11 Jun
Emma Zunz: Temas y Símbolos Clave
La obra de Jorge Luis Borges, Emma Zunz, es un relato complejo que aborda temas profundos a través de un simbolismo meticuloso. A continuación, se exploran algunos de sus elementos más significativos.
El Marinero y la Pureza del Horror
Emma rechaza a un primer hombre por considerarlo “muy joven” y por el temor a que le inspirara “alguna ternura”. Este detalle sugiere su búsqueda de un marino mayor, quizás más cercano a la edad de su padre. Finalmente, opta por uno “más bajo que ella y grosero, para que la pureza del horror no fuera mitigada”. La construcción oximorónica “pureza del horror” revela el dolor del sacrificio (el horror) y, simultáneamente, desde su perspectiva psicótica, el valor moral (la pureza) de su acto.
El Agua como Símbolo
El agua que Emma hace traer de Loewenthal, con la intención de que este salga un instante para tomar el pesado revólver, adquiere un doble simbolismo. Por un lado, puede interpretarse como un gesto pilatesco de inculpabilidad, buscando aparentar inocencia ante la sociedad. Por otro lado, dada la profunda importancia simbólica del agua en la tradición judía, también funciona como un emblema de purificación.
La Presencia de Dios y la Religiosidad
La fuerte presencia del tópico religioso es innegable en Emma Zunz, y resulta crucial para comprender el sentido de autoridad que encierra el concepto de Dios en la narrativa. Se distinguen dos concepciones divinas:
- El Dios de Aarón: Un Dios injusto, usurero, al servicio de la avaricia. De Loewenthal —típico ejemplar de la doble moral y a quien se le podría aplicar el refrán: “El que peca y reza, empata”— se dice: “Era muy religioso; creía tener con el Señor un pacto secreto, que lo eximía de obrar bien, a cambio de oraciones y devociones.”
- El Dios verdadero: Representado por figuras como Moisés. El nombre hebreo Emanuel (Emmanuel), que significa “Dios con nosotros” (es decir, Jesús: Dios encarnado en hombre), y Emma, un hipocorístico o aféresis del nombre de su padre, sugieren una conexión con esta divinidad.
Desde la perspectiva de la religiosidad, los nombres de los personajes son significativos:
- Aarón: Remite al hermano de Moisés, idólatra y adorador de un becerro de oro.
- Loewenthal: Su ídolo es el dinero. Se menciona que “había llorado con decoro, el año anterior, la muerte de su mujer —¡una Gauss, que le trajo una buena dote!—, pero el dinero era su verdadera pasión. Con íntimo bochorno se sabía menos apto para ganarlo que para conservarlo.”
- Emanuel y Emma Zunz: Representarían a Moisés, aquel que está con el Dios verdadero.
Emma se auto-reprocha por la soberbia de romper, en día sábado, los billetes que le deja el marinero al creerla una prostituta. Romper dinero es una impiedad, comparable a tirar el pan; Emma se arrepintió apenas lo hizo, considerándolo un acto de soberbia. A pesar de esto, se somete a la violación, mata a Loewenthal y miente, impulsada por una “intrépida estratagema” que, según ella, permitiría a la Justicia de Dios triunfar sobre la justicia humana.
Las Cuatro Jornadas del Sacrificio
Otra alusión al tópico religioso se encuentra en los días en que se desarrollan los hechos. El relato menciona cuatro jornadas de enero en las que Emma planea y ejecuta su sacrificio:
- Jueves 15: Llegada de la carta de Brasil y maquinación del ominoso proyecto.
- Viernes: Día “laborioso y trivial”, con una cena vegetariana (“una sopa de tapioca y unas legumbres”).
- Sábado: El séptimo día en la ley mosaica, día de la ejecución del plan.
- Domingo 18: Día en que Emma irá al cine con sus dos amigas.
Para intensificar la monstruosidad de su sacrificio, Emma lleva a cabo en día sábado una serie de actos terribles que, según su ética religiosa judía, la señalarían como pecadora: entregarse como prostituta al marino (con la implicación del dinero), delatar a los dirigentes de la huelga (sin consecuencias graves, ya que el patrón muere), matar a Loewenthal y mentir a las autoridades y a la sociedad. Aunque Loewenthal muere, el verdadero sacrificio lo encarna Emma.
Contexto Geográfico y Nombres
Aunque la historia se desarrolla en Buenos Aires (calles Paseo de Julio, Almagro, Liniers), con menciones a Lanús y Gualeguay, además de Bagé en Brasil, los personajes son mayoritariamente de ascendencia judía, probablemente vinculados a las numerosas y variadas inmigraciones europeas en la Argentina. En el cuento, se encuentran nombres como:
- Aarón Loewenthal
- Tarbuch
- Manuel Maier
- Emanuel y Emma Zunz
- Elsa Urstein
- Perla Kronfuss
- Gauss
- Fein o Fain
- John Sils
Marco Temporal
La historia de Emma Zunz se sitúa entre 1916 y 1922. La acusación de robo en la fábrica de tejidos ocurrió en 1916, y es en 1922 cuando Emanuel muere en Brasil y Emma decide ejecutar su venganza.
El Suicidio del Padre
Es Emma quien llega a la conclusión de que su padre se ha suicidado debido al oprobio al que Loewenthal lo sometió con la acusación de desfalco.
Hombre de la Esquina Rosada: Elementos Narrativos
El cuento Hombre de la Esquina Rosada de Jorge Luis Borges, también conocido por su personaje central Rosendo Juárez, presenta una rica exploración de la cultura del arrabal y los códigos de honor. A continuación, se detallan sus principales componentes.
Temas Centrales
Los temas que sobresalen en este cuento incluyen:
- El irrespeto a la vida.
- El orgullo, especialmente el generado por la deshonra.
- El machismo.
- La violencia.
Lenguaje y Estilo
El lenguaje de la obra se caracteriza por su estilo arcaico, evocando la época y el ambiente en que se desarrolla la historia.
Ambiente y Escenarios
La narrativa se sitúa en un contexto de arrabal, con descripciones específicas de los lugares:
- Rosendo Juárez era un hombre fuerte de Villa Santa Rita.
- El salón de Julia aparece ubicado entre el camino de Gauna y el arroyo Maldonado.
- El Corralero y sus compañeros provienen del norte.
Época Histórica
El cuento describe un lugar previo a la urbanización y menciona la habanera como música ya reemplazada por el tango, que es lo que se ejecutaba y bailaba en el lugar. Esto permite ubicar los hechos entre la última década del siglo XIX y la primera del siglo XX.
Personajes Principales
- Francisco Real (El Corralero): Hombre alto, fornido, de rostro tipo indio. Vestía de negro, con una chalina sobre un hombro, y su aspecto denotaba autoritarismo y coraje.
- Rosendo Juárez (El Pegador): De melena grasienta, usaba prendas de plata y un sombrero alto de ala fina. Era un hombre respetado por la mayoría del barrio, con mucha suerte y admirado por su coraje, hasta el día en que demostró cobardía.
- La Lujanera: Mujer de Rosendo, que destacaba entre las demás mujeres del barrio.
La Historia de Rosendo Juárez: Un Código de Honor
La escena clave ocurre de noche, en un almacén. Rosendo Juárez, “El Pegador”, le relatará al propio Borges por qué no luchó esa noche. Su explicación es que le pareció una “cosa de botarates” pelear sin motivo, solo para probar el coraje. Afirma que si hubiera tenido miedo, habría peleado. Esto subraya una filosofía particular: el verdadero guapo solo pelea cuando “no hay otro remedio”, revelando una compleja visión del valor y la cobardía.
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