21 May

2.FOTOS VELADAS LLUVIA. El título del poema refleja el motivo que da pie a las reflexiones del poeta:
La contemplación de unas fotos antiguas. El tema fundamental es la memoria, la perspectiva del niño y del adulto. García Montero nos habla del paso del tiempo con alusiones al verano, al otoño y al invierno. El poema supone un intento de viajar a las propias raíces, familiares e históricas, en el marco de la España de la dictadura. Combina las modalidades narrativa y descriptiva. Se inicia con la narración q nos sitúa en el pasado, en un tiempo veraniego de infancia en Granada, y continúa con la descripción del entorno. El tono nostálgico y de evocación del poema está ligado a la certeza de no poder detener el tiempo, como tampoco el verano. Sin embargo, es su carácter efímero lo q nos permite disfrutar de la vida y del amor. Los versos q cierran el poema no dicen q solo lo que está vivo puede morir y envejecer, y por tanto ser amado, convirtiendo nuestras relaciones en una triste paradoja, ya q el amor termina siempre en pérdida (la muerte). Cabe señalar la intertextualidad del poema. Por un lado, «los álamos del rio» tienen un eco machadiano. Por otro, los versos de Cernuda pertenecen a su poemario Donde habite el olvido.

10.NOCHE NIEVE. En esta composición Luis García Montero introduce tres conceptos clave como son la memoria, la realidad y el deseo, recordando en estos dos últimos conceptos el contraste entre lo q se vive y lo q se desea de la poesía de Luis Cernuda. Recurre el poeta a la metáfora («el embarcadero de la vida»), al símil («como noche de nieve») y destaca la presencia del vocabulario asociado al juicio al q se enfrenta la voz poética. Se trata de un poema de reflexión en el q la voz poética parece dialogar consigo mismo y le pide a su yo interno q asuma sus errores, q se enfrente a la verdad, q sea valiente y asuma su pasado.


6. CIUDAD. El poeta nos sorprende con el primer verso, por lo que no debemos perder de vista el título, pues «no tuve más remedio que seguirla» nos habla de nuevo del contexto urbano. La ciudad aparece aquí personificada, una ciudad que nos llama, una ciudad que con el tiempo va cambiando y el poeta recorre. De nuevo el poeta refleja lo individual y lo colectivo y pasa del yo poético al nosotros. Con tono nostálgico recuerda la juventud, el pasado en la ciudad con la distancia y el conocimiento que nos otorga la experiencia. La ciudad guarda relación con esta primera parte del poemario: «En otra edad». El poeta aspira a vivir en otra edad y escucha atento por si entre estos jóvenes que la habitan, con otra historia y en un nuevo tiempo, hay algo que lo vuelva a hacer sentirse vivo.
5. Enero. Se trata de un poema breve que se inicia con una metáfora «he habitado en un nombre». El poeta nos sitúa en el contexto urbano acostumbrado, con la personificación de «esa ciudad que me hizo se deshace». Calles, edificios, lugares de tránsito en el que el poeta reflexiona desde un punto de vista claramente existencialista. Destaca el cambio de tono en la pregunta final, que rompe con el clima creado y sorprende al lector. El existencialismo aparece ahora frente al capitalismo, señalando la importancia de lo material en nuestra sociedad contemporánea. Aborda la ciudad en este poema desde una perspectiva del extrañamiento. Da la sensación de estar vacía y le resulta inhabitable pues no la reconoce, la siente ajena.


11. HABITACIÓN 219. En este poema García Montero utiliza las habitaciones de un hotel para representar diferentes situaciones humanas: una pareja joven y entregada a la plenitud del amor (juventud), un viajero solo mirando la tele (madurez) y un hombre derrotado en un cuarto sin ventanas (vejez). Se trata de un conjunto de situaciones verosímiles que siguen una gradación y que conducen a una reflexión de carácter existencial. La vida se equipara a lo que sucede tras las puertas cerradas de los hoteles, un juego entre lo real y lo imaginado. La primera parte de este poema recuerda de manera indiscutible al poema «Pandémica y celeste» de Jaime Gil de Biedma donde reproduce los encuentros sexuales esporádicos y las «noches en hoteles de una noche». 
12. PRIMER DÍA DE VACACIONES. Este poema de carácter narrativo se inserta en la fina línea entre la vigilia y el sueño. La primera parte está organizada con la estructura típica de la narración: el protagonista lírico se encuentra una tarde nadando en el mar cuando, de pronto, se cruza con la muerte personificada en una mujer mayor. Esta, casi rozándolo, le susurra «no eres tú todavía». La segunda parte del poema representa la vuelta del yo a la realidad. El ruido de una moto despierta al sujeto poético y comprobamos que todo ha sido fruto de un sueño. Sin embargo, la diferenciación entre realidad y sueño no está clara pues al final del poema aparece en el periódico «el nombre de un ahogado».

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