07 Sep

TEMA 2: JESÚS HIJO DEL HOMBRE -Jesús de Nazaret nunca aceptó a la anqueta de Mesías. Jesús no se llama a si mismo “Mesías”, sino siempre “hijo del hombre”. En el reino de Dios está representado por el “hijo del hombre” para simbolizar que no se trata de un nuevo reino bestial, sino plenamente humano.
TÍTULOS DE Dios -Hijo de Dios: título que pretende poner de relieve la cercanía entre persona y Dios. -Señor: responde al término con que la versión griega de la Biblia hebrea traducía el nombre propio de Dios: Yahué significa que al llamar a Jesús Kyros se le estaba equiparando con Dios. -Siervo: desarrollada para el profeta
Isaías cuya misión es restaurar la alianza con Dios y cuyo sufrimiento explica las culpas de todos. -Profeta: los judíos esperaban la llegada del profeta. Pero aparece claro que a Jesús lo identificaron con un profeta y un maestro, pero Jesús no se ajusta del todo al estereotipo profeta. EL REINO DE Dios -La expresión reino de Dios se refiere a su actuación definitiva en el mundo y en la historia. El Reino de Dios, es decir, Dios con su ofrecimiento de salvación llega sin que los seres humanos lo hayan “ganado”. Quienes aceptan el Reino de Dios le reconocen felices como padre, consideran que los demás seres humanos son hermanos y hermanas. PARÁBOLAS -Jesús fue dando a entender lo que era el Reino mediante parábolas. La parábola es un tipo de narración muy adecuado para expresar lo inexpresable porque dan que pensar. Estas desconciertan a los oyentes y pone de manifiesto hasta que punto el reino de Dios representa una alternativa radical a las ideas convencionales. Algunos ejemplos son: -La parábola de la levadura y el grano de mostaza: El Evangelio es simbolizado primero en el grano de mostaza a causa de su crecimiento y propagación a través del mundo, en todo el cual ha hecho sentir su divina influencia; y luego en la levadura, a causa de la transformación que ha ejercido en los individuos y los pueblos que lo han recibido. -La breve parábola de la semilla que crece por sí sola -La parábola de las diez vírgenes UNA BUENA NOTICIA PARA LOS QUE SUFREN -Un milagro es la especial intervención de Dios que rompe leyes de la naturaleza y que se realiza como signo con una finalidad solidifica. Las carácterísticas de estos milagros son: 1 son signos del Reino de Dios que aparecen unidos a su doctrina y el 40% de los evangelios narra milagros. 2 tienen un doble significado, apologético que es la demostración de la conducción Divina de Dios, salifico que es la dimensión de la salvación integral del género humano. 3 tiene un carácter público, son históricos, no son mitos ni leyendas. 4 son credenciales de su misión divina y garantía de que el padre le ha enviado. 5 son signos sencillos frente a los milagros griegos que buscan la expectación. CLASIFICACIÓN Y TIPOLOGÍA DE LOS RELATOS MILAGROS -Exorcismos: manifiestan el aspecto interior del reino de Dios, que es liberación de pecado y de Satánás. -Milagros de donación: Jesús interviene en beneficio de la gente, que experimenta la carencia de un elemento material. – Epifanías: manifiesta su divinidad. -Curaciones: manifiestan el aspecto exterior del reino de Dios, liberación de la enfermedad y la muerte, incluye 3 resurrecciones. TEMA 3 LA CRUCIFIXIÓN -El reino de Dios representa una alternativa radical a las ideas convencionales. A Jesús lo mataron por la vida que llevo y la misión que cumplíó. Sobre este por qué de su muerte puede plantearse el para que de su muerte. Si desde un punto de vista teológico-histórico puede decirse que Jesús murió por nuestros pecados y parala salvación de los hombres, desde un punto de vista histórico-teológico a de sostenerse que lo mataron por la vida que llevo. -LUZ DE CRISTO -El terrible final de Jesús significaba que todo había resultado ser falso. La resurrección de Cristo puso en manifiesto que no solo era cierto que el reino de Dios se esta ya presente en este mundo, sino que la muerte lejos de detenerle abre camino a una plenitud aquí desconocida. Amor -Amar como Jesús no es algo que el ser humano pueda lograr por sí mismo, sino una virtud que Dios le regala inmerecidamente; no es el amor con el que el ser humano empieza a amar, sino el amor que llama a su puerta y quiere quedarse a vivir con él. Santo inocula allí el amor divino, que el griego bíblico llama agápê. Una persona que tuviera en su corazón solamente érõs amaría al otro para enriquecerse ella. Si existiera únicamente agápê —algo que solo ocurre en el caso de Dios—, amaría al otro para enriquecerle a él. EL mandamiento del amor -Cuando «un doctor de la Ley preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la ley?, respondíó: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: amarás a tu prójimo corno a ti mismo» Cuatro notas del buen amor -Resulta, pues, que después de haber amado a Dios «con todo el corazón» queda todavía sitio en el corazón para «amar al prójimo como a uno mismo». Francisco de Osuna —un franciscano español de Siglo XVI— decía en su libro Tercer abecedario espiritual que el amor de Dios es «más ensanchador que ocupador». Por eso, el test decisivo para saber si una persona ama mucho a Dios es observar cuánto se le ha ensanchado el corazón para amar a los demás, y en el Juicio final (Mt 25,31-46) no se medirá el amor a Dios, sino el amor al prójimo. Eso le permitíó decir a san Juan de la Cruz: «A la tarde te examinarán en el amor» (Dichos de luz y amor). Ese examen final —el más importante que debe pasar cualquier ser humano— no debería ser difícil de aprobar porque el examinador ha «filtrado» previamente las preguntas.  

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