23 Ene

“De Mosén Millán a Réquiem… Estructura del relato. El espacio. Tiempo histórico y tiempo novelesco: pasado próximo y pasado remoto. El romance”

Pp. 31-40.

Resumen:


mosé Millán se encuentra en la sacristía esperando la hora de dar la misa de réquiem por Paco el del Molino, que murió violentamente. Durante este tiempo recuerda la vida de Paco hasta su “ejecución”, de la que fue testigo y causante involuntario. Estos recuerdos se ven interrumpidos por la llegada de los ricos del pueblo, sucesivas preguntas al monaguillo y por la entrada del potro del difunto en el templo. Una vez expulsado este, el sacerdote inicia la misa.

La acción de primer plano (la sacristía) es relatada en pasado y en tercera persona por medio de un autor omnisciente; el segundo plano (pasado anterior) no se mantiene siempre y el autor omnisciente sustituye en ocasiones dichos recuerdos.

El primer plano se convierte en el marco del segundo: el recuerdo de Paco comienza con el bautizo y se va desarrollando hasta llegar al asesinato. Esta linealidad se debe, a que mosé Millán recuerda de manera ordenada diferentes momentos significativos de la vida del difunto a modo de secuencias cinematográficas. Cada episodio es interrumpido por la vuelta al plano principal (primer plano). La complejidad de puntos de vista estructurales la convierten en una sabia composición.

EL ESPACIO

En un primer momento se situó en Alcolea de Cinca, debido a los elementos topográficos propios de la tierra llana y a algún dialecto característico (cotovía). A pesar de ello, esta localización no concuerda con la cronología, ya que la parte oriental de Aragón ni fue ocupada por las tropas franquistas hasta la primavera de 1938. Esta cargada de inverosimilitud histórica.

Dentro del universo narrativo del autor, los elementos paisajísticos, lingüísticos y culturales constituyen una geografía imaginaria en la que se integran los lugares más significativos de su vida. “Territorio” que alcanza su máximo desarrollo en la obra del exilio relacionada con su pasado. Todo esto nos hace recordar a sus maestros (Valle-Inclán y su Galicia mítica) y a pensar en otras geografías imaginarias de la novelística contemporánea.

La geografía aragonesa no es realista, responde a una síntesis poética.

SI ALCOLEA SE SITUA EN UNA ZONA REPUBLICANA. TAUSTE, LA MÁS MERIDIONAL DE LAS CINCO VILLAS à

CINCO PUEBLOS


No se considera acertada una localización exacta, debido a que no corresponde a las ideas de Sender, que recrea una “geografía inventada” cuando sitúa la historia en su tierra natal.

Toma el camino del “mito”, propio de la síntesis épica o trágica frente a la concreción realista o histórica.

TIEMPO: DEL PRESENTE AL PASADO

El tiempo histórico (contexto situacional implícito) en que se desarrolla la acción y que es el marco que permite una correcta interpretación de los acontecimientos. La época, avanzado el relato, se señala mediante la alusión a dos hechos históricos: la caída de la monarquía y el advenimiento de la república. Con estos datos, podemos deducir que el territorio queda controlado por los sublevados desde el primer momento. Como la búsqueda y persecución de Paco no se dilata excesivamente, pues los hombres del pueblo estaban segando, podemos situar su muerte en agosto de 1936. Si la misa es celebrada un año después, el tope de tiempo histórico se dilata hasta 1937. Y, al remontarse los recuerdos de mosé Millán solo hasta el nacimiento del Paco, la acción relatada en la novela queda históricamente fijada en el primer tercio del siglo XX.

El tiempo interno del relato presenta los siguientes planos: el tiempo del narrador, la escena en la sacristía y en la iglesia, y la evocación de la vida de Paco. El narrador omnisciente se sitúa en un presente implícito respecto al cual el texto es siempre pasado en su totalidad: es una historia que se inicia en el nacimiento y acaba en la ceremonia funeral del héroe. El primer plano narrativo desarrolla una acción muy tenue, que enmarca e introduce mediante una vasta analepsis externa. Un segundo plano más remoto: el relato de la vida de Paco, sus relaciones con mosé Millán y su muerte trágica hasta confluir con el primero en la misa de réquiem, que es el epílogo de aquella relación. No se trata de un relato continuo, sino de momentos significativos ordenados cronológicamente. Se han considera también otros dos planos: el del romance, considerado por unos como atemporal y por otros como proyección hacia el futuro; y el representado por las dos apariciones del potro de Paco, al inicio y al final de la novela.

El pasado próximo, espacio de tiempo breve: la espera de mosé Millan en la sacristía, del primer toque de campanas al introito de la misa. Durante la espera el sacerdote realiza una especie de examen de conciencia interrumpido.

El segundo plano del pasado, el recuerdo de la vida de Paco, el pasado “remoto”, es el tiempo reducido en la novela mediante la evocación analéptica. Su duración se deduce de las autorreferencias internas del texto, que presentan una interesante contradicción:

  • Al recordar el bautizo: Paco tenía 25 años en el momento de su muerte y, si ésta sucede en el verano de 1936, Paco habría nacido en 1911.
  • Episodio de la cueva: como Paco era monaguillo a los siete años, debía de tener unos 29 cuando lo matan y haber nacido en 1907 aprox.

Se ha aceptado la primera sin tener en cuenta que la boda se celebra en el otoño anterior a la proclamación de la República, después de haber sido quintado y sorteado, lo que se hacía a los 21 años. Lo que es incompatible con la primera precisión temporal. La segunda, al hacer retroceder la fecha de narración a 1907, resulta compatible con la referencia histórica que se hace durante la fiesta de la boda al aludir a la situación crítica de la monarquía.

La alteración contrapuntística es un elemento estructurante de primer orden. Cada plano presenta un personaje central: próximo, el cura y remoto, Paco (antihéroe y héroe). El cambio de plano sigue diversas vías.

En primer lugar, la evocativa: percepción concreta desencadena por asociación los recuerdos de mosé Millán (relincho del potro y la visión de sus zapatos cuarteados desencadenan las evocaciones del cura o las hacen  concluir, como la marcha del potro que cierra el plano remoto.

Los recuerdos suelen introducirse en estilo indirecto potenciado con percepciones sensoriales. El estilo indirecto en imperfecto, intercala, usando el imperfecto narrativo, episodios o escenas que el cura no podía conocer. De este modo quedan en un mismo plano el narrador omnisciente y mosé Millán.

El monaguillo, con los versos del romance, asociados a vivencias propias, marca la transición de un plano a otro.

EL ROMANCE

Romance fragmentado de carácter noticioso semejante por su forma a los romances de ciego y de sucesos que aún se difundían en el siglo XIX y que retomaron nueva fuerza en el romancero popular de la guerra civil. Fragmentarismo, característica constitutiva del romancero oral de carácter popular.

Los fragmentos no aparecen en orden sucesivo, porque el monaguillo no lo recuerda completo.

Su función es marcar la transición entre las escenas de la sacristía y los recuerdos del sacerdote, incorporando un nuevo punto de vista que en su primer fragmento ya anticipa el desenlace. Papel coral: es la voz colectiva de la aldea, de los amigos de Paco, ausentes de la iglesia. Sustituye al carasol, que hasta ser ametrallado y reducido al silencio ha acompañado con sus comentarios la peripecia de Paco. Es la permanencia de la memoria colectiva frente al silencio impuesto, convirtiendo así a Paco en una leyenda fuera del alcance y por encima de sus enemigos.

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