08 Sep
Membrana Plasmática
La membrana plasmática es una fina envoltura presente en todas las células. Desempeña una función protectora y regula el intercambio de sustancias entre el citoplasma y el exterior celular. Está formada por una doble capa de moléculas de lípidos; en esa doble capa se intercalan proteínas. Las proteínas de la membrana pueden estar inmersas en la doble capa o pueden estar adheridas únicamente a una de las capas. Algunas proteínas de la membrana actúan como receptores de estímulos, ante los cuales la célula generará respuestas. La membrana plasmática es fluida, ya que sus moléculas tienen capacidad de rotar y de moverse lateralmente. Su mayor o menor fluidez depende del tipo de lípidos que la componen. En las células animales, esa fluidez queda controlada por moléculas de colesterol, que al intercalarse entre el resto de los lípidos, hacen que sea relativamente rígida.
Pared Celular
En los tejidos, las células se unen unas a otras gracias a unas sustancias que secretan y que ocupan los espacios existentes entre ellas; estas sustancias constituyen la denominada matriz extracelular. La pared celular es un tipo de matriz extracelular propia de las células vegetales. A veces, acumula determinados compuestos, como lignina, que da su rigidez característica a las plantas leñosas.
Citoplasma
El citoplasma es el espacio entre el núcleo celular y la membrana plasmática. Está constituido por un medio acuoso llamado citosol, en el que están inmersos el citoesqueleto, los orgánulos celulares, así como también moléculas de proteínas, aminoácidos, glúcidos, lípidos y sales minerales que están implicadas en las diversas reacciones químicas que ocurren en el interior de las células. El citosol comprende la mitad del volumen celular; la otra mitad corresponde a los orgánulos y las vesículas membranosas del retículo endoplasmático y del aparato de Golgi.
Algunas células, como los glóbulos blancos, utilizan el citoplasma para formar seudópodos.
Citoesqueleto
El citoesqueleto se estructura en una compleja red de filamentos proteicos interconectados. Las uniones entre las subunidades que los forman son débiles; esto permite su rápido ensamblaje y desensamblaje. Hay tres tipos de filamentos: microfilamentos, filamentos intermedios y microtúbulos. Los microfilamentos son polímeros de una proteína llamada actina que, agrupados en hélices dobles, forman haces y redes por todo el citoplasma, si bien están más concentrados cerca de la membrana plasmática. Son finos y se rompen con facilidad. El citoesqueleto da forma a la célula, le proporciona la capacidad de realizar distintos movimientos, transportar materiales desde una zona de la célula a otra, y participar en el movimiento y la organización de los orgánulos del citoplasma. Los microtúbulos son polímeros de la proteína tubulina, que forman estructuras cilíndricas huecas y muy rígidas.
Centrosoma
El centrosoma, o centro organizador de microtúbulos, es un orgánulo exclusivo de las células animales que se dispone cerca del núcleo cuando la célula se encuentra en estado de reposo. Si está en división, el centrosoma se duplica y cada copia se sitúa en uno de los polos de la célula. En el interior del centrosoma se encuentra el diplosoma, que consta de dos estructuras dispuestas perpendicularmente: los centriolos son estructuras de forma cilíndrica que contienen nueve grupos de tres microtúbulos cada uno. La función del centrosoma está relacionada con la formación y la organización del citoesqueleto, con el cual comparte su composición a base de proteínas. Asimismo, interviene en el movimiento celular mediante los cilios y los flagelos, y participa activamente en el proceso de división celular a través de la duplicación de los dos centriolos, formando el huso mitótico.
Ribosomas
Los ribosomas son orgánulos situados en el citosol; están adosados a las membranas del retículo endoplasmático o en el interior de otros orgánulos, como las mitocondrias y los cloroplastos. En las células eucariotas son de mayor tamaño que en las procariotas; los ribosomas de las células procariotas son similares a los que aparecen en mitocondrias y cloroplastos. Los ribosomas tienen dos subunidades, constituidas por proteínas y ARN. La función de los ribosomas consiste en fabricar las proteínas celulares a partir de la información que aportan los ácidos nucleicos.
Retículo Endoplasmático
El retículo endoplasmático constituye un sistema membranoso, de composición similar a la membrana plasmática, que forma una complicada red de túbulos y sáculos comunicados entre sí, con el aparato de Golgi y con la membrana nuclear. Algunas zonas del retículo presentan un aspecto granuloso, debido a la presencia de ribosomas en su cara externa. Esas zonas reciben el nombre de retículo endoplasmático rugoso. Otras zonas del retículo carecen de ribosomas adheridos: forman el retículo endoplasmático liso. En el retículo endoplasmático rugoso se sintetizan las proteínas que formarán parte de las membranas del propio retículo, de la membrana plasmática y de las membranas de otros orgánulos. Además, en él se fabrican las proteínas que se envían al exterior celular. En cuanto al retículo endoplasmático liso, participa en la síntesis de los lípidos, que también integrarán los sistemas membranosos de la célula.
Aparato de Golgi
El aparato de Golgi constituye un apilamiento de sáculos membranosos en forma de disco. Presenta dos caras: la cara cis, cercana al núcleo, y la cara trans, orientada hacia la membrana plasmática. Junto a estos discos hay una serie de vesículas, cuyo tamaño es diferente según el lado del aparato en que se sitúan. La cara cis se orienta hacia el retículo endoplasmático, de donde recibe vesículas con proteínas y lípidos. La cara trans está orientada hacia la membrana plasmática, y de ella se desprenden las vesículas de secreción.
En el aparato de Golgi se produce la mayoría de los polisacáridos de la célula. En él también maduran las proteínas y los lípidos procedentes del retículo endoplasmático. La maduración es simultánea al transporte desde la cara cis a la cara trans, donde se empaquetan las moléculas en vesículas para ser secretadas al exterior o distribuidas hacia distintos lugares del interior celular.
Mitocondrias
Las mitocondrias son orgánulos presentes en todas las células eucariotas. Están delimitadas por una doble membrana. La membrana externa es lisa. El espacio interior constituye la matriz mitocondrial, cuya composición es similar a la del citoplasma. Tiene ribosomas y una o varias moléculas circulares de ADN. La membrana interna contiene multitud de pliegues: las crestas mitocondriales. Las mitocondrias tienen capacidad de replicarse; esto quiere decir que surgen unas de otras por crecimiento y división. Las mitocondrias constituyen la fuente de energía de las células eucariotas. Tanto en las crestas como en la matriz, hay enzimas que intervienen en la respiración celular, proceso mediante el cual se genera la energía que necesita la célula para funcionar.
Cloroplastos
Los cloroplastos son los orgánulos más característicos de las células vegetales. Están limitados por una membrana externa y otra interna. El medio interno es el estroma. La mayor parte del estroma está ocupada por unos sáculos membranosos aplastados e interconectados: los tilacoides. Los tilacoides pueden estar apilados, formando unas estructuras denominadas grana. Como las mitocondrias, los cloroplastos contienen una o varias copias de ADN circular y poseen capacidad de replicarse. La función de los cloroplastos es la realización de la fotosíntesis: en los tilacoides se encuentran varios pigmentos fotosintéticos, como clorofilas y carotenoides, que forman parte de sistemas enzimáticos que hacen posible la captación de la energía luminosa.
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