14 Jul

Pedro Lezcano (Madrid 1920); Las Palmas de Gran Canaria, 2002)
Aunque nacido en Madrid, su vida pronto se vincula al archipiélago
canario, concretamente a la isla de Gran canaria. Su adolescencia
contara con la compañía y la a mistad de otros poetas con los que
compartiría posteriormente estilo y tendencias, como Agustín Millares o
Ventura Doreste. A diferencia del primero, Lezcano si consolidó una
formación universitaria que sin duda repercutió en su dominio de la
escritura.
Como sus contemporáneos, las revistas pronto serán el primer marco de
sus producciones, tanto en su época de estudiante de bachillerato como
en su posterior etapa de universidad. Durante unos 3 años (1944-1947)
consolidará su voz poética y adquirirá cierta fama.
A PARTE A partir del año 1947, con Lezcano afincado definitivamente en GranCanaria y con su imprenta homónima, podemos decir que se abre una
nueva etapa en la vida y en la producción del artista. Se trata de un
periodo (hasta su muerte) en que veremos a un hombre a caballo entre
una de sus grandes pasiones, el teatro, además de su dedicación
progresiva a la política (militante de izquierdas).
APARTEEste pequeño cuento forma parte del libro de relatos “Cuentos sin
Geografía y otras narraciones” (1968), es el retrato, casi la fotografía o la
estampa cotidiana de la pobreza particular de una familia de la clase
trabajadora. A nivel formal, y por su temática local y social, diríamos
además que el relato se acerca a la pintura de costumbres. Asimismo, el
cuento se acerca a una verdadera escena teatral.
APARTEEste relato trata temas como la pobreza y miseria de una familia, así
como la injusticia cultural y económica.
Un relato o breve cuento aparentemente inocuo como este que aquí
trabajamos puede ser también una buena ocasión para dar cuenta de
otras realidades que nos rodean, pero, sobre todo, para detectar cuan
cerca (y cuán lejos) estamos a veces de las verdaderas condiciones de
vida de los demás.
El autor nos invita a compartir la cena en la infravivienda de la familia de
Juan, al parecer un pescador del arte del chinchorro (tipo de red que da
nombre a su vez a un tipo de pesca…) y nos ofrece con ello un sobrio
testimonio del que se sospecha sea el día a día de esta familia
trabajadora.
Que Pedro Lezcano fue un autor apasionado del teatro lo evidencia sin
duda de este breve relato suyo que presenta una disposición y un
enmarque auténticamente teatral. Es de noche cuando, el autor, en
seguida deja correr no ya un solemne telón de boca sino una humilde
cortina de lona que descubre un escenario particular: variantes del
nombre de la abuela para certificar su decadencia, empleando una
derivación en evidentemente escala descendente (Juanona, Juana,
Juanita, Juanititita). Estos contribuyen al tono humorístico y realista los
símiles como el que compara el diminutivo de la abuela con el futuro, o el
símil del extranjero con un ánima. Son igualmente llamativos otros
recursos tales como la metonimia, al citar solo la marca del tabaco que
fuma Juan. No obstante, podemos encontrar alguna elipsis que pone
énfasis en el registro coloquial del relato y el carácter fotográfico del
mismo.
APARTEPintar con palabras que dejen claro la constatación de la existencia de la
pobreza y de otras situaciones francamente dramáticas forma parte del
ideario estético de Pedro Lezcano. Como se comentó también respecto
del verso comprometido de Agustín Millares Sall, el arte literario se
esfuerza así por plasmar las desigualdades para sonrojarnos y exigirnos
respuestas, sacudir nuestras conciencias e invitarnos a no ser
indiferentes. Reconocer pues que hay determinados sectores afectados
por la falta de recursos económicos es tarea de todos. La desidia frente a
situaciones de pobreza, desigualdad o marginalidad es una actitud,
cuando menos, irreverente. En concreto, se dice que la pobreza existe
en la misma relación que la falta de solidaridad.
Recordemos que se trata de una obra escrita poco después del que
fuera su libro más contundente y comprometido Consejo de paz , obra
que repercute en la vida del artista, personal y estéticamente, y que
provoca una ideologización mayor de su producción artística.
APARTEDicen algunos que mientras haya deseos habrá carencias… lo
importante es, entre otras muchas acciones, darle valor a lo que
poseemos, pero…¿Lo hacemos?
El autor nos recuerda a través de este relato la existencia de otras
realidades que, a veces, ante nuestros ojos, parecen ficticias. Aunque no
lo queramos ver, convivimos con la pobreza.
APARTEIntentar cambiar las situaciones de desigualdad reinantes y no mirar paraotro lado deberían ser los principios que guíen nuestras actuaciones. Laliteratura, al menos la que se define como “social”, no puede ni debepermanecer al margen de lo que ocurre a nuestro alrededor, tal es laperspectiva de la obra lezcaina.

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