30 Oct

El Modernismo surge en Hispanoamérica, fundamentalmente En el género lírico, y estos son algunos de sus temas y motivos Literarios: la experiencia del hastío o “spleen”, que les lleva a Evadirse a través de un pasado legendario, de la mitología o del Cosmopolitismo; la creencia en una armónía universal, que se revela A través de la belleza sensorial de los símbolos; la sacralización del Arte como forma suprema de conocimiento; el erotismo, a veces Relacionado con lo inmoral y con la simbología religiosa, por influencia Del decadentismo. El lenguaje poético modernista sufre una gran renovación, a Través de un léxico exquisito e inusual; abundantes referencias Sensoriales y símbolos; la búsqueda de la musicalidad mediante Efectos rítmicos y aliteraciones; y las innovaciones métricas, con el Predominio del verso alejandrino y la renovación del soneto. El poeta nicaragüense Rubén Darío, que trajo el movimiento a España, escribíó Azul, primer gran libro del movimiento. En Prosas Profanas (1901) observamos, en todo su esplendor, la visión vitalista Y paganizante del poeta. En este poemario recorre la temática del Escapismo (la Edad Media idealizada, los mundos palaciegos y Versallescos, la mitología), y busca en los símbolos (el cisne) el ideal De la belleza que da sentido al mundo. Por último, en Cantos de vida Y esperanza el autor introduce un tono pesimista y reflexivo, ante los Enigmas de la vida y la muerte. En España, el Modernismo se manifiesta en dos grupos de Escritores: por una parte, los que se identifican con el movimiento Durante toda su trayectoria. Salvador Rueda fue el iniciador, al que Siguieron Ricardo Gil (La caja de música) y Manuel Reina. También Francisco Villaespesa y Eduardo Marquina, autores de un teatro Modernista en verso, que recupera la historia de España de un modo Idealizado (Las hijas del Cid, de Marquina); Manuel Machado, que Supo introducir en la estética modernista motivos del folclore andaluz, Tanto en su poesía (Cante hondo), como en obras teatrales que Escribíó junto con su hermano Antonio (La Lola se va a los puertos). En el otro grupo, encontramos a los tres grandes autores que Tienen en el Modernismo el referente estético de sus primeras etapas, Pero que posteriormente trazaron nuevos rumbos para su poesía: Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez y Ramón María del ValleInclán. Soledades, galerías y otros poemas (1907) de Antonio Machado recoge la herencia del simbolismo francés, y del intimismo De Bécquer. Juan Ramón Jiménez, que pertenece a una generación Posterior, denominó como “sensitiva” a su primera etapa modernista, En la que muestra un anhelo de infinito. Valle-Inclán es un escritor profundamente modernista en gran Parte de su trayectoria. Recoge el tema de la evasión a través del Mundo primitivo de su Galicia natal; siente la fascinación por el Pecado y el erotismo, temas típicos del decadentismo, junto con la Exaltación de la belleza sensorial del simbolismo, a través de un Lenguaje exquisito. Cultivó la lírica modernista (Aromas de leyenda), Y también fue el máximo representante del movimiento en la Narrativa (las Sonatas, cuatro novelas cortas; los relatos de Jardín Umbrío), y del teatro modernista. En este género destaca el ciclo De las farsas (La marquesa Rosalinda), en el que se recrea un mundo Maravilloso, de hadas y princesas versallescas, que a partir de 1920 Deriva definitivamente en el esperpento.





La Generación del 98 está formada por un conjunto de Escritores nacidos entre 1860 y 1875: Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Azorín, y, con matices, Antonio Machado y Ramón del ValleInclán. Estos son algunos de los motivos temáticos que comparten: La angustia existencial y la abulia, que recogen de la filosofía Irracionalista; el tema de Dios y su silencio; el problema de España, Que les lleva a tener una posición muy crítica con la decadencia del País tras el Desastre del 98; la identidad de España, cuyo espíritu ven Reflejado en el paisaje y las ciudades castellanas, como símbolo de un Espíritu eterno que recuperan a partir de los clásicos medievales y del Siglo de oro. La narrativa es el género más cultivado por esta generación. Destacan las novelas de 1902, que marcaron la superación del Realismo: Amor y pedagogía (Unamuno), Camino de perfección (Baroja), La voluntad (Azorín), Sonata de otoño (Valle-Inclán, en su Etapa modernista). Pasamos ahora a explicar brevemente la obra Narrativa de estos autores. José Martínez Ruiz, Azorín, trata obsesivamente el tema del Tiempo como repetición. En sus obras recrea las historias y Personajes de la literatura clásica española, buscando en ellas lo Eterno del espíritu español. Así ocurre en Castilla, colección de Artículos y relatos. Su prosa exalta el valor de las cosas pequeñas, Rescatando el léxico arcaico o rural con una voluntad primitivista. Baroja es considerado el gran novelista del 98. Su extensa Obra se agrupa en trilogías, como La raza, en la que destaca la novela
El árbol de la ciencia. Son narraciones fragmentarias, en las que Mezcla la acción y la reflexión, con personajes inadaptados y Pesimistas. Su estilo es claro, alejado de todo ornamento. Para Unamuno la novela es cauce de expresión de problemas Filosóficos y existenciales. El eje de su producción literaria es el ansia De inmortalidad, y el conflicto entre el impulso religioso y la razón. En Sus novelas abundan los diálogos y monólogos, con argumentos Esquemáticos. En Niebla, el autor teoriza sobre un nuevo género que Recoge esta forma de entender la narrativa: la “nivola”. Valle-Inclán tuvo una larga etapa modernista, y no sin Matices se puede incluir su obra, a partir de 1920, en el Grupo del 98. Es carácterística la forma en que convierte a sus personajes en Marionetas o sombras grotescas, con un lenguaje a veces brutal, y Un tono sarcástico. Su crítica de la sociedad y política españolas es Muy dura en novelas como la trilogía La guerra carlista. En Tirano Banderas inicia la llamada novela de dictador hispanoamericano. En el género lírico la figura más destacada es Antonio Machado. Su mundo temático es amplio: la introspección (la Soledad, la muerte de su esposa, el paisaje, etc.), la política (Castilla Y la visión pesimista de España), y la preocupación filosófica y Existencial. Alcanza la plenitud poética con Campos de Castilla (1912- 1917). El teatro del 98 tiene una vocación innovadora y anticomercial. Los personajes y la acción se vuelven esquemáticos, y se introducen Inquietudes filosóficas, como en las obras de Unamuno (Fedra) y Azorín (Angelita). Pero, sin duda, Valle-Inclán es la figura más Destacada de la renovación teatral de la época. En su primera etapa Crea un conjunto de obras de tono mítico y estetizante, con rasgos Modernistas, pero que también reflejan una sociedad violenta y Supersticiosa (la trilogía Comedias bárbaras, Divinas palabras). A Partir de 1920, construye una visión deformada e irracional de la Sociedad española mediante el esperpento. Luces de Bohemia (1920) Se considera la cumbre del teatro español del Siglo XX.

Deja un comentario