10 May

Ideas erróneas sobre el crédito

  • Ideas erróneas sobre el crédito:

    • Es dinero extra

    • Comprar a crédito es igual que comprar en efectivo

    • Los bancos saben cuánto nos pueden prestar; serán responsables si no pagamos

    • La puerta del banco siempre estará abierta para prestarnos dinero

    • Si no podemos pagar, podremos negociar y aplazar los pagos

  • Ideas correctas sobre el crédito:

    • No es dinero extra

    • Un crédito no es gratis. Por el servicio hay que pagar intereses y comisiones

    • Es nuestra responsabilidad saber cuánto podemos pagar cada mes y cumplirlo

    • Obtener un crédito depende de nuestros ingresos e historial de crediticio

    • Si no cumplimos el contrato nos pueden embargar los bienes

Los componentes de un préstamo:


Una operación de préstamo es un contrato por el que la entidad financiera (prestamista) entrega una cantidad de dinero a una persona (prestatario) con la obligación de que la devuelva y abone intereses pactados y los gastos derivados de la operación

Los componentes básicos de un préstamo son:

  • La cantidad que solicita: es el importe del préstamo, llamado capital o nominal

  • La cantidad efectiva que se recibe: resulta de restar al capital prestado los gastos y comisiones iniciales

  • El plazo de amortización: tiempo en el que se devolverá el préstamo

  • El tipo de interés: precio que la entidad financiera nos cobrara por prestarnos dinero. Hay que distinguir entre el tipo de interés nominal (TIN) del préstamo y su coste real o tasa anual equivalente (TAE)

  • La cuota: importe periódico del pago con el que se devolverá el préstamo, generalmente en mensualidades

  • Las comisiones: hay comisiones de apertura y de estudio del préstamo, comisiones por amortización anticipada (si nos demoramos en pagar)

  • Otros gastos: sobre todo en los préstamos hipotecarios existen también gastos de notaría y registro, la tasación o valoración de la vivienda, de gestión, de seguros o de garantías e impuestos COSTE TOTAL= capital+ intereses+ comisiones+ otros gastos

Préstamos personales e hipotecario

  • Finalidad: un préstamo personal es financiar bienes de consumo (coche, vacaciones, bodas, estudios…) mientras que el fin de un préstamo hipotecario es comprar o rehabilitar una vivienda

  • Como una vivienda tiene un valor muy superior al resto de bienes, tanto el importe como el plazo son mayores en los préstamos hipotecarios suelen ser a muy largo plazo (normalmente más de 15 años)

  • El que contrata un préstamo personal ofrece como garantía todos sus bienes, presentes y futuros. En un préstamo hipotecario se ofrece, además de la garantía persona, la vivienda hipotecada, que pasará a ser propiedad del banco en caso de impago

  • La garantía de la vivienda supone menos riesgo para la entidad financiera. Por ello los tipos de interés de un préstamo hipotecario son inferiores a de los préstamos personales, que resultan más baratos

  • Antes de conceder un préstamo, la entidad de crédito realizará un estudio para valorar nuestra capacidad de pago. El indicador que se utiliza es la relación entre la cuota mensual del préstamo y los ingresos netos mensuales del solicitante. La cuota mensual no debe sobrepasar el límite del 30% al 35% de los ingresos netos.

  • En el estudio, el banco también valorará o tasará el patrimonio (inmuebles y otros bienes) que sirve de garantía. Además, si el banco tiene dudas sobre nuestra capacidad de pago o sobre la garantía ofrecida, nos exigirá tener un avalista

El tipo de interés

  • Tipo fijo: el tipo de interés y la cuota mensual permanecen constantes durante toda la vida del préstamo. Su ventaja es que nos permite conocer de antemano cuánto pagaremos cada mes. Su inconveniente es que suele ser un interés superior al variable.

  • Tipo variable: el tipo de interés se revisa periódicamente, al alza o a la baja, en función de la evolución de un indicio de referencia (el euribor)

Las tarjetas de crédito:


Las tarjetas de crédito tradicionales cobran el importe total de las compras efectuadas de una vez (a final de mes o a principios del siguiente). Las tarjetas revolving permiten el aplazamiento del pago mediante una cuota mensual, como si se tratara de la devolución de un préstamo.

Con las tarjetas revolving se concede al titular un límite de crédito (en general entre 600 y 6000 euros), que puede utilizar a medida que lo necesite. El titular establece la cuota que quiere pagar cada mes (aunque siempre existe una cuota mínima mensual) y puede volver a usar el crédito (revolving) en la medida en que vaya pagando las cuotas.

Es aconsejable pagar una cantidad superior a la cuota mínima (cuanto más paguemos, más corto será el tiempo necesario para cancelar la deuda y menos intereses nos supondrá).

En las tarjetas revolving hay que prestar especial atención al tipo de interés. Las entidades suelen expresarlo en un porcentaje mensual. Así, un tipo del 2% mensual equivale al 24% anual (26,82% TAE), uno de los créditos más caros que existen.

Otras opciones de financiación

Las tarjetas comerciales: Estas tarjetas las emiten los grandes almacenes y cadenas de tiendas para efectuar compras en sus establecimientos. Ofrecen determinadas ventajas, como aplazar el pago a fin de mes o a tres meses sin intereses

Créditos rápidos y mini préstamos: Los llamados créditos rápidos son préstamos que se conceden por importes pequeños (entre 500 y 9000 euros) y plazos de devolución de hasta 5 años. Se contratan en 24 o 48 horas, casi sin trámites ni papeles. El gran inconveniente es que la TAE suele estar entre el 20% y 28% o más. Los mini préstamos rápidos son una forma de obtener entre 50 y 750 euros para llegar a fin de mes o pagar un imprevisto. Su plazo de devolución no suele superar los 30 días

Sobre endeudamiento: causas, efectos y medidas

El riesgo de impago y la reunificación de deudas: La reunificación de deudas consiste en agrupar todas las deudas pendientes (hipoteca, préstamos personales, tarjetas…) en un único préstamo hipotecario, ya que su tipo de interés es mucho más bajo que el de cualquier otro crédito. El objetivo es unificar en una sola cuota mensual todos los pagos.

Las consecuencia del impago: Con las primeras cuotas que se dejan de pagar, el banco aplica intereses de demora y comisiones de impago que hacen crecer la deuda. A partir del tercer impago el banco puede iniciar una reclamación judicial.

  • Si es un préstamo hipotecario, el banco solicitará al juez la ejecución de la hipoteca. El propietario tendrá un plazo para pagar la deuda, pero si no lo hace, se subastará la vivienda. Si con la suma obtenida en la subasta no se cubre la deuda, además de perder la vivienda, el prestatario aún seguirá teniendo una deuda con el banco y éste podrá exigir el pago a sus avalistas o embargar sus otros bienes. La dureza de esta medida a generado un amplio debate social, en el que muchas personas plantean que se permita la dación en pago , por la que el propietario se libera de la deuda total entregando la vivienda al banco

  • Si se trata de un préstamo personal, ante una situación de impago prolongado, la entidad financiera podría conseguir que un juez embarga los bienes del deudor (vivienda, coche, cuentas bancarias, parte de su nómina o pensión…) para saldar la deuda

Los registros de morosos: No pagar una deuda puede suponer que no incluyan en los ficheros de morosos, lo que nos dificultará obtener financiación en el futuro

La gestión del riesgo y los seguros

Tipos de seguros más contratados

  • De responsabilidad civil: si causamos daños o perjuicios a otras personas (si no hay intencionalidad) la compañía está obligada a pagar las indemnizaciones correspondientes

  • De hogar: protege nuestra casa de desastres como el fuego, los robos… La compañía pagará los costes de reposición de bienes o de reparación de daños en función del valor que hayamos declarado que tienen

  • De vehículos: todo propietario está obligado a tener un seguro de responsabilidad civil (daños a terceros). A esta cobertura se pueden añadir otras hasta llegar al seguro a todo riesgo

  • De vida: su propósito es asegurar que, en caso de fallecimiento de una persona, su familia (beneficiarios) reciba una prestación económica

¿Cómo funcionan los seguros?: La prima o precio del seguro se basa en las posibilidades perdidas que la compañía tendrá al indemnizar a los asegurados. Las compañías de seguros miden nuestra probabilidad de tener siniestros para decidir cuánto nos cobrarán, así que el precio varia de persona a persona, dependiendo de factores de riesgo como la edad, el historial de partes… Al contratar el seguro, el asegurado recibe una póliza o contrato de seguro en el que se detalla qué riesgos cubre y cuáles no, el límite de esa cobertura y cómo dar un parte de reclamación en caso de siniestro. No todos los que contratan un seguro necesitarán dar partes. De hecho, si lo hicieran, arruinan a sus compañías de seguros.

Franquicia o deducible: cantidad o porcentaje de los daños que no están asegurados

Los ingresos y gastos públicos

Cotizaciones sociales: Son los pagos que se hacen a la Seguridad Social y por los que se adquiere un derecho a percibir determinadas prestaciones. En España, las cotizaciones se calculan tomando como base el salario de los trabajadores y las pagan tanto las empresas como los trabajadores.

Tributos: Los impuestos representan más de la mitad de los ingresos públicos, dentro de los impuestos se distinguen:

  • Impuestos directos: gravan la renta o la riqueza de las personas y empresas en función de sus circunstancias económicas y familiares. Por tanto quienes ganan o tienen más dinero pagan más que quienes tienen menos ingresos o riqueza. Los más importantes son el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), el impuesto sobre sociedades (IS) que recae sobre el beneficio neto que obtienen las empresas; y el impuesto sobre patrimonio, que recae sobre el conjunto de bienes que posee una persona

  • Impuestos directos: gravan hechos concretos (el consumo), inmediatamente de la identidad y de las circunstancias de la persona que los realiza. Es decir, los paga todo el mundo por igual, se gane o se tenga más o menos dinero. El principal es el impuesto sobre el valor añadido (IVA), que pagamos cada vez que compramos un producto o contratamos un servicio. También están los impuestos especiales, que se pagan por consumir determinados productos, como el alcohol, el tabaco o la gasolina

Tasas: son tributos que se pagan por el uso de un bien o servicio ofrecido por la Administración. Se pagan tasas académicas, tasa por recogida de basura o alcantarillado, por el permiso de conducir…

Contribuciones especiales: son tributos que pagan quienes se benefician de una obra o servicio público, como la pavimentación de una calle o la construcción de una acera, que beneficia especialmente a los vecinos que viven en la zona

Otros ingresos: Transferencias corrientes, ingresos patrimoniales (por los beneficios de las empresas públicas), operaciones de capital, como venta de empresas públicas (privatización) o por los fondos de la Uníón Europea (fondos feder), de desarrollo regional

Los principales impuestos

El IRPF: Es un impuesto directo y progresivo que grava la obtención de renta de los ciudadanos y que aporta al Estado más de un tercio de lo que se recauda. Se tributa por los ingresos obtenidos durante el año:

  • Del trabajo (salario, beneficios del empresario individual, pensiones)

  • Del capital inmobiliario (inversiones de carácter financiero, intereses…)

  • Del capital inmobiliario (alquileres, ganancias por venta de viviendas…)

El IRPF tiene en consideración las circunstancias personales y familiares que tienen los ciudadanos. Hay una cantidad por la que no se paga (o cantidad exenta) que es el mínimo personal y familiar necesario para vivir. A partir de esa cantidad mínima, los contribuyentes empiezan a pagar. Además, existen descuentos, que varían cada año en función de lo que decida el Gobierno, ejemplo (por trabajar fuera de casa y tener hijos pequeños, por ahorrar para la jubilación…). Este impuesto se paga poco a poco, ya que las empresas retienen una parte del sueldo mensual que pagan a sus empleados a cuenta del impuesto y la abonan a Hacienda. Por esa razón, en el momento de realizar la declaración (en la primera del año siguiente) se debe restar todo lo que se ha pagado a cuenta el año anterior. Si tras esta resta resulta una cantidad positiva, hay que ponerla a Hacienda, pero si hemos abonado de más. Hacienda nos devuelve la diferencia.

El impuesto sobre el valor añadido (IVA): El IVA es un impuesto directo que se paga al comprar un producto o contratar un servicio. A diferencia del IRPF, el iva no tiene en cuenta las circunstancias personales y familiares del contribuyente, de modo que todos pagamos lo mismo. Al vender sus productos, las empresas cobran el IVA y después se lo pagan a la Agencia Tributaria (hacen de recaudadoras forzosas para Hacienda)

La fiscalidad de las empresas: El empresario individual, como toda persona física, obtiene rentas de la explotación de su negocio y por ello debe pagar el IRPF. Las sociedades como personas jurídicas, deben pagar el Impuesto de Sociedades (IS) por sus beneficios. El IS es un impuesto directo que grava la renta obtenida por las sociedades de forma proporcional, porque se obtiene aplicando un tanto por ciento fijó (el 25% como tipo general) sobre el beneficio obtenido en el periodo. La empresa actúa como recaudador, cuando la empresa paga salarios a sus trabajadores o al cobrar el IVA a sus clientes, está obligada a actuar como recaudador intermediario entre el contribuyente y Hacienda. Esto le lleva a retener pagos en el IRPF o a cobrar el IVA, y a ingresar después esas cantidades en Hacienda

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