15 Feb
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LA EVOLUCIÓN POLÍTCA DEL REINADO DE Isabel II:
A) Las Regencias de María Cristina y Espartero (1833-1843): La primera década del reinado de Isabel II coincide con su minoría de edad, por lo que actuaron como regentes en primer lugar su madre, María Cristina (1833-1840), y, tras los altercados revolucionarios de 1840, el general Espartero (1840-1843). El periodo de las regencias, fue una etapa fundamental en la implantación del liberalismo en España, no sólo en el ámbito político, sino también en lo económico.
B) El reinado personal de Isabel
II (1843-1868): La mayoría de edad de Isabel II caracterizada por el predominio de los moderados, que gobernaron la mayor parte del reinado. En la llamada década moderada (1844-1854) el régimen político dio un giro hacia posiciones conservadoras, fijadas en la Constitución de 1845. La nueva situación facilitó la firma del Concordato de 1851, que restablecíó las relaciones con la Santa Sede. La monarquía isabelina fue adquiriendo un carácter cada vez más reaccionario bajo el control de los moderados, que sólo estuvieron fuera del gobierno en dos ocasiones:
1) Durante el bienio progresista (1854-1856), que supuso un nuevo impulso para las transformaciones económicas de signo liberal. Pero los progresistas, para acceder al gobierno, tuvieron que recurrir más de una vez al pronunciamiento, en esta ocasión protagonizado por el general O´Donnell en Vicálvaro, “la Vicalvarada”, 1854 y acompañado de un levantamiento popular.
2) Durante el gobierno centrista de la Uníón Liberal (1856-1863), cuyo rasgo más sobresaliente fue la activa política exterior con que O´Donnell pretendíó devolver a España el prestigio internacional. Una serie de intervenciones militares de escaso interés, la expedición a Cochinchina o la guerra contra Marruecos.
EL PROCESO CONSTITUCIONAL:
El principal objetivo de la revolución liberal era el desmantelamiento de la monarquía absoluta y la implantación de una monarquía parlamentaria y constitucional. Se consiguió definitivamente en el reinado de Isabel II.A) El Estatuto Real de 1834:
Pretendía aceptar algunos derechos y libertades políticas, pero sin aceptar todavía el principio de soberanía nacional ni la separación de poderes. Las Cortes no podían iniciar ninguna actividad legislativa sin la aprobación real. Ejemplificaba un tipo de liberalismo censitario partidario de limitar el poder absoluto4.->
B)
La Constitución de 1837:
En 1836 un pronunciamiento progresista obligó a la regente María Cristian a proclamar la Constitución de 1812 y a nombrar un nuevo gobierno que convocó elecciones a Cortes Constituyentes. La composición de las nuevas Cortes reflejaba un absoluto predominio de los progresistas. La nueva constitución cónfería a la corona el poder moderador en la política, siguiendo de este modo una premisa del liberalismo moderado. Proclamaba el principio de soberanía nacional, recogía una amplia declaración de derechos de los ciudadanos así como la división de poderes y la ausencia de confesionalidad católica en el Estado.C) La Constitución de 1845:
su objetivo era ajustar el sistema político a las pretensiones del Partido Moderado para garantizar su ejercicio del poder. Anuló, los aspectos más progresistas de la Constitución de 1837: sustituyó la soberanía nacional por la soberanía conjunta del rey y las Cortes, se aumentaron los poderes del rey, etc. El censo electoral, se restringíó aún más. Consolidó el poder de los moderadosD)
La Constitución de 1856:
Se elaboró durante el Bienio Progresista (1854-1856), pero no llegó a ser promulgada.E)
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