23 Sep

Cultura medieval: profundamente religiosa.

Literatura, filosofía y las artes de la época: mentalidad teocéntrica;  convertía a Dios en el centro de todas las cosas. Actividades cotidianas: regidas por la religión. Representantes Iglesia católica: fuerte control ideológico, económico y social.

Cabeza de la Iglesia: papa, obispo de Roma. Debajo, dos grandes grupos: el clero secular y el regular.

Clero secular: miembros de la Iglesia que vivían integrados en la sociedad, desempeñaban funciones pastorales, como impartir sacramentos, oficiar ceremonias religiosas y predicar. Organización

Cargo básico: sacerdotes o curas, estaban en contacto con los fieles a través de las parroquias.

Por encima: alto clero: los obispos dirigían las diócesis, formadas por un conjunto de parroquias; y los arzobispos gobernaban una agrupación de diócesis: las archidiócesis.

Clero regular: individuos que vivían en una comunidad religiosa. Seguían una regla, un conjunto de normas que impónían una disciplina y que regulaban su vida cotidiana. Se congregaba en órdenes: órdenes monásticas y órdenes mendicantes.

Órdenes monásticas: monjes que vivían en monasterios aislados en el medio rural. Seguían la regla de san Benito: orar y trabajar.

Órdenes monásticas más importantes:

Orden de Cluny. Difundida por Europa: siglo XI. Sus monasterios fueron muy poderosos y, en ellos, trabajaron muchos campesinos.

Orden del Císter. Fundada en el Siglo XII como reacción a la riqueza acumulada por la Orden de Cluny. Por ello, impuso un retorno a la vida sencilla y al trabajo manual.

Órdenes mendicantes. Surgidas a partir del Siglo XII, con el fin de predicar dentro de las ciudades. Sus integrantes vivieron, en un principio, de la limosna. Destacaron:


Franciscanos. Orden franciscana: fundada por san Francisco de Asís. Buscaba una vuelta al modelo de vida basado en la pobreza de Cristo; motivó enfrentamientos entre esta orden y el papado.

Dominicos. Orden de los dominicos: creada por santo Domingo de Guzmán; nombre originario: la Orden de los Predicadores. Hubo grandes teólogos, como santo Tomás de Aquino.

Peregrinaciones: viajes emprendidos para venerar lugares sagrados. Los peregrinos, obténían indulgencias; perdón de sus pecados.

Las peregrinaciones más importantes fueron las que conducían a Roma, a Jerusalén y a Santiago de Compostela.

Se generó una importante actividad comercial para poder atender las necesidades de los peregrinos durante los viajes. Las peregrinaciones permitieron: difusión de estilos artísticos y corrientes culturales. Contribuyó: crecimiento ciudades emplazadas en rutas de peregrinación.

1095-1270: cristiandad emprendíó ocho cruzadas; expediciones militares para tomar la Tierra Santa, la tierra en la que predicó y murió Jesucristo, pues estaba en manos del islam. Inspiradas por los papas y las integraron reyes, nobles, caballeros que buscaban fortuna o marginados que seguían a predicadores fanáticos. Los papas pretendían fortalecer su autoridad y canalizar las ansias guerreras de la nobleza feudal hacia una causa que consideraban justa.

Siglos XII-XII, los cruzados formaron varios reinos; el más importante: de Jerusalén. Los musulmanes acabaron recuperando los territorios perdidos.

 Las cruzadas: origen de las órdenes militares; caballeros que eran al mismo tiempo monjes y soldados. Las más importantes fueron la del Temple, que custodiaba el Santo Sepulcro de Cristo en Jerusalén, y la de los Hospitalarios, que asistía a los peregrinos.


Religiosidad popular en la Edad Media: antiguas costumbres paganas que la Iglesia había cristianizado; ritos funerarios y fiestas relacionadas con el paso de las estaciones. Culto a los santos y procesiones, se veneraban sus reliquias y se hacían ofrendas. Los predicadores incitaban a las masas a realizar actos de penitencia pública y, en ocasiones, provocaban reacciones violentas contra los judíos o los ricos.

Por último, fueron frecuentes las herejías: interpretaciones de la religión que se desviaban de la doctrina de la lglesia. Algunas de estas herejías, como la albigense —también llamada cátara— o la husita, tuvieron una importante repercusión social.

Los monasterios: Hasta el Siglo XII, la cultura estuvo recluida en los monasterios. Los monjes eran casi las únicas personas que sabían leer y escribir, y gran parte de su trabajo se desarrollaba en los escritorios de la biblioteca del monasterio. Hacían copias de las obras de los primeros pensadores cristianos. Aunque no se rechazaba la cultura grecorromana, solo se aceptaba aquello que fuera compatible con la doctrina cristiana. Esto supuso una limitación al conocimiento y a la difusión de las obras clásicas.

Las universidades: Con el crecimiento urbano de la Plena Edad Media, la actividad cultural fue desplazándose hacia las ciudades. Gracias a los obispos de núcleos como París o Chartres, se formaron escuelas vinculadas a la catedral. A raíz de estas escuelas surgieron, en el Siglo XIII, las primeras universidades o estudios generales. En ellas, se estudiaban artes, derecho, medicina y teología. Las más importantes fueron la Sorbona (París), a la que acudieron los más destacados intelectuales, la de Oxford (Inglaterra) y la de Bolonia (Italia).

Secuoya: Miniatura medieval que representa una clase universitaria de derecho.

A partir del Siglo XIII, se produjo una evolución en el pensamiento filosófico gracias al trabajo del filósofo musulmán Averroes, quien contribuyó a difundir en Occidente las ideas de Aristóteles.


 El más importante de los filósofos medievales fue Tomás de Aquino, que realizó en su obra una síntesis del pensamiento cristiano con el aristotélico y que tuvo gran influencia en la cultura europea.

La literatura en lenguas romances: Tras la caída del Imperio romano, el latín evoluciónó hacia las lenguas romances: francés, portugués, castellano, catalán, etc. No obstante, el latín se mantuvo como la lengua de cultura en el ámbito eclesiástico y universitario durante muchos siglos. Se produjo, por tanto, un desajuste entre la lengua que utilizaban los intelectuales y la que hablaba el pueblo.A partir del Siglo XIII, cristalizó la literatura en lenguas romances.

Las primeras manifestaciones fueron los cantares de gesta, poemas épicos que relataban las hazañas legendarias de un héroe. Estos poemas los recitaban de memoria los juglares.

Los cantares más conocidos son el Cantar de Roldán, en francés, y el Cantar de mio Cid, en castellano.

Los juglares eran artistas ambulantes que recorrían los pueblos recitando y tocando instrumentos musicales.

Otra manifestación literaria fue la poesía cortesana. Esta poesía surgíó en los castillos de Provenza, al sur de la actual Francia, y era recitada por los trovadores. En ella, se cantaba al amor y a la belleza de las damas. Estaba influida por los ideales caballerescos y por el culto al amor que se puso de moda en ambientes nobles y cortesanos.

Los trovadores eran poetas que residían en las cortes de los nobles, donde compónían y recitaban sus propias obras.

El avance de la cultura laica: Durante la Plena y la Baja Edad Media, junto al crecimiento comercial y urbano, tendíó a aumentar el número de intelectuales que no eran clérigos. Eran expertos en leyes, poetas o historiadores que ya no solo vivían en las cortes de reyes y nobles, sino que también atendían la demanda cultural de los grupos burgueses.Los libros de horas y la alfabetización


Los libros de horas, que tenían ilustraciones de gran belleza, estaban destinados a la oración y a la meditación religiosa no solo de clérigos, sino también de laicos. Esto representaba un tímido avance en la alfabetización de la población, especialmente entre los grupos urbanos más adinerados y la nobleza. 

El Siglo XIV, con sus múltiples conflictos, marcó el pensamiento con un fuerte pesimismo y con la obsesión por la muerte, lo que se reflejó en el arte y la literatura con composiciones como las danzas de la muerte.Este siglo también fue, en las ciudades italianas, el de los precursores del humanismo, con poetas como Dante, Boccaccio y Petrarca. Esta corriente cultural se extendíó fuera de la península itálica durante el Siglo XV y estuvo preocupada por el individuo, por la Antigüedad clásica y por una visión del mundo más independiente de la religión.01.3 La riqueza cultural en la península ibéricaLas corrientes europeas en la península ibéricaHasta el Siglo XII, la cultura de los reinos cristianos estuvo, como en el resto de Europa, en manos de la Iglesia. Los monasterios eran los depositarios del saber, que se encontraba en sus bibliotecas, y las órdenes religiosas eran las encargadas de transmitir la visión teocéntrica que imperaba en la mentalidad feudal.

Los beatos: Las obras se conservaban en las bibliotecas monacales. Los libros se copiaban a mano con minuciosidad y se adornaban con expresivas y ricas ilustraciones.

Uno de los libros que fue copiado más veces fue el del monje Beato de Liébana, Comentarios al apocalipsis de San Juan; asimismo, las ilustraciones con que se adornaba reflejaban los horrores del juicio final. Por este motivo, en España, se llama beatos a los libros ilustrados medievales.

Durante la Alta Edad Media, los territorios cristianos peninsulares, especialmente los occidentales, estuvieron relegados por el dominio de la cultura de al-Ándalus.Sin embargo, a partir del Siglo XI, los reinos cristianos entraron de lleno en las corrientes políticas, económicas y culturales europeas.


Influencias europeas en los reinos cristianos hispánicos El contacto entre las tres culturasEn al-Ándalus, la actividad cultural se mantuvo a pesar de la crisis política del Siglo XI. Las diferentes cortes de las taifas se esforzaron por fomentar el trabajo de científicos; de poetas, como Ibn Quzman o Ibn Hazm; y, sobre todo, de filósofos, como Averroes —responsable de la difusión en Occidente del pensamiento de Aristóteles— o Ibn Arabí.Corona de Aragón

Otro ejemplo de este ambiente cultural fue la obra de Ramón Llull, intelectual de la Corona de Aragón que escribíó obras de filosofía, teología, ciencia, gramática… en latín, árabe y catalán.

En territorio islámico, se desarrolló también el pensamiento judío, gracias a figuras como el médico y teólogo Maimónides.Asimismo, intelectuales judíos, musulmanes y cristianos iniciaron, en el Siglo XII, un periodo de colaboración cultural sin precedentes gracias a la Escuela de Traductores de Toledo, en la que se traducían del árabe al latín muchas de las grandes obras del pensamiento oriental.También hubo traducciones a lenguas romances, como en la corte del rey de Castilla Alfonso X. Él mismo, junto con intelectuales de las tres religiones, fue autor de obras de derecho, historia, poesía y astronomía.

Alfonso X el Sabio: El monarca castellano Alfonso X destacó tanto por su labor política como por la cultural. Esta última fue la que hizo que se le diera el sobrenombre de «el Sabio».

Durante su reinado, en el Siglo XIII, impulsó la labor intelectual, a través del mantenimiento de instituciones como la Escuela de Traductores de Toledo. Además, él mismo escribíó obras de diverso tipo: poéticas, como las Cantigas de Santa María, escritas en gallego; históricas, como la Crónica general; y redactó también las primeras normas ortográficas del castellano.

La cultura en la Baja Edad MediaAl igual que en el resto de Europa, la cultura en la etapa final de la Edad Media estuvo marcada por el desarrollo urbano y por el avance del humanismo. 

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