03 Oct

• NOVELA POLICÍACA Y DE INTRIGA. Mezcla esquemas policiales con aspectos políticos e históricos. La serie de novelas sobre el detective Carvalho (que sirve como crónica sociopolítica, mordaz e irónica de la transición democrática) o Galíndez (1990) convierten a Manuel Vázquez Montalbán en el escritor más representativo; aunque no es el único, ya que de algunos elementos de este género también se han servido Eduardo Mendoza (La ciudad de los prodigios, 1986), Arturo Pérez-Reverté (La tabla de Flandes, 1990), Antonio Muñoz Molina (Plenilunio, 1997) o Carlos Ruiz Zafón (La sombra del viento, 2001).• NOVELA DE LA MEMORIA Y DEL TESTIMONIO. De enfoque realista, la memoria de una generación y el compromiso son los temas básicos de esta corriente, que abarca también el mundo onírico, irracional o absurdo. En esta línea cabría mencionar el Realismo carnavalesco de Luis Mateo Díez (La fuente de la edad, 1986), el Realismo imaginario de Luis Landero (Juegos de la edad tardía, 1989), así como la decidida defensa de la condición femenina de Rosa Montero en Te trataré como a una reina (1981), la revisión crítica de los desajustes sociales de nuestro tiempo de Rafael Chirbes (Crematorio, 2007) o la revisión caleidoscópica de la Transición de El día de mañana (2011), de Ignacio Martínez de Pisón.• NOVELA DE PENSAMIENTO. Cercana al ensayo, se trata de un tipo de narrativa en la que se difuminan las fronteras entre la novela y el ensayo, pues da cauce a múltiples digresiones sobre las preocupaciones del autor, en un tono cercano a veces a lo autobiográfico. Un ejemplo de ello es Sefarad (2001), de Antonio Muñoz Molina, o muchas de las obras de Javier Marías (Todas las almas (1989), Negra espalda del tiempo (1998), Tu rostro mañana, 2009).

• NOVELA CULTURALISTA. En los últimos años han aparecido una serie de autores jóvenes que hacen una novela que se ocupa de analizar y explicar diferentes aspectos de la cultura occidental desde unas posturas bastante eruditas. Eso es lo que hace Juan Manuel de Prada con Las máscaras del héroe o La tempestad.• NOVELA NEORREALISTA O DE LA GENERACIÓN X.: otra tendencia de los autores más jóvenes es la de hacer una novela que trata los problemas de la juventud urbana (sus salidas nocturnas en las grandes ciudades, el uso y abuso de drogas, del sexo, del alcohol y de la música rock…), con una estética muy cercana a la contracultura: Héroes (1993), de Ray Loriga; Historias del Kronen (1994), de José Ángel Mañas; Sexo, prozac y dudas (1997), de Lucía Etxebarría; o Deseo de ser punk (2009), de Belén Gopegui. Entre los autores destacados de la narrativa actual se encuentran:EDUARDO MENDOZA (Barcelona, 1943) publicó en 1975 La verdad sobre el caso Savolta, título que, en buena medida, puede considerarse el punto de partida de la narrativa actual. En ella utiliza el esquema de la novela de intriga y recrea la Barcelona del primer tercio del Siglo XX, mostrando una variada galería de ambientes y personajes, desde la élite empresarial a los escenarios obreros más pobres de la ciudad.En obras posteriores, Mendoza ha mostrado su excepcional capacidad paródica: El misterio de la cripta embrujada (1978), El laberinto de las aceitunas (1982) y Sin noticias de Gurb (1992) actualizan y subvierten de forma hilarante los tópicos de tres géneros consagrados: la novela de misterio, la novela negra o policíaca y la novela de ciencia ficción. La ciudad de los prodigios (1986) es la más ambiciosa de sus obras y probablemente la más lograda; en ella se recrea la evolución histórica y social de la ciudad de Barcelona en el período comprendido entre las exposiciones universales de 1888 y 1929, tomando como hilo conductor la progresión en la escala social del protagonista. Más recientemente ha publicado La aventura del tocador de señoras (2001), El asombroso viaje de Pomponio Flato (2008) o El enredo de la bolsa y la vida (2012).

En toda su obra destaca su admirable capacidad fabuladora, el asombroso dominio de registros lingüísticos, el humor sutil y la habilidad para la parodia.- Antonio MUÑOZ MOLINA (Úbeda, 1956) Se conjugan de forma armónica el rigor en la construcción del relato y la preocupación por elaborar un argumento atractivo para el lector. Destaca asimismo la calidad de la prosa, intensa, que se desarrolla en períodos amplios, de ritmo muy cuidado. Sobresalen entre sus obras El invierno en Lisboa (1987), una magnífica novela de intriga; El jinete polaco (1991), evocación autobiográfica que juega hábilmente con los tiempos del relato; y Plenilunio (1997), acertado intento de remozar el género policíaco. Sefarad (2001) huye del argumento tradicional y desarrolla en clave de literatura personajes y situaciones históricas. Su última novela, La noche de los tiempos (2009), es una historia que bucea en los orígenes de la guerra civil española y posiblemente se trate de una de las mejores obras de la década.En general, en su mundo narrativo encontramos que el deber moral y la deuda histórica instan al derrotado a la redención. Destacar además que su estilo es rotundo, marcado por la frase limpia, el adjetivo certero y multitud de comparaciones de gran plasticidad y precisión que aportan a su prosa una enorme intensidad. La potente emoción en la evocación de sus orígenes y el homenaje generacional a quienes sufrieron la guerra son una afirmación de la conciencia social.

– ALMUDENA GRANDES (Madrid, 1960).

Desde las primeras obras se puede apreciar su sensibilidad y compromiso con la sociedad. Sus novelas contienen cuadros costumbristas y anécdotas de su infancia. Están ambientadas antes y después de la Guerra Civil y sus personajes evolucionan profundamente. ALMUDENA GRANDES (Madrid, 1960).Desde las primeras obras se puede apreciar su sensibilidad y compromiso con la sociedad. Sus novelas contienen cuadros costumbristas y anécdotas de su infancia. Están ambientadas antes y después de la Guerra Civil y sus personajes evolucionan profundamente.Sus argumentos son de corte intimista: a veces recurre a la infancia, la memoria y la búsqueda de identidad. Impera el tono existencial propiciado por el sentimiento de soledad y de angustia de los protagonistas, de los que se observan sus contradicciones y flaquezas a través del análisis interior. Sus mejores protagonistas son mujeres con determinación, fortaleza e independencia intelectual, y resueltas a ser lo que desean ser.

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