17 Oct

Introducción

El clima cálido de las Islas Canarias favorece que cada año millones de visitantes lleguen atraídos por el lema “sol y playa”. Además, la variedad de paisajes es un elemento fundamental en la recepción de población extranjera.

Estos turistas proceden en su mayoría del extranjero (más del 66 % del total). Vienen del Reino Unido y Alemania principalmente, los cuales  se han caracterizado como lugares clásicos de origen. En menor medida contamos con la población del resto del territorio español y otros países de Europa (30-34 %).

Bajo esta modalidad surgen tipologías de turismo como el turismo de naturaleza, congresos y negocios, cultural, talasoterapia, deportivo y rural… que traen consigo unas consecuencias. 

Consecuencias económicas


El turismo supone para Canarias aproximadamente el 28, 5 % de su PIB y el 33 % de nuestro empleo directo Además, el turismo tiene un efecto multiplicador sobre otras áreas y empleos: bebidas, comidas, restaurantes, comercios, transporte, imprentas…

Ha bajado la aportación al PIB en los últimos años debido al estancamiento del gasto por turista como a la mayor capacidad de crecimiento de otros sectores. No obstante, sigue aportando riqueza al país constituyendo uno de los pilares básicos de la prosperidad económica española.

El turismo influye en la política de transportes debido a que se ha orientado a dotar de buena accesibilidad a los núcleos turísticos. También ha contribuido a ampliar y modernizar aeropuertos, potenciar vuelos chárter que abaratan los costes y adaptar su frecuencia e itinerarios a la demanda.

Respecto a los puertos, se ha incrementado la capacidad portuaria para embarcaciones recreativas y deportivas por su atractivo para el turismo de alto nivel.

Consecuencias demográficas

El turismo ha sido un factor de atracción de la población que se ha concentrado en los municipios turísticos del litoral y ha impulsado su desarrollo urbano no siempre de una forma ordenada.

En estos núcleos, el turismo incrementa los efectivos de población en las áreas litorales generando una masificación urbana. Entre estos efectivos se encuentran los adultos jóvenes que acuden en busca de trabajo y por otro lado, los adultos o jubilados que se establecen de forma permanente por motivos empresariales, terapéuticos o de ocio.

El turismo aumenta la población ocupada en el sector terciario y en la construcción.

En el aspecto poblacional favorece el despoblamiento y la marginación en entornos del interior aunque en algunas áreas rurales, de montaña o ciudades históricas en declive el turismo ha interrumpido el despoblamiento revitalizando el entorno a través de la artesanía y tradiciones.

Consecuencias en el poblamiento


En el litoral, el turismo extiende el poblamiento urbano y favorece la formación de conurbaciones. Provoca alta densidad de construcción y especulación del suelo mientras que en algunos espacios rurales, de montaña y urbanos el turismo ha colaborado en la rehabilitación del patrimonio edificado.

Consecuencias sociales, políticas y económicas


Se ha producido una segregación entre los enclaves turísticos  donde los residentes han perdido el control sobre las decisiones espaciales respecto a la calificación y uso del suelo en favor de centros de decisión supramunicipales y extracomunitarios como son los grandes turoperadores y multinacionales del turismo.

La actividad turística, fomenta el acercamiento entre los pueblos y el contacto entre las culturas favoreciendo el entendimiento político entre los Estados. Además, incide en la sociedad de forma positiva cuando estimula el cambio y modernización social y de forma negativa cuando lleva a la pérdida de costumbres y señas de identidad propias, o empeora la calidad de vida de los residentes.

En la ordenación del territorio


En las áreas litorales más turísticas, el turismo ordena los espacios próximos en función de sus necesidades convirtiéndolos en superficies recreativas o en periferias de servicios que proporcionan los abastecimientos básicos.

Las consecuencias se observan en las alteraciones en el medio y paisaje.

En las transformaciones económicas se produce la revalorización de tierras de cultivo por su conversión en solares y la potenciación de las actividades demandadas por el turismo. También se originan conflictos por el uso del suelo y recursos.

En las áreas de turismo rural y de montaña, el turismo puede crear conflictos con las actividades agrarias o fomentar su abandono aunque también se observa la dinamización del entorno con nuevas actividades.

En las ciudades históricas, los cascos antiguos se especializan en actividades al servicio del turista como son los casos de la artesanía local, recuerdos de visita, establecimientos de alojamiento y de restauración. En sus periferias instalan segundas residencias u hoteles.

Otros de los impactos negativos que origina la actividad turística en Canarias son el surgimiento de grandes bloques de hoteles y apartamentos junto a las playas, la urbanización incontrolada en espacios naturales de gran valor con la destrucción de bosques y ecosistemas, contaminación acústica, atmosférica y visual que provoca el tráfico, lugares de ocio nocturno y el problema de los residuos.

Alternativas al impacto del turismo

Los problemas turísticos más destacados son los siguientes:

– El predominio del modelo tradicional de sol y playa supone clientela de nivel medio o medio-bajo, que se queden más tiempo, concentración espacial y fuerte dependencia de los tour operadores extranjeros.

– La demanda plantea nuevas exigencias como la calidad y variedad de la oferta, entre otros.

– Crece la competencia internacional y nacional.

La Política turística tiene como objetivo potenciar el turismo a través de varios tipos de actuaciones recogidas en el Plan de Infraestructuras y Calidad Turística de Canarias. 

– La política turística trata de resolver los problemas en coordinación con las Comunidades Autónomas y con la Uníón Europea.

– La Uníón Europea se ha propuesto favorecer el turismo por sus ventajas para crear empleo, atraer divisas y redistribuir las rentas entre los países ricos y pobres. 

España, ha concretado su política turística en el Plan del Turismo Español Horizonte 2020.
Sus principales objetivos son:

– El incremento de la calidad de la oferta para atraer turistas de mayor poder adquisitivo. 

– La diversificación de la oferta para atender la variedad de la demanda y para conseguir un mejor reparto temporal y espacial del turismo así como incorporar a nuevos segmentos de mercado.

– El uso de nuevas tecnologías en el trato con la clientela para responder a su deseo de participar directamente en la organización de su viaje. 

– La utilización de la innovación y el conocimiento para conseguir la satisfacción del cliente y el éxito del negocio turístico.

– La promoción turística para hacer frente a la competencia externa y atraer nueva clientela. 

– La mejora de la comercialización para incrementar los beneficios mediante la creación de tour operadores nacionales.

– La consecución de un turismo sostenible que responda a la exigencia de calidad medioambiental de la demanda. 

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