04 Jun

LOS REINOS CRISTIANOS EN LA BAJA EDAD MEDIA: CRISIS DEMOGRÁFICA, ECONÓMICA Y POLÍTICA


A los síntomas del agotamiento sufrido por los reinos que se observa a finales del siglo XIII, se suman en el siglo XIV los efectos de las epidemias, las malas cosechas, los conflictos internos que estancaron y debilitaron a veces las economías peninsulares, El sigo XV fue de recuperación, salvo en Cataluña y Navarra que la crisis se mantendrá hasta los inicios de la Edad Moderna.

Crisis demográfica

Las malas cosechas, la carestía de alimentos y los abandonos de tierra comienzan a aparecer a principios del siglo XIV. A esta situación se unió la epidemia de Peste Negra de 1348-1351 que procedente de Asia penetró en la Península Se estima que en algunas zonas la población descendió entre el 20 y el 40%. Pero el descenso fue desigual, mientras Navarra y la Corona de Aragón se vieron más afectados, en Castilla el descenso fue menor.Las consecuencias fueron graves, pues los campesinos abandonan sus tierras para dirigirse a las ciudades donde los salarios habían subido por falta de mano de obra y los precios de los alimentos subieron debido a su escasez.

Crisis económica

La crisis demográfica golpeó duramente a una agricultura que no había evolucionado tecnológicamente. Amplias zonas se despoblaron, reduciéndose las tierras puestas en cultivo a la vez que, en muchas zonas, escaseaba la mano de obra campesina, que abandona sus tierras para dirigirse a la ciudad donde los salarios habían subido por la falta de mano de obra, lo que trajo consigo el consiguiente descenso de la producción y el aumento de los precios de los alimentos, así como el descenso de las rentas de los grandes propietarios, la nobleza.Esta nueva situación trajo diversas consecuencias:– El abandono de tierras marginales hizo aumentar la productividad haciendo descender el precio de algunos productos como el trigo y permitiendo el crecimiento urbano.– La falta de mano de obra, zonas despobladas y tierras no cultivadas que podían ser utilizadas para pastos, llevó a que en Castilla la ganadería transhumante ovina se impusiera como principal actividad económica.  Los privilegios del Honrado Concejo de la Mesta, asociación de los grandes ganaderos castellanos fundada por Alfonso X el Sabio en el 1273, aumentaron notablemente.– La artesanía, que era dispersa y orientada al autoconsumo, estaba organizada alrededor de los gremios que controlaban su producción. Con la crisis también entre en declive ante el descenso de la demanda provocado por el descenso demográfico y el empobrecimiento de la población, aunque se desarrolló la fabricación de paños en Castilla.– El comercio fue la actividad menos afectada por la crisis. De hecho el comercio castellano continuó creciendo basado en la exportación de lana y la importación de productos manufacturados de lujo y dirigido esencialmente a Flandes. El comercio catalán en el Mediterráneo, se basó en la exportación de productos textiles y la  importación de sedas y especias, se mantuvo en el siglo XIV, aunque decayó en el XV. En estos siglos hubo importantes avances comerciales: 1- Ferias concedidas a determinadas ciudades, que se celebraban dos veces al año y durante las cuales se otorgaban ventajas fiscales y facilidades para promover los intercambios y los negocios. De las más famosas fue la de Medina del Campo, desde al menos 1421.


2- Consulados catalanes. La Corona de Aragón a través del Consolat de Mar estableció una red comercial por todo el Mediterráneo e incluso puertos del Atlántico. Se exportaban fundamentalmente productos textiles y se importaban sedas y especias desde el Mediterráneo Oriental. La construcción de Lonjas y las atarazanas de Barcelona muestran la importancia de este comercio.3- Técnicas bancarias,  donde el croat se convirtió en una de las monedas más prestigiosas de Europa. También aparecieron bancos y se desarrollaron el crédito y las letras de cambio o las sociedades mercantiles comanditarias.

Crisis social

La disminución de ingresos de la nobleza llevó a que los grupos sociales dominantes realizasen diversas prácticas dirigidas a mantener su posición económica. Por un lado intensificaran la explotación del campesinado estableciendo nuevos y más duros derechos señoriales, pero además trataron de apropiarse de las tierras de realengo, controlar las ciudades y obtener privilegios reales (mayorazgo).La reacción campesina por el aumento de lar cargas llevó a diversos levantamientos en el siglo XV:Guerras irmandiñas en Galicia, donde los campesinos y burgueses se levantaron contra la nobleza. Payeses de remensa en Cataluña. Los payeses catalanes padecían los malos usos, una serie de derechos abusivos y humillantes que se añadían a las rentas. El uso más odioso era la remença, un pago que tenían que hacer si querían abandonar la tierra. Comenzaron protestas que alcanzaron el grado máximo a finales de siglo, guerras de remença, donde además los campesinos se vieron apoyados en sus reivindicaciones por el rey Alfonso V. Con Juan II la guerra se extendió no terminando hasta tiempos de Fernando el Católico y la Sentencia Arbitral de Guadalupe de 1486. El malestar social dio lugar a otros tipos de conflicto. Conflictos sociales urbanos, como el que enfrentó a la Biga, alta burguesía, y la Busca, clases populares, en la Barcelona del siglo XV. Rebrote del antisemitismo que llevó a múltiples progroms (Toledo y Cuenca en 1391), incluso ordenamientos reales (leyes de Ayllón 1412) contra las comunidades judías en el siglo XIV y XV. Como resultado de esta violencia, muchos judíos se convirtieron al cristianismo. Serán los conversos o cristianos nuevos.

Crisis política

La crisis generalizada tuvo también su expresión política. El foco de conflicto principal fue la pugna entre los monarcas y los grupos privilegiados, nobleza y clero, por la hegemonía política.En Castilla hubo varios conflictos de gran gravedad:La guerra civil entre Pedro I y Enrique de Trastámara a fines del siglo XIV trajo al trono a una nueva dinastía, los Trastámara, y significó el triunfo coyuntural de la nobleza a la que la corona concedió rentas y tierras (mercedes enriqueñas).Los reinados de Juan II (Álvaro de Luna) y Enrique IV (farsa de Ávila) en el siglo XV se caracterizaron por múltiples conflictos. En Aragón estalló la guerra civil al enfrentarse el rey Juan II con la nobleza y el clero catalanes (1462-1472). La confluencia de esta guerra civil con los conflictos de los remensa en el campo y el de la Busca y la Biga en Barcelona dejaron al principado de Cataluña destrozado, pero la rendición de Cataluña no fue óbice para que el rey se comprometiese a respetar las instituciones y leyes catalanas.

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