03 Ago

.3- Todas ellas están más o menos obsesionadas por lo erótico. Estos anhelos eróticos pueden ir unidos (o no) a la idea del matrimonio, único cauce permitido para salir de aquel encierro. Las cinco hijas de Bernarda encarnan un abanico de actitudes que van de la sumisión, o la resignación, a la rebeldía. Angustias. 39 años. Hija del primer marido de Bernarda y heredera de una envidiable fortuna que no tarda en atraer, pese a su edad y su falta de encantos, a Pepe el Romano. Ha perdido la ilusión y la pasión ya, pero es la envidia de todas las hermanas. Magdalena. 30 años. Por una parte da muestras de sumisión, pero puede sorprendernos con amargas protestas, sobre todo contra Angustias. Ella hubiera preferido ser un hombre, ya que ha abandonado la idea de casarse y lanza su ¡maldita sean las mujeres!  Amelía.   27 años. Es quizás el personaje más desfigurado: resignada, medrosa y tímida. Martirio. 24 años. Es un personaje más complejo. Pudo haberse casado, si su madre no se hubiera interpuesto, de ahí su resentimiento; es enferma, depresiva y pesimista. Llega a decir: Es preferible no ver a un hombre nunca. Desde niña les tuve miedo. Está enamorada de Pepe el Romano y esta pasión la lleva hasta una irreprimible y nefasta vileza.

Adela. 20 años. Es la encarnación de la abierta rebeldía, la más joven, hermosa, franca, apasionada, su rebeldía (abanico y traje verde), su fuerza, su pasión le hacen prorrumpir en exclamaciones  escandalosas: No, no me acostumbraré (…) ¡Yo quiero salir!, ¡Mi cuerpo será de quien yo quiera! O ¡Lo tendré todo! En desafío abierto con la moral establecida, está dispuesta a convertirse en querida de Pepe el Romano. Su momento culminante es cuando rompe el bastón de mando de Bernarda en un arrebato de rebeldía trágica, y exclama: ¡Aquí se acabaron las voces de presidio!

-María Josefa. La abuela. En sus palabras se mezclan locura y verdad. Se hace portavoz de un anhelo común ¡Déjame salir! Y agranda líricamente los problemas centrales: la frustración de las mujeres, el anhelo de matrimonio y de maternidad, el ansia de libertad, de espacios abiertos…-La Poncia. Vieja criada: interviene en las conversaciones y en los conflictos, hace advertencias, da consejos, hasta tutea a Bernarda, pero ésta no deja de recordarle las distancias que las separan. Ella asume su condición pero está llena de un rencor contenido. Tiene conversaciones  con las hijas de modo abierto y descarado, al hablar de lo sexual aportará un elemento de contraste y turbias incitaciones. Se caracteriza por su sabiduría rústica, por su desgarro popular y por el sabor, la riqueza y la creación de su habla.-La criada. Tiene un menor relieve que Poncia y también participa del rencor hacia el ama (y hacia el difunto marido, que la acosaba), aunque se muestra sumisa e hipócrita. Obedece a La Poncia pero es altanera y ruda con la mendiga. -Pepe El Romano. No  aparece  en escena  pero está omnipresente.  Es la encarnación del Hombre,  del «oscuro objeto del deseo», con todo lo que se va diciendo de él se compone un retrato suficientemente perfilado. Pero tiene su doblez: va detrás del dinero de Angustias, pero enamora a Adela, se convierte así en el papel «catalizador» de las fuerzas latentes.

4-Lenguaje. Aparece el lenguaje COLOQUIAL:

⦁Insultos, amenazas y maldiciones, rasgo que afecta a todas las mujeres. Los insultos que profiere Bernarda a sus hijas son directos y entre las hermanas también.

⦁Aparecen vulgarismos en boca de Poncia y de la Criada ( gori gori) 

⦁Andalucismos  (puede ser volunto mío) 

⦁Ejemplos de habla rural  y campesina (la tercer sábana) 

⦁Refranes, frases hechas y dichos populares. 

⦁Adaptaciones de refranes por parte  de Lorca.

⦁Tratamiento del Tú y del usted

⦁Frases de doble sentido, insinuaciones.

En Bernarda predominan las intervenciones rápidas, secas y cortantes. Sus parlamentos son autoritarios, bruscos y agresivos. Por eso es normal que predomine la modalidad oracional imperativa y en segundo lugar la interrogativa. En definitiva es la función apelativa.

En  las hijas (Angustias, Magdalena y Amelía) predominan por la lentitud y el tedio de sus palabras En Martirio dominan las amenazas y las insinuaciones. Adela destaca por la fuerza de sus palabras y de su tono. Emplea imperativos y frases cortas y cortantes. 

Destaca el lenguaje de la Poncia: es rico y variado; lenguaje popular, insinuaciones, provocativa, sentido del humor y a la vez un lenguaje poético. 

Mª Josefa es una mezcla de lenguaje infantil y de habla perturbada , juegos lingüísticos absurdos, onomatopeyas y expresiones graves.

 Con el habla coloquial conviven LOS ELEMENTOS POÉTICOS .Aparecen: comparaciones, imágenes y metáforas, hipérboles, paralelismos….Los símbolos  constituyen uno de los pilares creadores en la producción dramática y lírica de Federico García Lorca.

La luna se relaciona con la muerte, el erotismo, la  fecundidad y la belleza, dependiendo del contexto. Oveja: símbolo maternal. Sol: vida, alegría. Perro: sumisión. Color verde: rebeldía, muerte. El mar o el campo: libertad. El agua y la sed: vida, anhelos. Caballo: instintos vitales reprimidos. Río: fuerza vital, erotismo. Pozo: muerte. Árbol: fuerza, vitalidad. Las flores tienen un fuerte valor simbólico, erótico,en esta obra:

Adela tiene un abanico redondo con flores rojas y verdes;

Paca la Roseta, después de mantener relaciones sexuales en el olivar, regresaba al pueblo con “el pelo suelto y una corona de flores en la cabeza”;

M.ª Josefa aparece en el acto I diciendo que se quiere casar. Se  presenta “con flores en la cabeza y en el pecho”;

La canción de los segadores dice  que “el  segador pide rosas para adornar su sombrero”….También es revelador el contraste entre el blanco y el negro:

El blanco simboliza la vida, la  alegría, el amor y la libertad (paredes blancas,   sábanas blancas, enaguas blancas, caballo semental   blanco, estrellas blancas, oveja blanca y pelo blanco de M.ª Josefa).

El negro representa la tristeza, el odio, la represión y la muerte (trajes de luto, abanico negro, mantón  negro de Bernarda, noche oscura y negra.)

Deja un comentario