16 Jun

I- INTRODUCCIÓN. CONTEXTO


La muerte de Franco (20 de Noviembre de 1975) supuso un enorme cambio político y social para España. Tras la publicación en 1975 de La verdad sobre el caso Savolta 1 , de Eduardo Mendoza, significa el nuevo giro de la narrativa española, que vuelve al placer de contar. A pesar de que incorpora elementos formales que permiten entroncarla con la novela experimental, revela una vuelta al Realismo, al interés por la trama argumental, al viejo placer de contar historias, rasgo que se convertirá en el principal nexo de uníón de las diversas modalidades de relato en esta etapa.

II- RASGOS GENERALES


1. Se simplifican las estructuras narrativas, que eliminan la complejidad textual anterior. 2. Se recupera el argumento, la trama y los personajes, contándose una historia cerrada y continua. 3. Las novelas de hoy son deudoras en recursos y procedimientos técnicos tanto de la renovación narrativa de los sesenta como de las más variadas tradiciones novelísticas de nuestro siglo: novela negra, de aventuras. 4. Se utilizan las personas narrativas tradicionales (primera y tercera). 5. Se observa una diversidad temática y formal que abarca desde la novela histórica (de gran
éxito de ventas y en premios literarios como las obras de Antonio Gala) hasta las últimas novelas experimentales (la “generación nocilla”). 6. Destaca el carácter individualista del escritor, que se preocupa por encontrar el lenguaje propio que refleje su universo personal. 7. Se trata de una narrativa que se dirige a un lector medio que prefiere el entretenimiento a la complejidad narrativa.
EN RESUMEN:
– Recuperación de la intriga e importancia de la construcción de la trama – Diversidad de tendencias y subgéneros: novela policíaca, realista, de la memoria y de historia, poemática, sicológica, reflexiva, etc. – Eclecticismo: mezcla de géneros y rasgos – La historia contemporánea como materia de ficción – La memoria como parte integrante de la ficción – Crisis de valores de la sociedad española y crisis de identidad del individuo – Selección de un lector medio. Importancia radical del factor “consumo” y comercial.


PRINCIPALES TENDENCIAS Y AUTORES


El panorama actual, es muy plural y en él conviven diferentes tendencias que comparten el mismo espacio. A la vez, coexisten autores pertenecientes a diferentes generaciones y de clara orientación individualista. En la narrativa del 75 hasta hoy pueden coincidir hasta cinco grupos generacionales de autores;
AUTORES DE POSGUERRA (Delibes, Cela, Torrente Ballester)
Generación del 50 ( Benet, Marsé, Martín Gaite, Ana María Matute, Sánchez Ferlosio, Vázquez Montalbán)
Autores de los 70 y 80 (Eduardo Mendoza, Juan José Millás, Pérez Reverté, Almudena Grandes)

Últimos autores

Escriben en los últimos 90 y 2000. (Juan Manuel de Prada, Manuel Rivas)

Generación “Nocilla” o “Afterpop”

Son los más inmediatos y recientes. Escriben a partir del 2000. (Lorenzo Silva, Isaac Rosa, Marta Sanz) Ningún género ha estado ausente de la novela española de los últimos años: novelas de amor, de aventuras, policíacas, fantásticas, psicológicas, novela negra, novela histórica, relatos autobiográficos, etc. Dentro de estas líneas narrativas sobresalen las siguientes:

METANOVELA


El narrador reflexiona sobre los aspectos teóricos de la novela que suele trasladar a la ficción como motivo del relato. Algunos ejemplos: La orilla oscura (1985), de José Mª Merino; El desorden de tu nombre (1987), de Juan José Millás.

NOVELA LÍRICA

El valor esencial es la introspección, así como calidad técnica con que está escrita, la búsqueda de la perfección formal. Centra su interés en un mundo más sugerente que
concreto, con personaje-símbolo y una mayor tendencia al lenguaje poético. Mortal y rosa (1975), de Francisco Umbral; La lluvia amarilla (1988), de Julio Llamazares. 

NOVELA HISTÓRICA

Se trata de un tipo de novela de gran precisión histórica que obliga al novelista a documentarse sobre el período, acontecimientos y personajes sobre los que pretende novelar. El hereje (1998), de Miguel Delibes; la saga de las novelas de Pérez-Reverté. Dentro de esta tendencia cabe citar aquella que se ocupa de la reconstrucción de la historia de la Guerra Civil. Se trata de obras como Luna de lobos (1985), de Julio Llamazares; Soldados de Salamina (2001), de Javier Cercas.


NOVELA POLICÍACA Y DE INTRIGA


Mezcla esquemas policíacos con aspectos políticos e históricos. La serie de novelas sobre el detective Carvalho (que sirve como crónica sociopolítica, mordaz e irónica de la transición democrática) o Galíndez (1990) convierten a Manuel Vázquez Montalbán en el escritor más representativo; aunque no es el único.

NOVELA DE LA MEMORIA Y DEL TESTIMONIO


De enfoque realista, la memoria de una generación y el compromiso son los temas básicos de esta corriente, que abarca también el mundo onírico, irracional o absurdo. En esta línea cabría mencionar el Realismo carnavalesco de Luis Mateo Díez (La fuente de la edad, 1986), así como la decidida defensa de la condición femenina de Rosa Montero en Te trataré como a
una reina (1981).

NOVELA DE PENSAMIENTO


Cercana al ensayo, se trata de un tipo de narrativa en la que se difuminan las fronteras entre la novela y el ensayo, pues da cauce a múltiples digresiones sobre las preocupaciones del autor, en un tono cercano a veces a lo autobiográfico. Un ejemplo de ello es Sefarad (2001), de Antonio Muñoz Molina, o muchas de las obras de Javier Marías.

NOVELA CULTURALISTA


En los últimos años han aparecido una serie de autores jóvenes que hacen una novela que se ocupa de analizar y explicar diferentes aspectos de la cultura occidental desde unas posturas bastante eruditas. Eso es lo que hace Juan Manuel de Prada con Las máscaras del héroe o La tempestad.

NOVELA NEORREALISTA O DE LA GENERACIÓN X


Otra tendencia en la novela de los autores más jóvenes es la de hacer una novela que trata los problemas de la juventud urbana (sus salidas nocturnas en las grandes ciudades, el uso y abuso de drogas, del sexo, del alcohol y de la
música rock…), con una estética muy cercana a la contracultura: Héroes (1993), de Ray Loriga; Historias del Kronen (1994), de José Ángel Mañas; Sexo, prozac y dudas (1997), de Lucía Etxebarría; o Deseo de ser punk (2009), de Belén Gopegui).


II- RASGOS GENERALES. 2

– La recuperación de la intriga. Agotado el experimentalismo, la novela recobra el placer de contar historias. La narrativa, ahora menos intelectual y formalista, diseña tramas bien construidas y crea ambientes y personajes muy sólidos. El resultado es que la novela resulta más accesible y es capaz de atraer a un número importante de lectores, lo que explica el auge del género en las últimas décadas.

– La novela como bien de consumo. Consecuencia de lo anterior, la proliferación de certáMenes y premios literarios y la ampliación del mercado en las grandes superficies ha motivado el incremento de autores y obras (los best sellers), que muchos de estos escritores se hagan populares en los medios de comunicación y que se vuelva a una forma de narrar más tradicional, más sencilla y más acorde con los gustos de ese lector consumidor, aunque no se
renuncia del todo a las innovaciones del género o a la incorporación de nuevos soportes (libros digitales, lectura hipertextual, etc
– La crisis del individuo. Con la llegada de la libertad, se sueltan las últimas amarras que sujetaban ideológica e intelectualmente a los autores. La novela se vuelve más directa, y habla sin tapujos del ser humano y los valores de la sociedad. Como resultado, es frecuente encontrar un nuevo Realismo que retrata la confusión del individuo moderno, desorientado e inseguro, que busca su propia identidad y ha perdido la fe en la sociedad o en aquellos
valores que con la llegada de la democracia se habían mitificado. En este proceso, es fundamental el papel de la memoria en la construcción de la historia, mezclándose los límites de la realidad y la ficción.


POR DÉCADAS Y AUTORES:

NOVELA EN LA DÉCADA DEL SETENTA


En la novela española de los setenta irrumpe un grupo de autores, nacidos y formados bajo la dictadura franquista, que llegan a la mayoría de edad cuando la literatura comprometida alcanza su esplendor y la narrativa hispanoamericana brilla con luz propia. Son escritores cuya andadura se ha prolongado hasta nuestros días. Al principio, estos escritores reaccionan en contra del Realismo social y tienden en un primer momento a producir una literatura minoritaria fuertemente experimental. Pero hacia 1975 se aprecia en ellos un cambio de actitud que los lleva a una mayor comunicación con los lectores y el relato desintegrador va cediendo terreno al deseo de contar una historia. Surgen así diferentes subgéneros en los que la intriga es el ingrediente esencial: novela negra, policíaca, de aventuras, a modo de reportaje, histórica. 

EDUARDO MENDOZA, publicó en 1975 La verdad sobre el caso Savolta, título que, en buena medida, puede considerarse el punto de partida de la narrativa actual. Otros como:

Manuel VÁZQUEZ MONTALBÁN o Javier MARÍAS

En los ochenta surge otro grupo de narradores, los nacidos a partir de 1950. En líneas generales, siguen los planteamientos de sus inmediatos antecesores. Entre los autores de esta década cabe mencionar: José María Merino o Juan José Millás.


NOVELA EN LA DÉCADA DE LOS NOVENTA


Las técnicas y tendencias dominantes pueden resumirse en: Continúa la orientación existencial propia del Siglo XX, ya sea de forma “personal” o como “testigo”. 1. Se utiliza la narración en segunda persona, haciendo que el personaje se desdoble. 2. Abunda la novela de evocación, con una pluralidad de formas narrativas. 3. Tratamiento paródico de los personajes o de los hechos narrados. 4. Sigue cultivándose la novela histórica y la próxima al reportaje, e una simbiosis curiosa entre novela y periodismo. 5. Continúa presente el relato fantástico. 6. Temas más frecuentes: la atracción por la intimidad, el espacio como metáfora de la inconsciencia de lo real, el desasosiego producido por las tribulaciones sentimentales y morales; el escepticismo frente a cualquier militancia; el sentimiento como solución literaria de los conflictos humanos. Entre los autores cabe destacar a algunos de los que empezaron a publicar en la década anterior y otros ya consagrados como Cela, Delibes, Carmen Martín Gaite… También, abe destacar la abundancia de narrativa femenina en estos años, por ejemplo, Almudena Grandes.

NOVELA EN EL 2000


Cabría hablar al iniciarse el nuevo milenio de una serie de jóvenes escritores que se centran en los problemas de la juventud, reflejando en sus escritos la cultura pop y el inconformismo de los jóvenes actuales. Algunos los integran en lo que se llamó Generación X. Posteriormente, otros autores han bebido de las historias hiperrealistas y desestructuradas, son los que hoy se han enmarcado en la Generación Nocilla, nacidos entre 1960 y 1970 (Agustín Fernández Mallo y Ricardo Menéndez Salmón). Entre ellos se encuentra también Juan Manuel Gil. Esta generación se caracteriza por:
1. La interdisciplinaridad. 2. La sobresaturación de la cultura pop entre la juventud española de principios del Siglo XX. 3. La mezcla y contraste entre la llamada “alta cultura” y la cultura pop. 4. Se trata de una literatura zapping, con gran número de personajes que vienen y van y no entienden de nudos ni desenlaces. 5. Es frecuente el collage y las apropiaciones de textos ajenos en nombre del “noble arte del reciclaje”. 6. Se dan estructuras abiertas, con historias que se sabe cómo empiezan pero no cuándo terminan. 7. Muchos de ellos practican la literatura electrónica del blog o bitácora e hibridan los géneros literarios. 8. Son inconformistas y publican en editoriales minoritarias, abominando de la literatura convencional.

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