25 Ene

8.2.1.                   , (EPIS)


            Los elementos de protección personal constituyen la última línea de defensa ante los peligros y, por lo tanto, han de estar en perfecto estado y se deben revisar periódicamente.

A.   Ropa de protección. (figura derecha):

            En general, a la ropa de trabajo no se la considera como protección personal, salvo en el caso de riesgos térmicos, químicos o de radiaciones.

  • De tejido elástico y flexible que permita una fácil limpieza y desinfección.
  • Ajustada bien al cuerpo del trabajador, permitiendo la facilidad de movimiento.
  • Las mangas serán cortas, siempre que las circunstancias lo permitan, y cuando sean largas terminarán en tejido elástico que ajuste al cuerpo. Las mangas largas que deban ser enrolladas, lo serán siempre hacia adentro, quedando lisas por fuera.
  • Se eliminarán elementos adicionales (bolsillos, botones, cordones, etc.
    ) para evitar el peligro de enganches.
  • En riesgos especiales, térmicos, químicos, radiaciones, etc., se utilizarán trajes aislantes, incombustibles, resistentes, etc.
  • Se debe prohibir el uso de bufandas, tirantes, cinturones, pulseras, etc.
  • Siempre que sea necesario se reforzará la protección con delantales, petos, fajas, etc.

Mandil delantal: Con dos cintas de sujeción: una que va al cuello y otra a la cintura, con peto.

B. Protección de la cabeza:

            La localización de lesiones en esta parte del cuerpo no arroja un alto porcentaje; sin embargo, la gravedad de las lesiones afecta a órganos vitales.

            La Normativa en materia de seguridad establece que la protección de la cabeza comprenderá:

  • Protección del cráneo, cara y cuello.
  • Protección de ojos y oídos.

            En los puestos de trabajo en los que exista riesgo de enganche de los cabellos, por su proximidad a las máquinas, aparatos, ingenios en movimiento, o cuando se produzca la acumulación permanente u ocasional de sustancias peligrosas o sucias, será obligatorios cubrir el cabello con cofias, redes, gorros, boinas u otros medios adecuados, eliminándose los lazos, cintas y adornos salientes.

            Siempre que el trabajo determine exposición constante al sol, lluvia y nieve, será obligatorio el uso de sombreros o cubrecabezas adecuados.

            Cuando exista riesgo de caída, o de proyección violenta sobre la cabeza, o de golpes, será preceptiva la utilización de cascos protectores.

            Existen diversos tipos de protección: caperuzas, gorros o redes y casos.

            Caperuzas o cubre-cabeza: Suelen utilizarse en aquellos lugares donde existe riesgo de proyección de partículas corrosivas o incandescentes, por tanto, suelen ser de tejido aluminizado, de amianto, o simplemente protegen de la lluvia y del sol.

            Gorras y redes: Para proteger el pelo de polvo o de grasa, y asimismo para evitar atrapamientos. En algunos casos es preceptivo su uso por motivos de higiene.

            Cascos: A utilizar en aquellos trabajos donde hay riesgo de caída de materiales. Hay diversos tipos de cascos atendiendo al material de que están fabricados: aleación de aluminio, polietileno, poliéster, fibra de vidrio, policarbonato y otros, aunque en general los más frecuentes son los llamados no metálicos.

      C. Protección facial y ocular. Protección de la vista:     

      Los medios de protección del rostro en general, presentan varias alternativas:

§  Pantallas abatibles con arnés propio o sujeta al caso.

§  Pantallas abatibles con protección de cabeza, fijas o abatibles.

§  Pantallas sostenidas con la mano.

§  Gafas normales, de cazoleta, ajustables, etc.                    

Pantalla de diferentes aplicaciones: Anti-empañante, pantalla flexible. La pantalla de cambio rápido, sin atornillar. Posibilidad de servir pantallas sueltas. De fibra vulcanizada indeformable de 1 a 1,35 mm, de espesor.

Las caretas se utilizan cuando el desprendimiento de partículas pueda dañar tanto a los ojos como al resto de la cara.

Gafas de protección: Gafas de protección realizadas en plástico, los cristales están realizados en plástico recubierto antivaho, a prueba de golpes, resistencia limitada a disolventes.

Las gafas protectoras, se utilizan siempre que se va a realizar un trabajo en el que puedan desprenderse y salir proyectadas partículas que, por su tamaño, dureza o temperatura, puedan causarnos lesiones en los ojos.

            Estos medios de protección serán seleccionados en función de los riesgos: choques, polvos, humos, gases, deslumbramientos, radiaciones, etc.

§  Las pantallas contra proyección de cuerpos físicos deberán ser de material orgánico, transparentes, libres de estrías, rayas o deformaciones y con cristal inastillable.

§  Las utilizadas contra el calor serán de amianto o de tejido aluminado, reflectante, con el visor correspondiente equipado de un cristal resistente a la temperatura que deba soportar.

§  Para  la protección contra radiaciones no ionizantes, los EPI deberán absorber o reflejar la mayor parte de la energía radiada, permitiendo la distinción de colores y contrastes. Asimismo, no se deteriorarán al estar sometidos a radiaciones. Cada ocular llevará inscrito el número que identifica el grado de protección.

§  En trabajos de soldadura eléctrica se usarán pantallas con mirillas de cristal oscuro, protegido con otro cristal transparente, fácilmente recambiables. Estas pantallas deberán ser fabricadas preferentemente con poliéster reforzado con fibra de vidrio o, en su defecto, con fibra vulcanizada, no tendiendo ningún elemento metálico las que vayan a utilizarse en la soldadura eléctrica.

§  La protección de los ojos se efectuará mediante el empleo de gafas, pantallas transparentes o viseras, que se conservarán siempre limpias y se guardarán protegidas del roce. Conviene que sean de uso individual. Deberán ser compatibles con la utilización de gafas o lentillas cuando el trabajador/a necesite corrección ocular.

§  Si el trabajador necesitase cristales correctores, se le proporcionarán con la graduación adecuada.

§  Las gafas para trabajos en hornos y fundiciones han de ir provistas con cristales azul cobalto para que absorban la totalidad de las radiaciones infrarrojas.

§  Las gafas para trabajos en atmósferas vaporosas o polvorientas deberán ajustar perfectamente al rostro.

§  Los medios de protección facial y ocular igualmente han de someterse a pruebas que permitan el marcado de conformidad “CE”.

D. La protección auditiva:

            Cuando el nivel de ruidos de un puesto de trabajo  sobrepasa el margen de seguridad establecido, será obligatorio el uso de elementos o aparatos de protección auditiva, sin perjuicio de las medidas generales de aislamiento o insonorización que proceda adoptar.                               

            El ruido lo podemos definir como el sonido no deseado por el receptor que lo percibe. Se conoce por sonido toda sensación percibida o el órgano auditivo.

            La mayor parte de los sonidos son producidos por las vibraciones de materiales sólidos que se encuentran en contacto con el aire.

            El ruido quizá sea el problema más común existente en las empresas. Esto hace que cada día se dedique mayor atención a los sistemas de prevención, primero, y de protección, después.

            Para tratar este problema es necesario distinguir entre:

  • Foco emisor.
  • Medio de transmisión.
  • Receptor.

            Y es evidente que la actuación debe ir orientada en este mismo orden. Para actuar en los dos primeros, parece claro que hay que pensar en medidas técnicas previamente estudiadas, como pueden ser el apantallamiento, las bancadas en absorción de ruidos, etc.

            Para actuar en el receptor, es decir, en el trabajador, actualmente se dispone de los medios siguientes:

            Tapón auditivo: Protector que se utiliza inserto en el conducto auditivo externo.

Los tapones suelen estar hechos de goma, plástico u otros productos similares; sin embargo, las orejeras son una especie de ventosa, fabricadas en plástico y rellenas de material absorbente del ruido.

            Orejeras: Protector que consta de dos casquetes que ajustan convenientemente a cada lado de la cabeza por medio de elementos almohadillados, quedando el pabellón externo de los oídos en el interior de los mismos.

            Casco antirruido: Elemento que, actuando como protector auditivo, cubre parte de la cabeza además del pabellón auditivo.

            E. Protección de las vías respiratorias:

            El gran desarrollo industrial ha hecho que, de día en día, estemos más en contacto con una gran cantidad de productos químicos, principalmente de tipo orgánico, que, debido a su volatilidad, desprenden gases y humos, la mayoría de ellos tóxicos para nuestro organismo.

            Es, sin duda, uno de los riesgos que más se han estudiado, dando lugar a soluciones técnicas como campanas de extracción o ventilación forzada.

              Sin embargo, hay trabajos en los que se debe recurrir necesariamente a proteger al trabajador. En este caso, es muy importante seleccionar la protección adecuada con arreglo al tipo de contaminante. En este proceso de selección hay que tener en cuenta:

  1. Identificar la sustancia agresiva.
  2. Valorar el riesgo y el grado de peligrosidad.
  3. Seleccionar el medio más adecuado.
  4. Seleccionar al personal adecuado y adiestrarlo

Basándose en la forma de actuar los protectores, podemos clasificarlos de la forma siguiente:

FILTRANTES

AISLANTES

–   Filtro mecánico

–   Filtro químico

–         Circuito abierto

–         Circuito cerrado

El EPI que vaya a proteger las vías respiratorias deberá permitir que el uso disponga de aire respirable cuando esté expuesto a una atmósfera contaminada y, sobre todo, que tengamos garantía de su higiene.

Los distintos elementos agresivos pueden ser diversos, de ahí que convenga elegir el protector adecuado a cada situación. En general, estos elementos nocivos pueden ser de tres tipos:

a)     Polvo: Pueden ser de grano fino, semifino o finísimo y en forma coloidal. Los filtros que deben utilizarse son los llamados filtros físicos, porqués función es retener, no produciéndose reacciones químicas con el agente agresivo.

Es frecuente observar, quizá por desconocimiento, el uso de cartuchos con filtro físico en atmósferas de disolventes o emanaciones irritantes. De igual forma, las mascarillas de celulosa o de esponja no son idóneas para el filtrado y retención de gases.

Las mascarillas se emplean en aquellas operaciones en las que se desprende polvo que puede afectar a las vías respiratorias.

(Derecha): Mascarillas. Cuerpo facial de caucho termoplástico antialérgico, equipado con dos filtros químicos laterales y válvula central de exhalación. Indicado en atmósferas con gases tóxicos. Certificado según norma EN 140-141.

(Derecha): Equipo respirador, mascarillas de polvo fino según norma DIN EN 149. El estribo de la nariz se puede formar de forma individual con forro de material esponjado.

b)     Disolventes orgánicos: Englobamos en este grupo los vapores orgánicos, gases, ácidos y vapores metálicos de plomo, mercurio, etc. Los filtros apropiados para estos agentes, al igual que para las atmósferas deficitarias de oxígeno, están dotados de unos pre-filtros de tipo físico y una serie de capas de cartón activo, con un poder absorbente específico para cada contaminante.

En el mercado se pueden adquirir filtros para contaminantes químicos,        adecuados a cada tipo de agente agresivo. Se distinguen por el color y una letra característica según las Normas DIN.

c)    Atmósferas deficitarias en oxígeno: En este caso deberán utilizarse equipos autónomos, ya sean de circuito abierto o cerrado.

     F. Protección de las extremidades.

Protección de miembros superiores e inferiores: Aunque la mayor parte de los dispositivos de protección utilizados en máquinas tienen la misión de proteger las manos contra los riesgos graves de aplastamientos, amputaciones, etc., existen otra serie de lesiones de menos importantica por su origen, pinchazos, abrasivos, cortes quemaduras, etc., frente a los cuales la protección individual constituye una eficaz medida.

            En el análisis de localización de riesgos, según la zona del cuerpo que resulta dañada, hemos comprobado que son las extremidades la parte más castigada.      

            Extremidades superiores:

            En el mercado existen gran variedad de medios para la protección de las extremidades superiores y en particular de las manos. Los riesgos más frecuentes son: mecánicos, eléctricos, térmicos y químicos.

  • Para los riesgos mecánicos, el material empleado suele ser de tejido o cuero, existiendo múltiples variantes. En casos especiales donde el riesgo por cortes es elevado (industrias cerámicas), es necesario el empleo de guantes mallados.
  • Para los riesgos eléctricos, el material más utilizado es el caucho vulcanizado o similar en propiedades. Estos guantes deberán superar tensiones de prueba ente 20 y 25.000 voltios.
  • Para los riesgos térmicos, su selección ha de basarse en función de la temperatura de exposición o de los materiales a manipular. Hasta los 200º C puede usarse el algodón rizado y ciertos cueros especiales. Para temperaturas superiores se usarán de amianto o de tejidos aluminizados.
  • Para los riesgos de naturaleza química, conviene determinar las características del agente agresivo, para así seleccionar el más indicado al riesgo.

§  Los guates y mandiles se emplean para proteger las manos y el resto del cuerpo de los fragmentos que puedan desprenderse de los materiales durante el trabajo de mecanizado.

            Extremidades inferiores:

            Después de las manos, los pies son la parte del cuerpo que sufre más lesiones por accidentes. Las más frecuentes son: fracturas, quemaduras y corte por elementos punzantes. 

          La protección de las extremidades inferiores se logra con un calzado adecuado. Para prevenir las lesiones por caídas de material sobre los pies se utilizan calzados con puntera de acero.

Si existen riesgos de cortes, se utiliza calzado con plantilla metálica.

Para trabajar en suelos mojados se utilizan botas de goma o caucho con suelos antideslizantes de neopreno. También se utilizan calzados con suelas aislantes para trabajar con electricidad.

            Se completa la protección de las extremidades inferiores con polainas, rodilleras y zahones.

            g. El cinturón de seguridad:

            Se dice, que un cinturón de seguridad es en algunos aspectos parecido a un extintor de incendios. No se precisa con mucha frecuencia, pero cuando es necesario, no siempre hay tiempo de hacer reparaciones o ajustes. Siempre ha de hallarse listo para ser utilizado en cualquier momento y al más alto rendimiento.

            Los cinturones de seguridad deberán reunir, en general, las siguientes condiciones:

            Las impresionantes cifras de accidentes por caídas son tan elevadas por dos causas:

  1. La no utilización del cinturón.
  2. La utilización incorrecta del cinturón.
  • Serán de cinta tejida en lino, algodón o lana de primera calidad, fibra sintética o, en su defecto, cuero curtido.
  • Tendrán una anchura mínima y espesor determinado.
  • Se revisarán siempre antes de su uso.

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