Persona A

2 de mayo de 1980 – 10:10

 Lima (PE)

Persona B

12 de septiembre de 1966 (hora desconocida)

 Bolognesi (PE)

Este aspecto provoca fuertes diferencias que son casi imposibles de superar. La persona del Sol no está segura de su propia identidad, mientras que la persona de Marte tiende a adoptar una postura agresiva en la relación. La presencia de una fuerte energía sexual en la relación es posible, pero ninguno de los dos comprende completamente cómo equilibrar esta energía. Se debe tener cuidado para evitar que el romance sea ahogado por el conflicto.

Hay una fuerte conexión entre ambos socios en esta relación, pero ambas partes pueden llevar consigo el equipaje emocional de su pasado, lo que puede conducir a una atmósfera de inquietud. La persona de la Luna puede no ser capaz de proporcionarle a la persona de Venus cuidado emocional y alimento, y la persona de Venus puede luchar con su propia valía. Ambos socios deben resolver estos problemas internos para que el amor y la comunicación fluyan libremente entre ellos.

Este es uno de los aspectos más frustrantes de la astrología. Causa atracción sexual, y ambas personas esperan encontrar lo que están buscando en la otra persona. Pero la relación puede no ser lo que esperaban. La persona Venus puede tener algunos problemas internos serios, lo que los hace vulnerables. La persona del Sol puede carecer del autoconocimiento requerido para la expresión de su potencial, que la persona de Venus ve en ellos. Se requiere madurez en ambos lados para superar estas dificultades.

Hay una atracción sexual magnética y el compañero de Marte desempeña el papel principal. Este es uno de los aspectos más compatibles en el zodíaco. La fuerte atracción sexual crea una relación apasionada y dinámica. Los deseos sexuales de Marte son respondidos por el lado cálido y sensible de la pareja de Venus.

Este aspecto es similar a la conjunción y produce agudeza y atracción sexual. Las amistades y conocidos pueden resultar de este aspecto. Las personas se sienten emocionadas en presencia mutua y a menudo pueden tener amigos en común.

Este aspecto es excelente para una buena relación. En esta relación, ambas partes aprenden a estar más en sintonía con sus lados instintivos y a actuar en consecuencia. La persona de Marte proporciona energía e impulso a la persona de la Luna, y la persona de la Luna le enseña a la persona de Marte a combinar la emoción con la acción para lograr un propósito. Juntos, pueden usar esta energía para descubrir cosas nuevas sobre ellos mismos y el mundo que los rodea, y al hacerlo, alcanzar sus objetivos y lograr la autosatisfacción.

Con este aspecto, el espíritu de cooperación y armonía permite a ambos socios experimentar la sensación de estar contentos y optimistas. Pueden acumular riqueza material y espiritual, suerte y felicidad porque el estilo de vida de cada persona brinda oportunidades adicionales para la otra. Ambas fuentes de luz iluminan el camino entre ellos.

Este aspecto crea una atracción instantánea, pero a menudo resulta en una relación muy problemática. Ambos socios se atraen y se rechazan al mismo tiempo. La incertidumbre de ambos socios puede aumentar por la naturaleza inestable e impermanente de este aspecto. La relación puede adquirir fácilmente la calidad de un huracán, que puede ocurrir sin ninguna razón aparente.

Este aspecto trae armonía a la relación. Ambos socios se benefician de la oportunidad de compartir sus experiencias debido al entendimiento mutuo. Ambos socios disfrutan de interactuar entre ellos y tienen un gran respeto por la forma en que el otro expresa sus pensamientos e ideas. La comunicación es cálida y fluida en esta relación.

Este aspecto causa dificultades de comunicación, que no son fáciles de superar. El compañero de Júpiter puede desempeñar el papel de profeta, sabio, adivino, respondiendo a las preguntas que Mercurio plantea. Las respuestas dan algunos aspectos de la verdad, que no tienen un beneficio real para el progreso de los pensamientos de Mercurio. Como resultado, deben cambiar de opinión o reconciliarse con el papel subordinado en la relación. Con este aspecto, el compañero de Mercurio usa al compañero de Júpiter para expandir su propia conciencia. El compañero de Júpiter puede explicarle a Mercurio sus pensamientos, pero a Mercurio puede no gustarle las explicaciones o puede que no coincidan con su línea de conducta. Júpiter puede sentirse decepcionado o dudar de sus problemas originales. Puede ser difícil para el socio de Júpiter tratar con la información que el socio de Mercurio considera relevante. La mente superior de Júpiter y la mente inferior de Mercurio no se complementan, aunque ambas puedan tener poder.

En esta relación, la persona de Mercurio trata de enseñarle a la persona de Venus cómo expresar su amor. Ambas partes entienden el amor de diferentes maneras, y los desacuerdos pueden ser el resultado de esto. Este aspecto podría dificultar la comunicación normal y mundana.

La interacción kármica de experiencias puede causar el crecimiento de ambos socios. La pareja de Venus ve la posición de poder de sus padres en la pareja de Saturno y simbólicamente vuelve a experimentar el sentimiento de amor que le dieron a sus padres, el sentimiento que parece percibirse solo con frialdad. Al mismo tiempo, la persona de Saturno puede verse a sí misma en el papel de un padre para ayudar a la conciencia de Venus a alcanzar la madurez. Saturno quiere que Venus acepte más responsabilidad, no centre los sentimientos solo en la búsqueda de la belleza y la estética que crea la frustración subconsciente. Como resultado, ambos socios experimentan lecciones kármicas difíciles. La irritación, la frustración, el bloqueo de los sentimientos, el sentimiento de dependencia pueden ser factores predominantes en la relación, lo que hace que este aspecto sea similar al legendario nudo gordiano.

Este aspecto agrega una nota de armonía agradable a la relación. La naturaleza amorosa de la pareja de Venus encuentra el desarrollo en la inteligencia superior de la pareja de Júpiter. La relación está imbuida de optimismo, generosidad y un sentimiento abierto de amor que no es limitante, de modo que la sexualidad se vuelve secundaria en comparación con una experiencia más satisfactoria. Si ambos socios son razonables, el resultado de este aspecto puede ser una gran riqueza.

Con este aspecto, la energía de la persona del Sol está limitada por la madurez y la sabiduría de la persona de Saturno. La persona de Saturno también puede proyectar tradiciones sociales en el estilo de vida de la persona del Sol. Como resultado, la relación comienza a simbolizar algo más que dos personas involucradas en ella. Esta relación es kármica, donde la persona de Saturno proporciona poder a la persona del Sol para realizar su propio potencial. Esta es una fuerte conexión para el matrimonio, ya que se fortalece con los años. La persona del Sol es como una planta con flores; la persona de Saturno es el jardinero que se asegura de que florezca. Este aspecto permite a ambas partes superar numerosos obstáculos juntos.

El compañero de Saturno lleva al compañero de Mercurio a las lecciones necesarias, les cuenta sobre la responsabilidad, la carga y los medios para lograr la sabiduría, lo que agregará plenitud a su existencia. El socio de Mercurio necesita ganarse el respeto de Saturno y, por lo tanto, tiende a desarrollarse. Las cualidades más frívolas de Mercurio están limitadas, ya que Saturno imprime la sabiduría de una conciencia madura sobre las cualidades pueriles del compañero de Mercurio. Mercurio hace preguntas y obtiene respuestas serias en forma de proverbios, enseñanzas y citas; estas reacciones serias ayudan a desarrollar la confianza. Este aspecto representa a un niño que mira a los ojos a su padre y le dice: «Papá, ¿me enseñarás?» – Y el padre enseña.

Aquí las fuerzas de la luz y la oscuridad se mezclan para desarrollar una sensación de fuerza unida, que ayuda a ambos socios a experimentar lo mejor de ambos mundos. El Sol revela energía no tratada en la persona de Plutón, que ayuda a Plutón a darse cuenta del poder oculto. Rebasando sus talentos naturales y desarrollando fuerza, Plutón eleva al compañero Sol a las mayores alturas. Este aspecto implica muchas transformaciones. La verdad y la luz del Sol pueden usar energía no tratada, simbolizada por Plutón, para hacer descubrimientos. La energía subconsciente de Plutón necesita desarrollarse y pulirse, antes de que pueda brillar como un diamante.

Este aspecto puede traer romance, pero también puede evitar el contacto profundo necesario para las relaciones largas. Es difícil para el compañero del Sol comprender la longitud de onda mental de Neptuno, ya que este último tiende a alejarse a otras «esferas mentales». Esto causa dificultad de comunicación en los niveles internos. Como resultado, el Sol aspira constantemente a Neptuno, pero nunca llega al otro. Esta situación es una reminiscencia del cortejo constante, y finalmente lleva a la persona del Sol a darse cuenta de que siempre se quedan con las manos vacías. Si la relación funciona, la persona de Neptuno necesita comprender que no puede engañar constantemente al Sol.

Este aspecto crea la armonía entre la inteligencia de Mercurio y el conocimiento inusual o imaginativo que Urano ha recopilado. A través de su mente «inferior», Mercurio busca categorizar y analizar todo lo que se percibe. Pero al hacerlo, pueden pasar por alto muchas cosas que podrían enriquecer el pensamiento. A través de esta relación con el socio de Urano, Mercurio se vuelve más inventivo, original y adquiere un mayor contacto con las muchas oportunidades existentes, que de otro modo podrían pasarse por alto. Esta relación puede tener un toque de genio, si ambos individuos trabajan juntos hacia un objetivo común.

Aquí la mente activa de Mercurio puede estar decepcionada con el misterio de Neptuno. Al mismo tiempo, Neptuno puede sentirse limitado debido a la posición analítica de Mercurio. Neptuno puede intentar ayudar a Mercurio en el desarrollo de la intuición, para que Mercurio pueda sentir lo que está tratando de comprender por la mente. Sin embargo, cuando la mente se vuelve menos efectiva, Mercurio puede considerar a Neptuno como una sombra sobre sus pensamientos. La desconfianza o la comunicación tortuosa dificultan que este aspecto establezca una relación fuerte y duradera.

El núcleo de esta interacción es un sentido saludable de libertad e igualdad. La relación es moderna y orientada hacia el futuro, y ambos pueden estar igualmente interesados en nuevas formas de pensar y en nuevas religiones. Es una conexión armoniosa de sus mentes superiores, por lo que si desea aprovecharla al máximo, dependerá de cuánto tiempo y energía gasten como pareja, consciente y voluntariamente, en actividades que expandan su mente.

Saturno y Urano son planetas muy diferentes. Urano es más activo y ayudará a Saturno a salir del caparazón y eliminar las barreras. Urano puede hacerlo intuitivamente o mediante tácticas de choque. A veces, Urano puede parecer frío y reservado. Pero Saturno entiende esto y puede responder positivamente a esta provocación. A menos que estén en desacuerdo entre sí, Urano radical y Saturno conservador simplemente no pueden resistirse el uno al otro.

Se interesan mutuamente y se enseñan exactamente lo que necesitan saber cuando lo necesitan. Saturno tiene un sentido saludable de la realidad donde Neptuno lo echa de menos, mientras que Neptuno es consciente de otra dimensión de la realidad que puede ayudar a Saturno. Neptuno ayuda a Saturno a tomar conciencia de sus habilidades psicológicas y tal vez incluso a cumplir con sus obligaciones mejor y de más maneras. Saturno proporciona una base real para las visiones e ideas de Neptuno.

Este aspecto es básicamente una conexión comercial. Pueden apoyarse mutuamente en su carrera o como individuos. Saturno estará a cargo del lado organizacional, mientras que Plutón asegurará el esfuerzo activo y la comprensión necesaria. Juntos pueden formar una pareja impresionante que causará una fuerte impresión en cualquier grupo o individuo. Por otro lado, cuando la relación experimenta problemas con respecto a quién está en el poder, las cosas pueden ponerse feas. Por lo tanto, es vital mantener el control bueno e iluminado de esta conexión energética indudablemente poderosa.

Saturno tiene la capacidad de soportar lo que es exclusivo de Urano, o al menos indirectamente mostrar cómo podría (y debería) encajar mejor en el statu quo. Urano, por otro lado, puede ofrecerle a Saturno una nueva perspectiva de la vida que aclarará problemas difíciles y, en parte, también mostrará en qué áreas de la vida la persona de Saturno es el mayor enemigo de sí mismos. Entonces, esta interacción contiene un elemento útil para la resolución de problemas a dos caras. Básicamente, es un aspecto de una amistad sana y franca o una cooperación en un proyecto específico.

Saturno cree que las debilidades y peculiaridades de Neptuno son perjudiciales para la estabilidad y prosperidad de Saturno. Neptuno, por otro lado, considera que los miedos e inhibiciones innatas de Saturno son frustrantes y restrictivos. Entonces, el resultado puede ser mucha culpa y reproches. La persona de Saturno siente que debe mantener la relación mientras Neptuno es poco confiable e irresponsable, al menos según Saturno. Pero la persona de Neptuno no puede soportar que deba jugar de acuerdo con las reglas de Saturno y considera que Saturno es un «padre despótico», que niega incluso la más mínima alegría.

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