26 May

APOLO Y DAFNE. Barroco, Bernini, galería borghese Roma, mármol.

Apolo y Dafne parecen modelos de la antigüedad representados con los criterios de la idealización clásica con un movimiento realista. Bernini fue el primer artista que se atrevió a plasmar el movimiento de la metamorfosis captando el instante. Con respecto a sus expresiones Dafne se da la vuelta aterrorizada al sentir la mano de Apolo, y este tiene una expresión estupefacta al ver la metamorfosis. La escultura es exenta pero solo se puede ver desde un punto de vista privilegiado. Bernini esta interesado en la luz así pulió unas superficies para que la luz las acariciara y entretallando otras subrayando la tensión emocional, simuló las ojeras en los ojos mostrando un gran virtuosismo en el tratado de la piel. Las curvas que confluyen en la base desde donde sale el árbol acentúa el arqueo del cuerpo de Dafne.
Esta obra se basa en un episodio de la Metamorfosis de Ovidio, un poema que recoge historias y leyendas mitológicas, la ninfa Dafne es hija del Dios Peneo, y se consagró a Artemisa. Apolo se enamoró de ella y Dafne le pidió ayuda a su padre y este la convirtió en laurel, haciendo que Apolo considerase este árbol sagrado. Bernini fue escultor, arquitecto y pintor y en sus obras desprendía emoción y dramatismo, combinó el punto de vista renacentista, el instante, el Realismo y el tratado de la piel reflejando la emoción y el movimiento.


LAS MENINAS. Velázquez, Barroco, oleo sobre lienzo, museo del prado.
El pintor hizo que la luz incidiese en las figuras de primer plano, las alejadas están en penumbra. El juego de luces y sombras crea una ilusión del espacio. La luz entra por la puerta del fondo dando profundidad. La paleta es clara, luminosa y con gran riqueza de colores. La pincelada es larga y fluida difuminando los contornos.
Los personajes estas dispuestos en dos grupos de tres, el central con la infanta Margarita, acompañada de sus menina María Angustia Sarmiento le da agua e Isabel de Velasco se inclina, a la derecha esta la enana Maribárbola, el enano Nicolasito Pertusato y un mastín, este grupo al tener anomalías físicas y por el color oscuro acentúa la figura del otro grupo. Detrás está una dama de honor y un guardadamas. En el otro extremo detrás del cuadro nos encontramos con Velazquez cuya cruz fue añadida tras su fallecimiento por orden del rey. El hombre al fondo es José Nieto acomodador de palacio y reflejados en espejo los reyes de España. 
Esta tela de grandes dimensiones fue conocida como El retrato de la infanta Margarita, su primer titulo fue La familia y posteriormente Las Meninas. Las diferentes interpretaciones fueron un retrato de la infanta, un retrato de la familia real o el reconocimiento social del artista, intento de pintar al rey. Este cuadro fue muy apreciado por el rey.
Velazquez asimila el arte pictórico del pasado y de su época creando una obra personal. Gracias al color y la luz se hizo un genio de la perspectiva. Sus cuadros son una mezcla de luz, color, profundidad y perspectiva. Futuros autores se fijaran en el como Goya y Monet.


SAN CARLOS DE LAS CUATRO FUENTES, borromini, Barroco, Roma, ladrillo y estuco.
Borromini dividió la fachada en dos pisos combinó columnas normales y de orden gigante. Los demás elementos de la fachada rompen el esquema potenciando ritmos ondulantes y ascendentes dan dinamismo. El entablamento inferior es horizontal y unitario, el entablamento superior esta segmentado por el medallón, las columnas gigantescas potencian la verticalidad. Los capiteles corintios inclinan sus volutas hacia fuera. La planta de la iglesia representa el triunfo de una mente racional, la planta ovalada integra elementos para dotar de unidad al conjunto. Se establecieron dos elementos 16 columnas de orden compuesto y un entablamento, sobre este un conjunto de arcos de medio punto y pechinas sostienen cúpulas ovaladas de casetones geométricos que dan mayor altura. La semicúpula busca mayor profundidad y las ventanas ocultas crean el efecto de la cúpula y brilla suspendida sobre el espacio de la iglesia. Este fue el primer proyecto exclusivo de Borromini en un solar irregular y pequeño como resultado se convirtió en un arquitecto reconocido que concebía los edificios como un conjunto orgánico de fuerzas en tensión con una técnica angustiada jugando con límites curvas elipses espacios cóncavos y convexos al servicio del  movimiento.


COLUMNATA DE LA PLAZA DE San Pedro DEL VATICANO, Bernini Barroco y vaticano.
El planteamiento de Bernini consiguió salvar la exigencias de un acceso digno a la basílica de San Pedro para acoger a los peregrinos y dar una perfecta visión del papa en el balcón Loggia, el punto central de la plaza es el obelisco. Como sede del cristianismo la propia forma del edificio debía tener un significado especial. Bernini ideo una primera plaza delimitada por dos brazos rectos y ligeramente convergentes formando una plaza elíptica permitiendo la visión del Papa desde cualquier punto. Los dos brazos ovalados teinen cuatro hileras de columnas y pilares dóricos que sostienen un entablamento de orden jónico. La columnata culmina en una balaustrada de 140 estatuas de santos y mártires. Bernini daba importancia a la cúpula de Miguel Ángel relegada a un segundo plano por la fachada de Maderna y por unos recursos ópticos convertía la cúpula en el eje visual de la basílica. Tras años de guerra la Iglesia retomó de nuevo su autoridad para acercarse a sus fieles. La columnata dejaba entrever la basílica medio oculta por las columnas, cuando se atravesaba esas columnas se podía ver la grandiosa arquitectura. Como arquitecto realizó otras obras como el Baldaquino de San Pedro y la Catedral de San Pedro.


LA GIOCONDA, leonardo da vinci, Renacimiento, oleo en tabla Louvre.
Lo que más llama la atención es su enigmática mirada y atractiva sonrisa, su ausencia de cejas y pestañas y la coloración verdosa del rostro aumenta su magnetismo. Para conseguir esa mirada y sonrisa, el autor pintó con paciencia sobre un delgado soporte de madera preparado con capas de enlucido, dibujó directamente sobre el cuadro y luego lo pintó con colores diluidos  para dar luz y sombras naturales. El paisaje del fondo esta formado por dos partes independientes que acentúan la sonrisa de la mujer. Leonardo difuminó los ojos y los labios empleó el sfumato en los rizos que caen sobre los hombros fundiéndose con las rocas y el chal, consiguió recrear los efectos sutiles de la luz sobre la piel y el paisaje, imita la piel a la perfección y la luz y la paleta de colores dulcifica el retrato. La composición es secilla, una mujer sentada en una silla frente a un paisaje. La dama gira el cuerpo y dirige la mirada al espectador. Lo difícil es conseguir que nada parezca inmóvil incluso las formas del paisaje parecen fundirse unas con otras. Para realizar su aire de misterio recurrió a el paisaje la línea izquierda del horizonte es mas alta que la derecha, así a la izquierda la mujer es mas alta cambiando ante los ojos del espectador.


Bóveda DE LA CAPILLA SIXTINA. Miguel Ángel, Renacimiento, fresco muro.
La Concepción escultórica guío la pintura de Miguel Ángel. Para que cada figura tuviera una postura diferente realizó estudios y esbozos previos. Los cuerpos desnudos y la naturalidad desvelan su conocimiento anatómico. La restauración reveló colores fuertes y luminosos. A medida que te acercas al altar, las figuras son mayores y las pinceladas libres y enérgicas.
Simulo 10 arcos fajones para divdir 9 tramos y dos falsas cornisas parten los tramos en tres registros, contando historias del antiguio testamento. En las esquinas están sentados adolescentes desnudos con medallones de bronce. En los lunetos y los tímpanos laterales los antepasados de Jesús, y alternan cinco sibilas y siete profetas. Las pintures de la Capilla Sixtina representan sucesos espirituales de la Humanidad e historias bíblicas. La escena más famosa es la creación de Adán.


La composición aparece dominada por la arquitectura nítida y rítmica de soportal en el que sucede la escena. Ccmo es habitual en el Quattrocento un cuidadoso dibujo es el constructor de la magen pictórica. En ella se emplean colores de una gama cromática muy amplia pero que armonizan con su leve saturación La escena parece tener una iluminación difusa que genera un delicado claroscuro y una suave sensación de volumen que junto con el ya comentado dibujo crea unas figuras delicadas y dulces de contornos fluidos y apariencia ligera del Ángel y la Virgen, que entroncan con las también delicadas figuras del Gótico internacional cuya influencia en Fra Angelico es evidente. Sin embargo, otros elementos determinantes alejan esta imagen de la estética Gótica y la sitúan en la del Quattrocento: – La ya mencionada claridad compositiva, basada en los ritmos de la arquitectura representada y que afecta incluso los árboles del fondo que parecen repetirse pautadamente con unas formas que parecen más las de un jardín modelado por el hombre que las de un bosque. – Esta misma arquitectura de formas nítidas, sencillas y desnudas cuyos elementos (Columnas clásicas de capiteles corintios en la columnata paralela al plano del cuadro y jónicos en la perpendicular a éste o los arcos de medio punto que sostienen) evocan las del Renacimiento y en especial los soportales del claustro que Michelozzo estaba realizando en el propio convento. – El empleo de la perspectiva cónica frontal para representar de un modo coherente el espacio y las relaciones ente las figuras representadas y éste. – La idealización de las figuras y rostros del ángel y de la Virgen y la contención expresiva de éstas. – Fra Angelico, llevado por su devoción mariana, trató en numerosas ocasiones el tema de la Anunciación y en éstas vemos como suelen aparecer en el jardín del fondo las figuras de Adán y Eva siendo expulsados del Paraíso terrenal. Así, se aludía a estos como los que hacen recaer sobre la humanidad el pecado original y a la Virgen que al traer a Cristo al mundo nos libera del pecado.Sin embargo, Fra Angelico en este caso no representa a Adán y Eva ya que parece querer poner el acento en el mismo momento de la Anunciación. La claridad y austeridad de la imagen parecen también evidenciar esto. Además, para resaltar esto, Fra Angelico se deja de excesivas minuciosidades y sólo se las permite en el tratamiento del ala del ángel o en las algo estereotipadas plantas del jardín. Todas estas características han hecho de esta imagen un símbolo no sólo de la pintura de Fra Angelico sino de toda la pintura quattrocentista florentina. La misma delicadeza en el tratamiento de las figuras marianas tendrá su continuador en pintores como Fray Fillippo Lippi hasta evolucionar en los modelos de Perugino ya a finales del Siglo XV, y de Rafael a comienzos del Cinquecento.

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