13 Dic

Abdicacc alfons viii:


Nos hallamos ante una fuente primaria, un documento de carácter político, ya que se trata de un fragmento del Manifiesto de despedida del rey
Alfonso XIII. La fecha es el 13 de abril de 1931, un día después de celebradas las elecciones municipales en que las candidaturas republicanas han resultado ganadoras en las principales ciudades españolas. Su autor es el rey Alfonso XIII, hijo y sucesor de Alfonso XII.
Durante su minoría de edad ejerció la Regencia (1885-1902) su madre, Mª Cristina de Habsburgo. Su reinado personal transcurrió entre 1902 y 1931. El rey leyó el Manifiesto ante su Consejo de Ministros la tarde del 14 de abril antes de marchar al exilio; al día siguiente fue publicado en el periódico monárquico ABC y posteriormente en los principales periódicos del país para conocimiento de todos los españoles. Por tanto es un texto público, destinado a la difusión general. Es un texto subjetivo que el rey escribió con el propósito de dar a conocer al pueblo español las razones que le han llevado a tomar la decisión de marcharse: no contar con apoyo popular y evitar una guerra civil.Ya en la primera línea, el rey hace referencia a las elecciones «celebradas el domingo»– o sea las municipales del 12 de abril- que le han demostrado que «ya no tengo el amor de mi pueblo». La verdad es que en el conjunto del país ganaron los concejales monárquicos, pero se interpretó que el voto republicano, ganador en las capitales y las grandes ciudades del país, era de mayor calidad que el del mundo rural por ser uno culto y libre mientras que el otro era inculto y caciquil. El rey reconoce errores –«sin duda erré yo alguna vez»– y admite que pudo equivocarse en sus decisiones – se refiere, sin decirlo, a su apoyo a la dictadura de Primo de Rivera – pero trata de justificarse diciendo que actuó siempre con buena intención, «sin malicia», movido por su amor a España e intentando servirla, incluso en las «malas coyunturas».Quizá estas coyunturas se refieran a las tres graves crisis en su reinado: la Semana Trágica, de 1909, la crisis de 1917 y el desastre de Annual en 1921. El monarca había actuado en las dos primeras defendiendo los intereses de la oligarquía dominante frente a las clases populares. La oposición republicana consideraba también responsable al rey del desastre de Annual, donde el caudillo rifeño Abd-el-Krim había derrotado al ejército colonial español, causando más de 13.000 muertos, un hecho que había conmocionado al país, en su mayoría contrario a una política colonial de prestigio.Alfonso explica que, para evitar una fratricida guerra civil, tiene la intención de suspender el ejercicio de sus poderes, pero sin abdicar de sus derechos al trono, que considera depósito acumulado por la Historia, siguiendo la vieja doctrina canovista. Dice que marchará al exilio pero confía en volver cuando se celebren elecciones generales y se exprese la auténtica voz de la nación, que posee la soberanía –«única señora de sus destinos»-. Se puede observar en el texto el desánimo del rey ante la situación creada en España tras las elecciones municipales. Se encontraba solo, ya que intentó buscar apoyos pero todos le abandonaron, incluidos los militares; el general Sanjurjo le aconsejó que se marchara. Alfonso XIII no regresará de su exilio, muriendo en Roma (1941).

CEDA

Se trata de una fuente primaria, un texto histórico- circunstancial, de contenido político. Es un fragmento de un artículo aparecido en el periódico «El Debate» del día 5 de marzo de 1933, dando cuenta de la fundación de una nueva agrupación política: la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA). El texto se inscribe a fines de la primera etapa o Bienio reformador (1931-33) de la Segunda República. En las elecciones de junio de 1931 el triunfo de la izquierda había dejado anonadados a los partidos de la derecha tradicional, desacreditados por la aún reciente monarquía, divididos y todavía poco organizados. Las medidas reformadoras que el gobierno republicano-socialista había emprendido resultaban amenazadoras para los intereses de sus bases sociales (latifundistas, Iglesia y ejército). El fracaso de la sublevación del general Sanjurjo en agosto de 1932, impulsó a la derecha a organizarse para acceder al poder por medio de las elecciones. El resultado es la formación de un gran partido de masas católico: la CEDA, que conseguirá ganar las elecciones generales de noviembre de 1933. «El Debate» era un prestigioso periódico dirigido desde 1911 por Angel Herrera Oria fundador en 1909 de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNP), grupo de apostolado seglar. Desde sus páginas pretendía luchar contra el anticlericalismo y difundir la doctrina social de la Iglesia, según las ideas de León XIII. En abril de 1931 Herrera había impulsado la creación de un partido Acción Nacional – poco después llamada Popular-, con el apoyo del episcopado. Pero en las elecciones los católicos habían acudido divididos y el Bloque Agrario -como se denominaron los de Acción Popular- sólo obtuvo 26 escaños. El Debate recibe con alborozo la formación de la CEDA, ya que ha contribuido a su nacimiento. El texto es público, destinado a la difusión general, y anónimo ya que ignoramos el nombre del periodista que lo redactó, pero conocemos su ideología.La idea principal es la noticia de la constitución en Madrid en marzo de 1933 de la Confederación Española de Derechas Autónoma (CEDA), agrupación política que pretendía reunir a toda la oposición de derechas. La política anticlerical de la República llevó a la jerarquía eclesiástica, tradicional en su mayoría ,a instigar la creación de la CEDA. En el texto aparece parte de la alocución de su dirigente, Gil Robles, a sus entusiasmados seguidores. José Mª Gil Robles era un abogado procedente de Acción Católica que había sido elegido diputado en 1931 por el Bloque Agrario. En noviembre fue nombrado presidente de Acción Popular y más tarde de la CEDA.Ideas secundarias: Gil Robles da cuenta de la integración en la CEDA de diversas tendencias: la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, los sindicatos católicos, la Derecha Regional Valenciana y la Confederación Católica Agraria.

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