24 Jun
La Contabilidad de Costes y la Competitividad Empresarial
En las empresas, cada día es mayor el grado de exigencia en el nivel de competitividad en calidad y coste. Para dar respuesta a esto, se precisa de una información exacta sobre los costes y la forma de proceder en cuanto a las actividades, los procesos, los productos, los servicios y los clientes, así como la mejora permanente de la calidad.
¿Qué es la Contabilidad Analítica o de Costes?
La contabilidad analítica o contabilidad de costes permite conocer los costes de los productos o servicios y los costes de los departamentos o de las distintas funciones de la empresa.
La contabilidad analítica permite identificar lo que cuesta un determinado producto o servicio, lo que cuesta cada una de las etapas de elaboración de dicho producto o servicio y lo que cuesta un departamento de la empresa.
La contabilidad analítica pretende aportar información relevante, histórica o previsional, segmentada o global, sobre la circulación interna de la empresa para la toma de decisiones. Dado su carácter interno, cada empresa puede utilizar el sistema de cálculo de costes que más se adapte a sus necesidades. No hay en ningún país un sistema de aplicación obligatoria para la contabilidad de costes.
Preguntas que Responde la Contabilidad Analítica
La contabilidad analítica puede responder a las siguientes cuestiones:
- ¿Qué productos son rentables?
- ¿A partir de qué precio de venta no se pierde dinero con un determinado producto?
- ¿Cuánto cuesta un determinado departamento?
- ¿Cuánto cuesta cada parte del proceso de producción de un determinado producto?
- ¿Cuál es la rentabilidad que se consigue con un determinado cliente?
- ¿Vale la pena subcontratar una determinada actividad?
Diferencias con la Contabilidad General o Financiera
Por otro lado, la contabilidad general o financiera informa sobre las relaciones de la empresa con el exterior (acreedores, bancos, empleados, accionistas,…) por medio de las Cuentas Anuales (el balance, el estado de cambios en el patrimonio neto, la cuenta de pérdidas y ganancias y la memoria) que se confeccionan de acuerdo con el Plan General de Contabilidad aprobado en cada país y que, en nuestro caso, es obligatorio.
La contabilidad financiera permite responder, entre otras, a las siguientes cuestiones:
- ¿Podrá la empresa devolver sus deudas?
- ¿Dispone de suficientes capitales propios?
- ¿Ofrece una rentabilidad suficiente a los accionistas?
- ¿Gestiona adecuadamente sus activos?
Comparativa: Contabilidad Financiera vs. Contabilidad Analítica
Aunque el texto original presenta una tabla, la información se puede estructurar mejor como una comparación de enfoques y resultados:
- Contabilidad General/Financiera: Se enfoca en las relaciones externas y presenta información en las Cuentas Anuales (Balance, Estado de Cambios en el Patrimonio Neto, Cuenta de Pérdidas y Ganancias, Memoria). Informa sobre la situación global y el rendimiento financiero para terceros.
- Contabilidad Analítica/De Costes: Se enfoca en la gestión interna. Proporciona información detallada sobre el precio de coste de productos o servicios, los costes de cada etapa del proceso de fabricación y los costes por departamento. Es clave para la toma de decisiones internas.
Objetivos y Usos del Cálculo de Costes
Cabe señalar como objetivos genéricos del cálculo de costes los de:
- La planificación y control.
- La valoración de los productos o servicios.
El cálculo de costes es una gran ayuda para conocer mejor la empresa y para tomar decisiones con mayor conocimiento de causa.
Las decisiones típicas que se suelen tomar con la ayuda de datos sobre costes son:
- Eliminación o potenciación de ciertos productos o servicios.
- Fijación de precios de venta.
- Fijación de precios para pedidos especiales.
- Fijación de descuentos para clientes determinados.
- Subcontratación de algunas partes del proceso productivo.
La implantación de un sistema de costes obedece a un conjunto de necesidades, entre las que se encuentran las de:
- Calcular los costes y márgenes que generan los agentes que intervienen en los procesos productivos.
- Fijación de los márgenes industriales y comerciales de los productos.
- Proporcionar la información necesaria para poder planificar y controlar la actividad interna de la empresa.
- Comparar los costes obtenidos con los precios que rigen en el mercado, a fin de conocer su nivel de competitividad.
Claves para la Competitividad Empresarial
La empresa debe:
- Hacer aquello que la haga ser mejor que sus competidores.
- Suprimir todas aquellas actividades que no añadan valor a los productos o servicios.
- Ofrecer aquello que satisfaga a los clientes.
- Centrarse en los procesos, propios y básicos del negocio.
- Gestionar lo que se hace y no lo que se gasta, lo que equivale a controlar, en primer lugar, las actividades antes que los recursos.
- Llegar al fondo de aquello que se haya decidido hacer, realizando las actividades en consonancia a lo planificado.
Entre los factores que mejoran la competitividad de los productos o servicios destacan:
- Innovación. La capacidad para crear nuevos productos, que permite a la empresa ofrecer al mercado productos diferentes o modificaciones de los existentes, aumentando así sus posibilidades de ganar cuota de mercado.
- Costes. La reducción de los costes de todo tipo para fabricar y vender sus productos o para prestar sus servicios puede permitir a la empresa disminuir sus precios, elemento de competitividad de primer orden.
- Calidad. La capacidad para identificar las necesidades de sus clientes y ser capaz de satisfacer esas necesidades cumpliendo permanentemente los requerimientos del producto o servicio ofrecido.
La Calidad como Factor de Competitividad
Las empresas logran unos productos o servicios de calidad mediante tres instrumentos de gestión:
- La identificación de las necesidades de los clientes o usuarios. Es el punto de partida de la calidad.
- La satisfacción de una manera regular de esas necesidades. Depende básicamente de dos factores: los sistemas de trabajo y las personas de la organización.
- La obtención de los productos y servicios al mínimo coste. Si las operaciones se realizan con calidad, es decir, si se realizan bien a la primera y no es necesario rechazar productos defectuosos, rehacer operaciones mal efectuadas o atender reclamaciones de clientes por actuaciones deficientes, se evitan los costes asociados a la mala calidad.
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