26 Jun

Hola amigos antes de empezar esto quisiera platicarles de algo que me llamo mucho la atención, y es que el otro día antes de pasar a semáforo amarillo tuve dos momentos de impacto en mi vida el primero sucedíó un día yendo al súper hacer las compras y para no alargar la historia me parecíó un acto injusto por parte de la policía metropolitana allanar los productos que vendía una señora indígena a fuera del supermercado, de manera violenta dos señores se bajaron en una moto junto con tres personas que también acudieron a proceder de la misma manera que iban dentro de la camioneta, vehículo donde luego iban a ser subida las cosas de la mujer indígena para luego llevarse los productos. Y no sé qué fue lo peor, si la gente que no hacía nada a pesar de los gritos de la señora que tenía a su bebe en la espalda o la manera de proceder de la policía metropolitana. Lo cierto es, que, a pesar de vivir en momentos de depresión económica en el país, donde para muchas personas vulnerables, los únicos medios de ingresos han sido través de las ventas ambulantes durante todo este tiempo y antes de una pandemia, la policía no ha tenido esa empatía hacia ese sector de la población ecuatoriana y con la incertidumbre de saber cuál será el desenlace de las cosas incautadas. Luego con el encierro surgen nuevas formas de pasar el tiempo como ver contenido en plataformas que sin duda han salvado el aburrimiento a muchos en varias ocasiones. Pues con todos los acontecimientos que han estado pasando en el mundo y varias teorías conspirativas que han circulado en redes, casualmente Netflix estrena el documental basa en la vida de Jeffrey Epstein que se titula asquerosamente rico. Sin duda me dispuse a ver el documental y sin hacerles spoiler para los que aún no la ven, exponen a las víctimas de quienes fueron abusadas sexualmente y censuradas por varios años, aquí dan su testimonio y sacan a la luz el trafico más grande de pedofilia que estos sujetos manejaron por años. Varias personalidades como Donald Trump, Bill Clinton, el príncipe Andrés se vieron involucrados con la vida de Jeffrey Epstein y que ahora niegan su amistad con él. Y con todo eso que paso en el súper y el documental que vi me hizo pensar en la sociedad asquerosa que vivimos, con la prensa y algunos medios comprados por grandes millonarios y políticos que buscan tapar al solo con un dedo nos hacen creer que en el mundo no pasa nada y que todo es color de rosa, cuando a nuestras espaldas nos están manipulando con contenido y publicidad falsa para no descubrir los actos que llevan a cabo estas personas que han llegado al poder por nuestra culpa al permitir que nos dejen vender sus ideas. El tiempo en que estamos viviendo ahora me ha dado la oportunidad para leer más y enterarme de muchas cosas que están pasando y que por culpa de plataformas como tik tok o Instagram han desviado la atención del público a otras cosas sustituyendo la información de hechos que se están dando en el país y a nivel internacional por el nuevo baile que está en tendencia o a lo mejor un challenge.

Sé que para muchos estos tipos de temas tiene varios puntos de vista y diferentes formas de pensar, pero lo cierto es que todos llevan a un punto y es que debemos de tomar conciencia de lo que está pasando en el mundo y de los actos que nosotros llevamos a cabo por mínimo que nosotros creamos, tiene un gran impacto.  Los temas de violencia, corrupción, racismo lo hemos vivido en el día a día, basta con dedicarle un minuto a las noticias y ver lo que pasa en el mundo para darnos cuenta en lo que el ser humano se ha convertido. Para muchos la llegada de una pandemia ha sido motivo de una transformación en sus vidas y en lo personal me ha impactado a manera de reflexión y quiero decirles que si bien es cierto ahora varios de nosotros tenemos ese bichito en la cabeza de cambiar al mundo y hacer las cosas mejor, la realidad es que no va ser así y cuando termine todo esto la vida va continuar y de forma más acelerada, con más horas de trabajo y sin el pago de horas extras para compensar todas las pérdidas de las grandes empresas, otra vez el humo negro de los buses llenando nuestros pulmones con más estrés y las vías saturadas de autos de nuevo.  ¿Entonces de que nos sirvió todo esto? De que nos sirvió solo quedarnos en casa para no expandir más el virus si cuando salgamos de nuevo a las calles seguiremos siendo las mismas personas inconscientes. Es momento de pasar al otro nivel y ser personas mejores con criterio propio y libre pensamiento, no nos dejemos llevar por ideas banales que se nos imponen a nosotros para conveniencia de los demás. Hagamos un cambio y empecemos por nosotros a darnos cuenta y alzar la voz en injusticias que no se merece nadie.

Deja un comentario