04 Jun
Manifestaciones y Fases Emocionales del Duelo
En situaciones de crisis y pérdida, el ser humano experimenta una serie de reacciones complejas que abarcan desde lo cognitivo y conductual hasta lo emocional y fisiológico. Comprender estas manifestaciones es fundamental para ofrecer un apoyo adecuado.
Signos Cognitivos y Conductuales Habituales
Durante el proceso de duelo o ante un evento traumático, es común observar una disminución de las funciones cognitivas superiores y alteraciones conductuales, tales como:
- Disminución de la capacidad de concentración, atención, memoria y toma de decisiones.
- Distorsión del sentido del tiempo y la realidad.
- Disminución del control de los impulsos: manifestándose en conductas inoportunas, inadecuadas, agresivas o autolíticas, incluyendo intentos de suicidio de tipo impulsivo.
- Hiperactividad o movimientos compulsivos.
- Apatía o inmovilidad: la persona afectada carece de energía o verbaliza ser incapaz de moverse.
- Incredulidad y negación: la persona niega lo sucedido, pide pruebas o no puede creerlo.
Fase de Impacto: Reacciones Emocionales Inmediatas
Esta fase se caracteriza por una intensa descarga emocional. Las reacciones más habituales incluyen:
- Ira o enfado: Dirigida hacia el fallecido, o hacia otras personas como médicos, personal hospitalario, de seguridad, de la funeraria, la administración, o incluso contra Dios. También puede manifestarse hacia uno mismo (experimentado como culpa, depresión), pudiendo derivar en ideación o conducta suicida.
- Culpa: Sensación o idea de no haber hecho lo suficiente; de no experimentar la cantidad de tristeza que se considera apropiada; o relacionada con alguna conducta simultánea o cercana al fallecimiento (una discusión, envío de un mensaje, una decisión). Puede aparecer la sensación de “castigo divino”.
- Miedo, ansiedad e impotencia: Miedo a no poder continuar o sobrevivir solos; ansiedad ante el aumento de la conciencia de la propia muerte.
- Tristeza: Profunda tristeza ante la pérdida y autocompasión.
- Shock: La persona es incapaz de sentir nada, refiriendo una sensación de vacío y acorchamiento.
Fase de Reacción: Manifestaciones Fisiológicas
En esta etapa, el cuerpo también responde al estrés y la conmoción con reacciones de elevada intensidad:
- Vómitos.
- Hiperventilación.
- Vértigo.
- Diarrea.
- Dolor torácico, entre otros.
Primeros Auxilios Psicológicos (PAP): Fases y Estrategias de Intervención
Los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) son un conjunto de acciones de apoyo y ayuda práctica a personas que han sufrido un evento traumático o una pérdida significativa. Su objetivo es reducir el malestar inicial y facilitar el afrontamiento a corto y medio plazo.
Fase Previa: Preparación y Evaluación Inicial
Antes de la intervención directa, es crucial:
- Recabar información sobre el suceso.
- Realizar una valoración de la escena y de las personas presentes.
Fase de Contacto Psicológico
Implica el acercamiento a la(s) persona(s) afectada(s) y una evaluación inicial de su estado psicológico para establecer una conexión de confianza.
Fase de Comunicación del Fallecimiento
En caso de que la noticia no haya sido comunicada, esta fase se centra en:
- La comunicación del fallecimiento.
- El acompañamiento al profesional responsable de dicha comunicación.
Intervención en la Fase de Reacción
El objetivo principal en esta fase es disminuir la confusión y la desorganización, facilitando el procesamiento de la experiencia.
Estrategias Clave:
- Facilitar la expresión: Se debe posibilitar la expresión verbal y emocional, así como el relato ordenado del suceso.
- Ayudar a reconocer y legitimar sentimientos y pensamientos disfuncionales o irracionales, con especial foco en:
- Ideas autolíticas.
- Aquellos relacionados con posibles mediadores del duelo (suicidio, muerte “estigmatizada”, evitable, ambigua o incierta).
- Falta de competencia para sobrevivir en la vida cotidiana sin la persona fallecida.
- Generar y fomentar el apoyo social en el entorno habitual de la persona.
- Escucha activa.
- Preguntas abiertas, con cuidado de no inducir las respuestas.
- Normalización de síntomas.
- Reestructuración cognitiva breve:
- Proporcionar información.
- Realizar pruebas de realidad.
- Inducir a la reflexión.
- Fomentar la comunicación verbal y no verbal, el contacto físico y la demostración física de afecto entre los familiares y allegados.
Facilitar la Aceptación de la Pérdida
Cuando la persona está en condiciones de empezar a asumir y comprender la realidad de la pérdida, se pueden implementar las siguientes acciones:
- Hablar en pasado de la persona fallecida.
- Informar sobre los siguientes pasos (qué va a pasar con el cuerpo, trámites, etc.) y empezar a indagar sobre recursos existentes para resolver asuntos inmediatos (seguro de vida, de entierro, etc.). Esto introduce elementos prácticos de la realidad sin el difunto.
- Abordar las cuestiones sobre “ver el cuerpo”: No se recomienda ver el cuerpo debido al impacto que puede ocasionar. Sin embargo, si la persona desea hacerlo, es peor evitarlo, ya que puede desencadenar ideas e imágenes más perturbadoras (“¿Cómo estará que no me dejan verlo?”) o distorsionadas (“¿Y si no va a ser él/ella?”).
Resolución de la Intervención
En esta fase final, se busca consolidar el apoyo y la orientación para el futuro:
- Análisis de problemas inmediatos y fomento de la búsqueda de soluciones.
- Identificación de necesidades y determinación de cuáles son inmediatas y cuáles pueden dejarse para después.
- Necesidades sociales: Identificar personas que puedan apoyar a corto plazo; facilitar la comunicación del fallecimiento a familiares y amigos, tanto cercanos como más distantes.
- Información y orientación a recursos de ayuda: Se proporciona información para la prevención y orientación a recursos de ayuda profesional.
Criterios de Finalización de la Intervención
La intervención de Primeros Auxilios Psicológicos se considera finalizada cuando se cumplen los siguientes aspectos:
- Hay personas que pueden servir de apoyo a los afectados.
- Las emociones más intensas están controladas.
- Se han puesto en marcha acciones derivadas de la toma de decisiones.
- Se ha proporcionado información para la prevención y orientación a recursos de ayuda, incluyendo la normalización de síntomas (es normal que durante un tiempo aparezcan pesadillas, insomnio, falta de apetito, sensación de “oír” o “sentir” al fallecido, ideas o imágenes intrusivas, apatía).
- Se ha informado sobre en qué circunstancias se debería pedir ayuda profesional.
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