25 Ago

La obra leída en clase es Anna Karenina, de León Tolstoi escrita a mediados del Siglo XIX. El tema de la obra es la consternación en la casa tras el descubrimiento de la infidelidad de Stiva, o de forma más general, la infidelidad.
Si se separa el texto en partes, se aprecian seis bastante claras. Una primera parte estaría compuesta simplemente por una primera línea en la que el autor hace una reflexión sobre las familias. Del primer párrafo al segundo, se puede considerar como un apartado en el que se resumen las reacciones de los distintos personajes ante la infidelidad. Del tercer párrafo al quinto, el narrador relata el despertar de Stiva 3 días después de la discusión, y se describe el sueño que el protagonista del fragmento estaba teniendo. Del sexto párrafo al séptimo, Stiva recuerda lo ocurrido y se lamenta. Del octavo al doceavo párrafo, Stiva rememora la situación, y finalmente del doceavo al final, siendo en total quince, Stiva rememora y se arrepiente de su reacción ante el descubrimiento de su mujer de la infidelidad.
El texto forma parte del género narrativo, pues además de tratarse de un texto en el que se relatan unos sucesos con ciertos personajes, se encuentran múltiples verbos de acción que se utilizan para narrar sucesos como “salía”, “abrazando”, “brillaron”, etc. Más importante es la presencia de un narrador omnisciente que expresa los sentimientos y pensamientos de los personajes durante toda la narración en tercera persona.
“No supo”, “Le había sucedido”, etc. Además, en el texto se ven diálogos seguidos de narraciones que nos indican que alguien, o más bien que un personaje ha dicho algo. La misma aparición de personajes refuerza que pertenezca al género narrativo, y se puede hablar de dichos personajes como, en su mayoría, planos o carentes de evolución a lo largo del fragmento, a excepción de Stiva que muestra arrepentimiento por sus actos, llamándolo entonces personaje redondo o con una evolución. Las reacciones y pensamientos del personaje son verosímiles, cosa que es carácterística del Realismo, del que hablaremos en el punto 6. Espacialmente, se ubican los sucesos en una mansión, la de Stiva. De forma más general, y sabiendo sobre la novela a la que pertenece, se puede afirmar que dicha mansión se encuentra en Rusia. En cuanto al tiempo, el externo es mediados del Siglo XIX. Tiene que ser antes de la revolución rusa de 1917 pues si no no podrían contarse los hechos que ocurren en la obra. El tiempo interno es de 3 días. Pues hay un flashback a 3 días antes de que Stiva despertase en su cuarto en el que se nos narra la conversación de Stiva y Dolly. Lo que es el propio despertar de Stiva se trata de unos minutos.


Predominando, encontramos la función representativa. A lo largo del texto se aporta una información al lector, utilizando la tercera persona y la modalidad oracional enunciativa “Todas las familias se parecen unas a otras…”. Hay uso de verbos en modo indicativo, hablando de la realidad, de verdades generales “se parecen, tienen, se encuentran”. Y también se utiliza el pretérito imperfecto para hablar del pasado. “pensó”, “daba”, etc. Es destacable la falta de nexos, que hace que el ritmo cambie constantemente. Sobre la función expresiva se puede hablar también, pues a lo largo del texto hay múltiples situaciones en las que los sentimientos de los personajes son expresados con el uso de interjecciones “Ay, ay, ay…”, o el de la primera persona “me”, etc. También hay interrogaciones y exclamaciones “¿Qué es esto?…”, “¡Ay, ay, ay!…”. Hay también presencia de léxico connotativo como “escena terrible”, “desesperación”, “eternamente ocupado”, etc. Si se buscase otra función más, se destacaría la poética, pues el autor embellece el texto utilizando figuras retóricas como la repetición del qué anafórico “¡Qué, qué, qué!”. O un hipérbaton “eternamente preocupado”, pues es claramente una exageración. También hay una anadiplosis en el penúltimo párrafo cuando Stiva habla sobre su necia sonrisa, pues el antepenúltimo acaba con la palabra necia, y el penúltimo, empieza con la misma palabra. Se aprecian también varias personificaciones como “Las mesas cantaban” o “la culpa se le aparecía”, y una comparación “como bajo el efecto de un dolor físico”. Por último, existe la aparición de la función apelativa cuando se abre un diálogo entre Dolly y Stiva, pues cuando ella pregunta “¿Qué es esto? ¿Qué me dices de esto?”, se espera una respuesta.
El autor de la obra es León Tolstoi, y la novela pertenece al Siglo XIX, por lo que forma parte del Realismo, que buscaba reproducir la vida del hombre corriente. En la obra, vemos como se le da importancia a la clase social del protagonista, pues se toma la molestia de mencionar que Stiva es un príncipe, y por contexto se da a entender que vive en una mansión, pues tiene criados, cochero, ama de llaves, etc. Precisamente en el Realismo se ahondaba en las clases sociales y se buscaba hacer un análisis de las mismas, de la sociedad en sí misma. También es destacable la cotidianeidad con la que el autor describe los hechos. El Realismo buscaba acercarse al hombre, relatar algo real, creíble, y el fragmento en el que Stiva despierta, es precisamente eso “Al despertar a su hora de costumbre…”. También vemos la integración de los pensamientos del personaje, su psicología, pues el autor se dedica a narrar desde dentro de la mente del personaje. “Pensó en la violenta situación”, “–No, no me perdonará…”, “Tan poco inteligente, según opinaba él…”, “(«reflejos cerebrales», juzgó Esteban…”. El personaje no se deja llevar por sus pasiones, sino que se pone a analizar racionalmente lo ocurrido y trata de seguir danzando junto a la sociedad. Eso precisamente es una carácterística del Realismo, donde el protagonista es una persona que va en contra de la sociedad, y tiene que buscar la forma de seguir viviendo en ella. La sociedad le juzga. El narrador además carece de subjetividad, pues en todo momento, la subjetividad que encontramos se utiliza para hablar de los sentimientos del personaje y de su opinión, no la del autor. Quizás la primera frase o cita del fragmento sea el único momento en el que el autor da una opinión sobre las familias. Si hablamos de nuevo del tiempo y el espacio, podemos ver que, para la época en la que está escrita la novela, no son ni remotos ni exóticos, dándole Realismo a la obra y haciendo que el lector pueda sentirse fácilmente ubicado e identificado. La principal preocupación del protagonista del fragmento es el amor, y precisamente ese es uno de los temas que trata el Realismo, por lo que podemos finalmente afirmar, que la obra analizada es realista.


La obra leída en clase es El corazón delator, una de las obras de Edgar Allan Poe, escrita en el Siglo XIX y forma parte de un grupo de cuentos góticos o relatos de terror que se realizaron en la época. El tema de la obra es la obsesión del protagonista por justificar su crimen.
Si se dividiese el texto en partes, se puede separar en cinco fragmentos claros. El primero sería de la primera línea a la quinta, donde el loco pide que escuchemos su historia. De la línea seis a la doce, sería el segundo fragmento, donde expone su determinación para matarle. La tercera parte, de la trece al treinta y dos cuenta su primer intento de asesinarlo, donde falla y lo vuelve a intentar. La parte en la que logra entrar en la habitación y matarlo, se la puede llamar la cuarta parte, de la línea treinta y tres a la noventa y cuatro, y de la noventa y cuatro al final, se delata a sí mismo.
La obra pertenece al género narrativo, pues a lo largo del texto, en el que se nos cuenta una historia, encontramos personajes a los que les suceden cosas. Así pues, la narración se cuenta en primera persona, poniéndonos en la piel del protagonista, el asesino “Siempre he sido nervioso…”. Para justificar además que es un texto narrativo, es destacable el uso de constantes verbos de acción “oí”, “levanté”, “hallé”, “sonreí”, etc. Llama la atención que el relato es contado como si el protagonista estuviese argumentando los motivos de su inocencia al propio lector. Éste protagonista podría tratarse de un personaje redondo, pues si bien parece que está determinado desde el inicio a matar al viejo, hay un fragmento en el que menciona que él en un inicio, no quería matarle, pues le caía bien, lo que implica cierto desarrollo mental de su parte, y una vez se acerca el final, la seguridad que tenía de que no le iban a atrapar desaparece y acaba delatándose a sí mismo, lo que implica otro cambio en el carácter del personaje principal. El resto de personajes, que son el viejo y los policías, son planos, estos dos últimos secundarios, pues ni siquiera tienen diálogos. El viejo podría ser el antagonista si se ve desde la perspectiva del protagonista. Hablando más sobre el protagonista, rompe con los roles de personajes que se han visto hasta ahora, no es un personaje modélico, y de hecho, por las constantes repeticiones y exclamaciones que el autor utiliza a lo largo de la obra para expresar sus sentimientos, se puede notar su locura “con cuanta… Con cuanta…”, “si hubieran… Si hubieran…”. Llama la atención la corta duración de la escena del asesinato, como si el personaje que la narra no quisiese pararse a hablar sobre ello por un sentimiento de culpabilidad. Quizás simplemente sea una forma de expresar la fugacidad o rapidez de la escena en sí. Durante toda la obra el personaje usa la razón para justificar sus acciones y demostrar su inocencia. Llegada una parte, el protagonista menciona un paralelismo entre sus sentimientos y los del viejo, que reforzaría ese sentimiento de culpabilidad mencionado antes. Volviendo a carácterísticas generales, el tiempo interno de la obra transcurre en 8 días, lo que tarda en ejecutar el plan y asesinar al viejo. Sobre tiempo externo, no se aprecia ninguna época concreta, es más bien atemporal ya que podría atribuirse a cualquier momento de la historia. El espacio si es concreto, en este caso, es una casa, la del viejo.


Siguiendo con las funciones del lenguaje, destaca sobre todo la función expresiva, que se utiliza para presentar las obsesiones del protagonista. Continuamente habla utilizando el modo subjuntivo, accediendo al mundo de las ideas, de las hipótesis, lo irreal, remarcando la subjetividad del texto. También se aprecia el uso de la modalidad oracional exclamativa y la primera persona del singular para expresar sus sentimientos “debí”, “seguí”, “hablé”. También hay determinantes en primera persona “mi horror”, “yo”, etc. En ocasiones incluso deja oraciones sin terminar, dándole naturalidad al personaje. Es destacable también el uso de interjecciones como “¡Oh santo Dios! Y adjetivos valorativos como “fúnebre” o “muy astuto”. Todo esto hace que el lector vea la historia desde la perspectiva del personaje y por lo tanto, lo que siente. Incluso en ocasiones el uso de las continuas repeticiones ayuda a que el lector vea la locura o nerviosismo constante del personaje principal. La siguiente función más destacable es la apelativa, pues el personaje interactúa continuamente con el lector contándole su historia para tratar de convencerle de su inocencia. No solo sirve para quitarse la culpa si no que hace sentir al lector más dentro de la obra y le otorga al relato Realismo. Se ve el uso de esta función con verbos en segunda persona del plural “afirman ustedes” y la utilización de la modalidad oracional interrogativa “¿Pero por qué…” con lo que llama la atención de los lectores para hacerles partícipes. También hay un uso del modo imperativo “escuchen”, “presten atención”. Durante todo el texto, pareciese que el personaje habla al lector como si fuese un juez que juzga sus actos, y continuamente, trata de justificarlos, formando de esta forma el relato. La función representativa también hace aparición, pues la forma en la que el personaje trata de exponerse es utilizando la razón, como se ha mencionado anteriormente, y esto lo intenta hacer usando la modalidad oracional enunciativa para contar la historia en sí y tratando de ser objetivo. Usa el pretérito perfecto simple para describir acciones y el pretérito imperfecto para descripciones. La poética es la última función presente, con la que el personaje trata de embellecer sus actos o lo ocurrido con el uso de figuras retóricas. Encontramos metáforas cómo “¡La hora del viejo había sonado!” refiriéndose a su muerte, o comparaciones como “un fino rayo de luz, semejante al hilo de una araña”. A veces, el ritmo del texto se acelera para expresar momentos de tensión o nerviosismo. También hay una hipérbole “se me helaba la sangre” exagerando el hecho de que estaba nervioso hasta el extremo de tener la sangre helada, cosa que no es posible. Continuamente además se repiten estructuras, cosa totalmente estética que adorna el texto y además sirve para expresar el nerviosismo del personaje como se menciónó anteriormente.
El texto como se ha mencionado al principio, pertenece a Edgar Allan Poe, un hombre con una vida muy escabrosa y corta. Durante su obra, le atrajo explorar y conocer los aspectos más marginales de la sociedad y destacó en narrativa breve o relatos cortos. Precisamente por eso, se puede decir que, aunque éste texto pertenezca una época en la que el Realismo predominaba, es ROMántico, pues está protagonizado por un personaje marginal guiado por sus pasiones, y precisamente el Romanticismo busca sacar a la luz las pasiones del ser humano y escapar de la razón. Se defendía la libertad individual y el objetivo era dejar salir lo que uno tiene dentro, y el protagonista hace precisamente eso, no pudiendo resistirse a matar al viejo.


Estamos ante un poema escrito por el autor Baudelire, llamado alegoría. Éste poema pertenece al Siglo XX concretamente al año 1857. El tema de este poema es la exaltación o la alabanza de los aspectos más oscuros o prohibidos de la sociedad.El poema está dividido en cinco estrofas de cuatro versos y se divide en cuatro partes en la primera parte(1-4) se describe el físico de una mujer bella en la segunda parte(5-8) habla de que se burla de la muerte y del libertinaje y de cómo le respetan(la muerte y el libertinaje), en la tercera parte(9-16) habla de cómo es esa mujer la idealiza describe a partir de sus percepciones como es y la cuarta y última parte(16-20) habla de que llegar a la hora de enfrentarse a la muerte sin miedo y con valentía.es un poema descriptivo en el que se describe a una mujer y para ello utiliza la tercera persona(“su piel de ganado”) es un poema que pertenece al género literario lírico ya que el autor expresa sus sensaciones y recurre al uso de la tercera persona como ya mencionado anteriormente en la herrador es omnisciente es decir sabe lo que piensa no hay un Marco temporal preciso la métrica es irregular con versos libres algunos y dos besos en cada estrofa con rima consonante en este poema podemos observar la función expresiva o emotiva en la que el autor expresa sus pensamientos y sensaciones para ello resume al uso de un léxico connotativo y usa adjetivos valorativos(“mujer bella”)encontramos además la función representativa o referencial en la que el autor pretende dar una información objetiva para ello recurre al uso del modo indicativo en verbos(“camina como diosa”) Y al empleo de la tercera persona(“sabe”)Y por último observamos la función poética o estética ya que se cuida la forma mediante repeticiones anafóricas(“que la hermosura…”) paralelismos (“camina como diosa, pasa como sultana”), hipérbaton (“que en el vino arrastrar deja su cabellera”), metáfora(“las garras del amor”)comparación (camina como diosa) y enumeraciones (“que la hermosura física”)Charles Baudelaire Autor de este poema fue un escritor poeta ensayista Y traductor francés. Fue el poeta de mayor impacto en el simbolismo francés. Se le considera un poeta maldito debido a su vida busca de mía y de excesos y a la visión del mal que impregna en sus obras.Charles fue para algunos la crítica y la síntesis del Romanticismo una revolución ante la ilustración dando prioridad a los sentimientos y para otros el precursor del simbolismo este movimiento tiene sus orígenes en las “flores del mal” fue una reacción literaria contra el Naturalismo y el Realismo movimientos que exaltaban la Realidad cotidiana. Los principales temas en la obras de Charles son el reflejo de la vida urbana la angustia el tedio y el ansia de evasión.Las flores del mal está formada por seis secciones de selección son poemas que muestran la distancia entre la realidad ideal y el ideal poético y útil. Los demás son el amor la lujuria y la muerte la esperanza del paraíso. 

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