18 Nov

“LA RESITENCIA”

Ernesto Sabato

Biografía

Ernesto Sabato nacíó en Rojas, provincia de Buenos Aires, en 1911, hizo su doctorado en Física y cursos de Filosofía en la Universidad de La Plata, trabajó en radiaciones atómicas en el Laboratorio Curie, en Francia, y abandonó definitivamente la ciencia en 1945 para dedicarse exclusivamente a la literatura. Escritores tan dispares como Camus, Greene y Thomas  Mann,  como  Quasimodo y  Piovene,  como Gombrowicz y Nadeau han escrito con admiración sobre su obra, que ha obtenido el Premio Cervantes, el Premio Méndez Pelayo y el Premio Jesusalén.


PRIMERA CARTA

Lo Pequeño y lo Grande

El hermoso consuelo de encontrar el mundo en un alma, de abrazar a mi especia en una criatura amiga. Éste es uno de esos días. Pero hay algo que no falla y es la convicción de que –únicamente- los valores del espíritu nos pueden salvar de este terremoto que amenaza la condición humana.



Es  un  tedio,  un aburrimiento  al  que  nos  acostumbramos  como  “a falta   de   algo   mejor”.   El   estar   monótonamente sentado  frente  a  la  televisión  anestesia  la sensibilidad, hace lerda la mente, perjudica el alma.
Ya ni  las flores los tienen.  Y

Pero hay una manera de contribuir a la protección de la humanidad, y es no resignarse. Así de indiferente e intocable. Si vivimos como autómatas seremos ciegos a las huellas que los hombres nos van dejando, como las piedritas que tiraban Hansel y Gretel en la esperanza de ser encontrados.


Los hombres, a su paso, van dejando su vestigio; del mismo modo, al retornar a nuestra casa después de un día de trabajo agobiante, una mesita cualquiera, un par de zapatos gastados, una simple lámpara familiar, son conmovedores símbolos de una costa que ansiamos alcanzar, como náufragos exhaustos que lograron tocar tierra después de una larga lucha contra la tempestad.
Concentrados en algún canal, o haciendo zapping, parece que logramos una belleza o un placer que ya no descubrimos compartiendo un  guiso  o  un  vaso  de vino o una sopa de caldo humeante que nos vincule a un amigo en una noche cualquiera.
Por no hablar de esas mascotas artificiales que inventaron los japoneses, que no sé que nombre tienen, que se las cuida como si vivieran, porque  tienen  “sentimientos”  y  hay  que  hablarles.

¡Qué  basura  y  qué  trágico  pensar  que  esa  es  la manera que tienen muchas personas de expresar su

afecto! Esta convicción ha de poseernos hasta el compromiso. Y entonces, habiendo sido privados de la cercanía de un abrazo o de una mesa compartida, nos quedaran los “medios de comunicación”.


Nunca supe si se los reconoce porque ya se los buscaba, o se los busca porque ya bordeaban los aledaños de nuestro destino.
Con esfuerzo, con amor, con fanatismo.


Si cambia la mentalidad del hombre, el peligro que vivimos  es  paradójicamente  una  esperanza. Podremos recuperar esta casa que nos fue míticamente   entregada.   La      historia   siempre   es

novedosa. Aunque simples y modestas, son las que están generando una nueva narración de la historia, abriendo así un nuevo curso al torrente de la vida.
Y aunque nosotros (nuestra conciencia, nuestros sentimientos, nuestra dura  experiencia)  hayamos ido  cambiando con  los años; y también nuestra piel y nuestras arrugas van convirtiéndose   en   prueba   y   testimonio   de   ese tránsito, hay algo en el ser humano, allá muy dentro, allá en regiones muy oscuras, aferrado con uñas y dientes a la infancia y al pasado, a la raza y a la tierra, a la tradición y a los sueños, que parece resistir a ese trágico proceso resguardando la eternidad del alma en la pequeñez de un ruego.

por  los   incendios  y   naufragios  y   pestes  y muertes de hijos y padres. Siento nostalgia, casi ansiedad de un Infinito, pero humano, a nuestra medida.

… SEGUNDA CARTA

Los Antiguos Valores

Tenía ante mí toda la rica tierra, y sin embargo tan solo miraba hacia lo más humilde y lo más pequeño… ¿Dónde estaríamos los pobres hombres si no existiera la tierra fiel? ¿qué tendríamos si no tuviéramos esta belleza y bondad?

R. Walser

¿Podremos vivir sin que la vida tenga un sentimiento perdurable? Camus, comprendiendo la magnitud de lo perdido dice que el gran dilema del hombre es si es


Esta cumbre del comportamiento humano se manifiesta en la solidaridad, pero cuando la vida se siente como un caos, cuando ya no hay un Padre a través del cual sentirnos hermanos, el sacrificio pierde el fuego del que se nutre.
Se sacrifican quienes envejecen trabajando  por  los  demás,  quienes  mueres  para salvar al prójimo ¿y puede haber sacrificio cuando la vida ha perdido el sentido para el hombre, o sólo lo halla en la comodidad individual, en la realización del éxito personal? Quiero que el espíritu de todas las


Pero no me gustaría que un solo indio se olvidase o descuidase su lengua materna, que se avergonzase de ella o que la creyese impropia para la expresión de su pensamiento y de sus reflexiones más profundas, mi religión me prohíbe hacer mi casa una prisión.
Trágicamente el mundo está perdiendo la originalidad de sus pueblos, la riqueza de sus diferencias, en su deseo infernal de “clonar” al ser humano para mejor dominarlo


Pero ¿cómo pueden ser una falsedad las grandes verdades que revelan el corazón del hombre a través de un mito o de una obra de arte? Por esencia, es refractaria a cualquier tentativa racionalizadora, y su verdad paradójica desafía todas las categorías de la


Y el propio Sartre, cuando intenta revelarnos el drama de los franceses bajo el dominio de los nazis, escribe Las Moscas, que,  en  esencia,  no  es  otra  cosa  que  una adaptación del antiguo drama de Esquilo, Orestes, aquel héroe trágico que valientemente luchará por la libertad.
Las plazas están llenas de hombres solitarios, y lo que es más triste aún, de jóvenes abatidos que, a menudo, se juntan a tomar alcohol o drogarse, pensando que la vida  carece  de  sentido,  hasta  que,  finalmente,  se

E. Es importante que se sientan parte de


Pero debo  reconocer  que  fue  precisamente  el desencuentro, la ambigüedad, esta melancolía frente a lo efímero y precario, el origen de la literatura en mi vida.
Cuando el delirio ya había comenzado a poseerlos, un beduino
Hay ese nómada pobre que ha posada sobre nuestros hombros manos de arcángel.
Y, a mi vez, yo te reconoceré en todos los hombres. Todos mis amigos, todos mis enemigos en ti marcharán hacia mí, y no tengo ya un solo enemigo en el mundo.


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