interior. El comercio exterior también se incrementó. Las teorías del librecambio sostenían que la libertad de comercio entre países fomentaría el crecimiento de la economía. El proteccionismo fue la defensa de la industria nacional mediante impuestos (aranceles) sobre las importaciones.

El liberalismo y el capitalismo


Adam Smith estableció los principios del liberalismo: La búsqueda del máximo beneficio, adaptó la oferta a la demanda y permitió el libre desarrollo (librecambio). El capitalismo industrial se estructura con un sistema en el que los medios de producción son propiedad privada de un grupo reducido (la burguesía)
Y los trabajadores de las fábricas, los obreros (sin propiedad) se emplean a cambio de un salario.

Los bancos y finanzas


Los bancos suministraban capital (préstamos) y actuaban de inversores directos (compra de acciones). Ellos facilitaban los pagos mediante cheques y letras de cambio. Surgieron las sociedades anónimas, mediante las cuales el capital que requiere una empresa es fraccionado en partes (acciones).

La expansión del capitalismo industrial


La industrialización se expandió a Francia, Bélgica, Rusia, Alemania, Estados Unidos y Japón. El sur de Europa y Europa oriental se mantuvieron al margen.

Nuevas fuentes de energía y nuevas industrias


Con la electricidad y el petróleo aparece el carbón. Surgieron el tranvía, el telégrafo, el teléfono y la radio. Con el petróleo se inventó el motor de explosión y el avión. También surgió la metalurgia. La industria química inventó los abonos y tintes. 

La nueva organización industrial


Aparecieron: El cartel (acuerdos entre diferentes empresas), el trust (fusión de empresas), el holding (grupo financiero que posee la mayoría de las acciones de un conjunto de empresas y bancos) y el monopolio (derecho exclusivo de una empresa a comercializar un producto).

La sociedad de clases


La sociedad estamental dio paso a la sociedad de clases, estructurada principalmente en dos grandes grupos: La burguesía y el proletariado.

La burguesía


Existe la gran burguesía (banqueros, dentistas y propietarios de grandes fábricas), la mediana burguesía (profesionales liberales, funcionarios y comerciantes) y la pequeña burguesía (los empleados y los tenderos).

Los obreros


Los trabajadores de las fábricas (obreros) formaban el proletariado industrial y urbano.

Las primeras asociaciones obreras


El ludismo fue la destrucción de máquinas y el incendio de establecimientos industriales. Con esto surgieron las Sociedades de Socorros Mutuos que consistía en actuar como sociedades de resistencia para ayudar económicamente a sus miembros en caso de enfermedad o paro. Los primeros sindicatos (Sindicato General de Hiladores y Great Trade Union). El objetivo de los sindicatos era mejorar las condiciones de trabajo de los obreros, la defensa del derecho de asociación, la reducción de la jornada laboral, las mejoras salariales y la regulación del trabajo infantil.

El Marxismo y Socialismo


Es una doctrina política y económica. La crearon Karl, Marx y Friedrich Engels. El fin de la propiedad privada llegaría a la progresiva desaparición de las clases sociales y del Estado, para así poder alcanzar el ideal de sociedad comunista (sociedad sin clases). Ellos propusieron los partidos obreros socialistas.

El anarquismo


Es una doctrina política. El anarquismo reunió a un conjunto de pensadores (Proudhon, Bakunin y Kropotkin) que tenían en común los principios de la exaltación de la libertad individual, la propiedad colectiva y el rechazo a la autoridad. Ellos se oponían a la participación en la vida política.

El internacionalismo


Marxistas y anarquistas defendían los esfuerzos de la clase obrera de todo el mundo para luchar contra el capitalismo (internacionalismo proletario). Marx creó la Asociación Internacional de Trabajadores (I Internacional). En París fue la II Internacional que fue exclusivamente socialista.

La industrializacion en España


El crecimiento demográfico en España en el S. XIX

En el S. XIX la población española creció (pasó de 11.5 millones de habitantes en 1797 a 18.6 millones de habitantes en 1900). Este crecimiento fue el resultado de la disminución de la mortalidad, acompañada del mantenimiento de la natalidad. El descenso de la mortalidad fue consecuencia del aumento de la producción agraria. También desaparecieron las grandes epidemias, las condiciones higiénicas mejoraron y los avances médicos contribuyeron a la reducción de la mortalidad.

Los movimientos migratorios


La abolición del régimen señorial, la concentración de la propiedad, las duras condiciones de vida de buena parte del campesinado, las transformaciones técnicas de la agricultura, la mejora de los transportes y las expectativas de una vida mejor en otro lugar animaron u obligaron a muchos campesinos a emigrar. En una primera etapa a partir de 1860 se inició un éxodo rural hacia Madrid, Barcelona y Vizcaya, las zonas más industrializadas de la Península. En una segunda etapa, el aumento de población y las escasas oportunidades de empleo obligaron a muchos españoles a emigrar, sobre todo a América Latina.

El crecimiento de las ciudades


Entre 1850 y 1900, España multiplicó por dos su nivel de población urbana (Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga y Zaragoza).

La reforma agraria liberal


Llamamos reforma agraria liberal al conjunto de reformas cuyo objetivo era la disolución del Antiguo Régimen en el campo, así como la introducción de reformas de propiedad y producción capitalistas. Durante este proceso se abolió el régimen señorial, se desvinculó la propiedad y se desamortizaron la mayoría de las tierras pertenecientes a la Iglesia y a los Ayuntamientos. Estas reformas consolidaron la propiedad privada de la tierra. Una parte de las tierras desamortizadas fue comprada por burgueses o campesinos acomodados que tenían interés en cultivarlas y modernizar las explotaciones para obtener beneficios. Pero una gran parte de la tierra permaneció en manos de sus antiguos propietarios que introdujeron pocos cambios en la explotación agraria.

Un escaso desarrollo agrario


Uno de los mayores problemas que tuvo que afrontar el campo español fue que la reforma agraria no permitió a los campesinos acceder a la propiedad y la mayoría de ellos continuaron como jornaleros pobres. En la mayor parte de Extremadura, Castilla y Andalucía existían grandes latifundios, cuyos propietarios eran absentistas y basaban sus beneficios en el mantenimiento de unos salarios muy bajos. En la Submeseta Norte y en Galicia predominaba el minifundio. La escasa dimensión de las propiedades no permitía la mecanización y sus rendimientos apenas alcanzaban a mantener una familia.

El predominio del cereal


El cereal constituyó el principal producto de cultivo de la mayor parte de la Meseta, como los rendimientos eran bajos, su precio resultaba elevado en comparación con el de otros países, por lo que fue necesario recurrir al proteccionismo.

Los inicios de la industrialización


La escasa capacidad de compra dio como resultado la pobreza de la mayoría del campesinado. La falta de inversiones y la ausencia de burguesía industrial en muchas regiones. Los problemas de transportes debido a que no había carreteras buenas y el ferrocarril se retrasaba. La escasez de fuentes de energía debido a los pocos recursos de agua aprovechables para obtener energía hidráulica y la mala calidad del carbón. La posición alejada de España respecto de los núcleos más industrializados de Europa, que dificultó la adquisición de materias primas  y la venta de la producción.

La siderurgia


Los primeros altos hornos españoles se instalaron en Andalucía (Málaga y Huelva). Asturias fue el siguiente centro siderúrgico. En el País Vasco se consolidó una potente industria siderúrgica. A partir del desarrollo siderúrgico, la industria vasca se diversificó y aparecieron nuevas empresas de construcción mecánica y naval. Se creó un importante sector bancario.

La industria textil


En ella se inició un proceso de mecanización instalando las máquinas de hilar que se utilizaban en Gran Bretaña en España. Empezó a funcionar la primera máquina de vapor.

La explotación minera


Se explotaron yacimientos en: de plomo (Linares y La Carolina), de cobre (Riotinto), de mercurio (Almadén) y de cinc (Reocín). Muchos de estos yacimientos se concedieron a compañías extranjeras. Las dos principales mineras de este período estaban relacionadas con el carbón y el hierro en Asturias y Vizcaya.

La construcción del ferrocarril


Se construyó una línea de ferrocarril de Madrid a Aranjuez y de Barcelona a Mataró. La construcción de una amplia red de ferrocarriles tuvo que esperar a la Ley General de Ferrocarriles de 1855.

Las nuevas energías e industrias


Desde finales del S.XIX se empezaron a utilizar la electricidad y el petróleo. Entre 1880 y 1914, el uso de la electricidad estuvo restringido a la iluminación. Entre 1914 y 1930, su uso se extendió a la industria. La difusión del petróleo como combustible y la invención del motor de explosión abrieron paso a la industria del automóvil. A finales del S.XIX se expandieron la industria metalúrgica y la industria química.

La expansión industrial y desequilibrios


La industria se extendió en Cataluña, País Vasco  y otras zonas más amplias del territorio español. Se consolidó un sector industrial en Asturias, Comunidad Valenciana y Madrid. Canarias, Galicia, Castilla la Mancha, Extremadura y Andalucía mantenían un sector agrario de estructura tradicional.

Las nuevas clases diligentes


Fueron la nobleza terrateniente, la alta burguesía y la clase media.

Las clases populares urbanas


En las ciudades continuó viviendo un número importante de artesanos. El servicio doméstico era la mitad mujeres. Se empleaban las nuevas industrias, junto a los artesanos sin trabajo, y constituyeron el proletariado industrial. Las nuevas condiciones de vida y de trabajo de las clases populares eran precarias: jornadas de 12 o 14 horas, salarios bajos y no tenían seguridad en caso de accidente o enfermedad.

Los campesinos


Los campesinos constituían la mayor parte de la población. Una parte de ese campesinado trabajaba las tierras de los propietarios agrícolas, en régimen de arrendamiento. También se utilizaban jornaleros o mozos (criados). Sus salarios eran escasos y estaban sometidos siempre a la arbitrariedad de los amos.

Los inicios del obrerismo


El limitado proceso de industrialización español implicó que el número de obreros industrial existentes en la España del S.XIX fuese relativamente pequeño. Las primeras formas de protesta obrera tuvieron un carácter ludista, entre las que destacaron los sucesos de Alcoy, donde fueron destruidos los telares mecánicos, y el incendio de la fábrica Bonaplata. En 1840 se fundó en Barcelona el sindicato de la Asociación de Tejedores de Barcelona. En 1855 tuvo lugar en Barcelona la primera huelga general realizada en España. En 1870, se creó la Federación Española de la Asociación Internacional de Trabajadores. Por esta vía, se difundieron en España el Marxismo y el anarquismo.

El anarquismo


El anarquismo triunfó fuertemente entre los obreros de Cataluña y el campesinado andaluz. A finales del S.XIX, el anarquismo defendió la formación de grupos autónomos que atentasen contra la sociedad burguesa y capitalista. De este modo se produjeron números atentados. En 1910, se fundó la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), que llegó a ser el sindicato más importante de España.

El socialismo


El Marxismo tuvo mayor influencia entre el proletariado. Bajo el impulso de Pablo Iglesias, en 1879, los marxistas fundaron el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y en 1888 impulsaron la creación de un sindicato socialista, la Unión General de Trabajadores (UGT).

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