15 Dic

El reinado de Alfonso XIII se desarrolla entre 1902 y 1931. Durante estos años se produce la descomposición del régimen turnista y la crisis de la Restauración. A esta situación, habría que añadirle el conflicto de la llamada guerra de Marruecos. LA GUERRA DE Marruecos. Este conflicto comienza cuando en 1906 se celebra la Conferencia Internacional de Algeciras, por la que Francia y España se repartían la tutela sobre Marruecos. El sur del país quedaba bajo control francés y un pequeño territorio al norte habitado por tribus bereberes (el Rif) con salida 
al Mediterráneo, quedaba bajo protección española. Desde 1909 España hace efectiva la ocupación por varias razones como era la compensación para el ejército tras la pérdida de Cuba, el deseo de inversión… El primer choque se produjo durante el verano de 1909 cuando se produjo el reclutamiento militar forzoso para ir a la guerra y ocupar militarmente la zona del Rif. Provocó una movilización de los reservistas llamados a filas que condujo a una semana de altercados en Barcelona y que acabó con el gobierno de Maura. Las emboscadas fueron permanentes y las tropas españolas fueron víctimas de varias derrotas. En 1921 el General Silvestre comandante de Melilla, emprendíó una campaña para someter a una tribu (kabilas) dirigida por su líder Abd-el-Krim. La batalla en el campamento de Annual se saldó con 10.000 bajas, 5000 soldados indígenas desertando del ejército español y otros 10.000 que se dispersaron por las montañas. La noticia del desastre de Annual (1921) originó un importante debate sobre la deficiente organización y preparación del ejército. Se formó una Comisión en el Parlamento para investigar lo sucedido, de ella derivó el Expediente Picasso, que acusaba al ejército, a la administración colonial de Marruecos y culpaba directamente al Rey. El conflicto de Marruecos pasó por tres momentos cronológicos.

La Semana Trágica de Barcelona

Fue la primera crisis grave del sistema de la Restauración. Tras la llamada a filas para enviar las tropas al norte de África, las organizaciones obreras iniciaron una protesta. Anarquistas, republicanos y catalanistas tomaron las calles de la ciudad durante una semana. La respuesta del gobierno de Maura fue una durísima represión con más de mil detenciones, cientos de heridos y diecisiete penas de muerte, entre ellas la de Ferrer Guardia, fundador de la Escuela Moderna.

Las consecuencias de la Primera Guerra Mundial

Durante el desarrollo de la contienda y debido a la neutralidad española, se produjo un gran crecimiento económico para la economía vasca, las industrias textil y siderúrgica catalanas y la minería asturiana, puesto que fueron abastecedoras de los países en guerra. 


Pero también se provocó una grave crisis social no repercutieron en aumentos salariales y  los productos de primera necesidad duplicaron su precio. La reacción fue una oleada de huelgas desde 1914 realizadas por los sindicatos UGT y la CNT.

La crisis de 1917

Fue el resultado del descontento que se vivía en todos los ámbitos especialmente en el militar, político y social. Se trata de una protesta generalizada de carácter antigubernamental con tres ejes. En primer lugar, los militares peninsulares se organizaron en Juntas Militares o Juntas de Defensa.  El Manifiesto de las Juntas de Defensa supone la reaparición del protagonismo del ejército en la política como el garante de la seguridad. Consiguen así el apoyo del Rey. Paralelamente se produjo la crisis política cuando parlamentarios de la Lliga reunieron un parlamento alternativo o Asamblea de Parlamentarios. Su objetivo era reunir a la oposición contra el sistema y además proclamar la autonomía catalana y Fracasó. Por último, el tercer eje de la crisis lo constituye la convocatoria de huelga general el 13 de Agosto de 1917 promovida por anarquistas y socialistas. El motivo era la pérdida de poder adquisitivo de los obreros. Tuvo éxito en zonas urbanas, pero en otras como Andalucía la respuesta fue mínima. El gobierno reprimíó la huelga declarando la Ley Marcial. El ejército se convirtió en fuerza de orden 
público con más de 70 muertos, 200 heridos y unos 2000 detenidos, entre los que destacan, Julián Besteiro o Largo Caballero. En Andalucía entre 1918 y 1921 se dio lo que se conoce como el trienio bolchevique, es decir una serie de revueltas campesinas con participación anarquista. . El gobierno reacciónó declarando el estado de guerra, encarcelando a los líderes campesinos e ilegalizando las organizaciones obreras.  Entre 1918 y 1923 hubo más de diez gobiernos, la crisis política era permanente.


Durante el reinado de Alfonso XIII, la situación política y social alcanzó su mayor exponente de crisis: los partidos dinásticos se quedaron sin líderes visibles y comenzaron las luchas internas. A ello hay que añadir el auge de los nacionalismos, la Semana Trágica, la crisis de 1917 y el “trienio bolchevique”. Por último, el desastre de Annual. Entre 1922 y 1923, la monarquía de Alfonso XIII parecía tener dos alternativas para mantenerse: una democratización real del sistema o el atajo político de un régimen autoritario. En Septiembre de 1923 Miguel Primo de Rivera, Capitán General de Barcelona, encabezó un Golpe de Estado apoyado por el rey Alfonso XIII.  Tras el golpe y la confirmación del Rey y tras un Manifiesto que justificaba su acción, Primo de Rivera contó con el apoyo de amplios sectores como los empresarios, parte del ejército, sectores de la Iglesia y grupos de conservadores. Solo algunos intelectuales manifestaron su temor de convertir una monarquía parlamentaria en un régimen autoritario. Directorio Militar (1923-1925) Es la primera etapa del régimen de Primo Durante este periodo se tomaron medidas de carácter dictatorial, como fue la suspensión de la Constitución de 1876, la disolución del Parlamento, el cese de las autoridades civiles y su sustitución por militares, así como la prohibición de las actividades de los partidos políticos y los sindicatos. En el ámbito administrativo se suspendieron las elecciones y los Ayuntamientos fueron sustituidos por Juntas de Vocales Asociados. Durante este periodo se acometíó el final de la Guerra de Marruecos. En 1925 se aprobó el Desembarco de Alhucemas en colaboración con Francia. La derrota de las cabilas y la rendición de Abd-el-Krim a los franceses y por tanto el final de la guerra constituyó un gran éxito para el dictador. En 1925 el saldo era positivo Primo de Rivera podía haberse retirado pero optó por la institucionalización de la Dictadura, es decir, suprimir el carácter provisional por un régimen asentado sobre unas nuevas bases y creó el Directorio Civil. Directorio Civil (1925-1930) constituido por una mayoría de políticos de corte conservador (Calvo Sotelo) y su objetivo era perpetuar el régimen. Para ello crearon un partido único, la Uníón Patriótica se crea también la Asamblea Nacional Consultiva, que actuaría como unas Cortes pero sin capacidad legislativa ni carácter representativo. En 1929 se intentó también un proyecto de Constitución que saldría de la Asamblea, pero la mala acogida que tuvo por su carácter autoritario, entre la opinión pública hizo que no llegase a publicarse. 


Para frenar la conflictividad laboral y controlar el movimiento obrero, se fundó en 1926 el Consejo del Trabajo U Organización Corporativa Nacional. Desde el punto de vista económico, la dictadura coincidíó con los “felices años veinte” y ese buen momento sirvió para propiciar la industrialización en diversos campos como la siderurgia, el cemento, la electricidad o la construcción. Se incrementó el comercio exterior y se modernizó la agricultura. Se fomentaron las obras públicas como las carreteras o los embalses (para la electricidad y para aumentar las superficies de regadío). Surgen asimismo los monopolios como CAMPSA o Telefónica. A pesar de algunos éxitos, la oposición a Primo era cada vez más rotunda. . Ya en 1924 Unamuno, Blasco Ibáñez, Ortega y Gasset o Menéndez Pidal redactaron un manifiesto al que se sumaron más de 100 personas, contra la política de Primo de Rivera. Este hecho le costó a Unamuno el destierro a Fuerteventura. Los republicanos también organizaron su oposición a través de Alianza Republicana, El movimiento obrero a través de la CNT. En Cataluña la situación también era de oposición, ya que Primo de Rivera había liquidado la Mancomunidad Catalana, la lengua y algunas de sus tradiciones. Primo de Rivera presentó su dimisión el 28 de Enero de 1930. El Rey lo sustituyó por otro General, Berenguer. De la oposición republicana nace el Pacto de San Sebastián. Su objetivo era derribar la monarquía, para ello crearon un Comité Revolucionario presidido por Alcalá Zamora. Allí establecieron los pasos a dar: un pronunciamiento militar, toma de poder y convocatoria de elecciones que refrendasen el proceso. El 12 de Diciembre de 1930, un par de días antes de lo estipulado, los capitanes Galán y García Hernández, junto a unos compañeros se sublevaron en Jaca y fueron rápidamente derrotados, juzgados y condenados a muerte. Berenguer fue sustituido por el Almirante Aznar, cuyo propósito era tratar de 
recobrar la normalidad y celebrar elecciones de forma gradual. En primer lugar, se convocaron elecciones municipales para el 12 de Abril. Estos comicios se convirtieron en un plebiscito sobre la monarquía y fueron ganadas por las candidaturas republicanas. El 14 de Abril de 1931 era proclamada la Segunda República Española y el Comité Revolucionario pasó a ser el Gobierno Provisional, presidido por Alcalá Zamora.

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