18 Feb

3. ¿Por qué es bueno ser moralmente bueno? La cuestión de los motivos:


¿Para qué es bueno ser moralmente bueno? ¿Para qué es bueno tener virtudes?  Tenemos un modelo moralmente bueno, pero, ¿Qué tiene de bueno ser moralmente bueno? Las virtudes son buenas, pero, ¿buenas para que?

¿Cual es el motivo profundo de nuestro obrar?


1)Eudemonismo


El motivo de nuestro obrar es la felicidad (Aristóteles) / 2) Deontologismo:
El motivo de nuestro obrar es el deber (Kant) / 3) Hedonismo:
El motivo de nuestro obrar es el placer (hedoné)

A) La felicidad es actividad. Eudemonismo

La respuesta clásica es SER FELICES. La felicidad es un deseo universal, no opcional


Cualquier otro deseo es un medio para el deseo de ser feliz (quiero ser rico, tener salud). Si alguien no quiere dinero, etc. Es que no lo considera un medio para ser feliz.

¿Actividad o sensación? La felicidad no es un resultado o un producto, es un tipo de vida, un tipo de actividad. ¿Quién es feliz? Aquel que lleva un tipo de vida. No es lo que queda dentro de mi porque he hecho algo, cuando termino de hacerlo. La vida no es un producto, no es lo que queda una vez que se ha acabado. La felicidad es la misma vida, cuando esa vida es de un tipo. Es una actividad compuesta de un montón de actividades – acciones excelentes. // La persona feliz es la que de verdad ha vivido como ser humano. Vivir en plenitud, eso es lo que estamos buscando, a lo que no podemos renunciar. Por eso el deseo de felicidad es lo que nos lleva a la acción. El deseo de ser feliz es el motor de mis acciones. Esto solo se explica si entiendo la felicidad como actividad. // Si entiendo la felicidad como sensación (hedonismo- placer) no puedo explicar la acción como motivo. Sin embargo, si la felicidad es un tipo de vida, me preguntaré: ¿Qué acción en este momento puede encajar con ese tipo de vida? Estoy buscando una acción que encaje con el modo de vida que me va a hacer feliz. ¿Por qué es bueno ser bueno? Para acertar en la acción que sí es componente de una vida feliz. Ej tonto: no compartir mi pincho de tortilla, me esta haciendo egoísta, a base de ser un egoísta no tendré amigos, una vida sin amigos no es una vida feliz. Las virtudes me capacitan para alcanzar lo que de verdad deseo, que es ser feliz. Me capacitan para que pueda llevar una vida que me va a hacer feliz. Esto explica que a un modo de ser le llamemos bueno o malo. Toda la moral trata de cómo se alcanza nuestro verdadero deseo. // Hay quien entiende la felicidad como suerte, algo que te puede caer o no. Es negar que la felicidad se alcanza y que tiene que ver con nuestras acciones. Nuestras acciones serían indiferentes y mucho más nuestras virtudes. Qué más da ser de un modo u otro; si eso nada tiene que ver con mi felicidad. Entonces la moral no tiene sentido. // Hay moral porque hay deseo de ser feliz. La felicidad es algo que solo puedo alcanzar por mi mismo, es fruto de mis acciones, es algo que me juego en mi modo de obrar. Si la felicidad es actividad, no puede ser cualquier cosa, porque es vida del ser humano, que no es cualquier vida, porque es un ser que tiene ciertas carácterísticas. La felicidad tiene una cierta objetividad. Cierta porque podemos excluir cosas, pero no podemos decir mucho de ella. Precisamente saber que es la felicidad es fruto de la misma vida moral del sujeto. Con nuestra acción vamos conociendo mejor lo que queremos.  // Antes de saber qué es lo que estoy buscando, se que lo estoy buscando. Las virtudes ayudan a saber identificarlo. Saber que vida me va a hacer feliz es algo que vamos descubriendo a medida que vamos viviendo. Las virtudes nos hacen idóneos en esa búsqueda. Al hacer voy sabiendo. No es que lo sepa primero y luego lo haga. A veces no somos capaces de reconocer que ese algo es bueno para nosotros, es decir, no somos capaces de ver que eso nos va a hacer felices, porque el modo de ser que tenemos no nos lo permite. No hemos adquirido un modo de ser que nos permita ver con claridad que acciones concretas son las que nos van a hacer felices.


B) Felicidad o deber (deontologismo). Egoísmo o altruismo


El deontologismo defiende que el deber ha de ser el motivo de nuestro obrar


El puro deber no sirve de motivo. Si estamos obligados a algo es por algún fin



-Debo estudiar pq mis padres me pagan la carrera- quiero contentar a mis padres


-Paro en el stop porque es una norma – pq quiero respetar la vida de los demás

El deber siempre es un medio para algo más, para un fin. Para algo que no es obligación sino deseo. El deber por si mismo no se justifica. Una acción se nos presenta como deber cuando esa acción es medio para algo que deseamos, pero esa acción no es algo tan deseable o nos supone una carga. Deseo el fin, pero no deseo el medio. Entonces el medio se me presenta como obligatorio. (Tener una carrera y estudiar). El medio se presenta como algo obligatorio cuando es necesario para lo que deseo, pero en algún modo me parece no deseable, porque me limita, lo veo como algo negativo, me contraría. Cuando los medios encajan perfectamente con nosotros desaparece el deber.

Cuando la ética se plantea centrada en el deber, toda la moral adquiere un sentido, duro, exige esfuerzo, me contradice en algún sentido.

Entonces obrar moralmente bien es obrar guiado por la conciencia. La conciencia adquiere muchísima importancia. La conciencia es un juicio que yo hago sobre la bondad o maldad de las acciones. Es un juicio que hago sobre la base de lo que se, de mis conocimientos; se basa en el conocimiento, pero no en el carácter. El juicio se nos hace patente cuando hay una contraposición entre lo que me apetece hacer y lo que mi conocimiento moral me dice que haga. Puedo tomar una opción u otra. Lo que ocurre es que el conocimiento es suficiente para saber que está bien, pero mis inclinaciones, mi carácter no quieren hacerlo. Ej: Netflix /Estudiar. Si estudio siento que lo que he hecho tiene mérito. El haber sufrido eso me hace merecedor de algo 

Esto es lo que Aristóteles llama el continente: aquel que hace lo bueno, pero conteniéndose, repartíéndose. El continente no es virtuoso, sino una persona con fuerza de voluntad. El planteamiento deontológico exalta la fuerza de voluntad, porque presenta lo bueno como contrario a mis inclinaciones, y por eso se presenta como deber. Y por ello después de haberme vencido tengo mérito.

Sin embargo, el virtuoso no se reprime. Lo bueno es lo que es conforme con su carácter. No hay disociación entre lo que sabe que es bueno y lo que quiere. El virtuoso fue alguna vez continente. Pero la meta es la virtud, no la fuerza de voluntad o el deber. En el virtuoso la conciencia no juega un papel tan importante porque lo bueno no se presenta como deber. Tampoco aparece el mérito, no se siente merecedor de algo. El trabajador cuando trabaja no esta sacrificándose, y no tiene sensación de mérito.

La virtud nunca es perfecta, pero si que podemos llegar a ser virtuosos en muchos aspectos. Podemos ser virtuosos en unas cosas y continentes en otras. Ej: Honradez (robar en tiendas vs encontrarte una cartera por la calle).


C)El hedonismo (placer)


El hedonismo es la forma de dar razón al obrar humano basado en que se busca únicamente el placer. Según este planteamiento, el hombre actúa movido por el atractivo de los placeres, y su fin último es el placer mismo. Esta forma de pensar tiene cierto paralelismo al eudemonismo, pero difiere en que la felicidad está en una sensación, y no en la actividad. Según el hedonismo, no hay incentivo alguno para la búsqueda de la felicidad. // Al poner el placer como fin último de la acción se elimina la posibilidad de la perfección de la naturaleza, ya que no se busca la felicidad a través de la acción misma, sino solo se busca el resultado. Esto presupone que la felicidad es está en la sensación, y no en la actividad, como plantea Aristóteles. En este planteamiento, dado que la acción pasa a un plano secundario, omite que de la excelencia en la acción se puede alcanzar la felicidad. 

 // Siguiendo esta forma de pensar, un estudiante, por ejemplo, no tendría que buscar la perfección de su persona en su estudio, sino en su resultado. Para el estudiante, no habría incentivo alguno de estudiar para un examen, sino que con copiarse en el examen bastaría, dado que en ambos casos el resultado, una buena nota, es el mismo.  // El problema que presenta el planteamiento hedonista es que no puede explicar la virtud, al igual que el deontologismo. Dado que se niega que la felicidad está la perfección de la naturaleza humana a través de la excelencia en las acciones, no hay cabida para afirmar que el hombre necesita de la virtud para alcanzar la felicidad.  // El planteamiento hedonista busca enfocar el placer como el fin ultimo de la acción. Expone que una persona no tiene porque luchar por ser virtuosa, ya que la felicidad no está en lo que haga, sino en cómo se sienta cuando lo haga.


Placer = El placer es toda sensación que resulta agradable, ya sea un buen plato de comida o un reconocimiento público. El dilema que presenta el placer es cómo debe ser regulado, y si debe ser regulado. En este dilema, un hedonista diría que el placer, al ser el fundamento primero de la acción humana, no debería ser regulado. Un estoico diría que el placer debe ser regulado a toda costa, ya que el hombre debe moverse por la razón únicamente. El punto medio vendría dado por el eudemonismo, que propone el placer como algo en sí mismo bueno, pero que necesita ser regulado.  // Según el pensamiento hedonista, no hay razón alguna para regular el placer, ya que este da al hombre una razón para obrar de una determinada manera. Dado que el placer es el motor de las acciones del hombre, y a través de este, el hombre consigue la sensación de felicidad, se presenta razón alguna para controlarlo con la templanza. 

Según el estoicismo, el placer debería ser dominado por la razón, ya que el hombre debe actuar según lo que la razón dicte. En este planteamiento, al igual que en el hedonismo, pero en el otro extremo, se niega la necesidad de una virtud como la templanza, ya que el placer no se admite. 

Aristóteles en el eudemonismo presentará el placer como algo bueno, pero debe ser regulado. Al ser regulado, el placer debe apetecerse de modo correcto. Esto significa que el placer debe buscarse de manera que la acción que genera un placer pueda perfeccionar la naturaleza humana, y de esa manera, alcanzar la felicidad.  // La forma correcta de apetecer el placer se encuentra a través de la virtud de la templanza. La templanza me dice que el siguiente plato de paella ya no es por satisfacer la necesidad humana de comer, sino por el puro placer de la comida, cayendo en la gula. 

El hedonista diría que no importa comer un plato extra, dado que se busca sacar el máximo placer de la comida. Un estoico argumentaría que no hay placer en la comida, sino la mera satisfacción de una necesidad humana. Aristóteles diría que el placer de la comida no es malo, siempre y cuando se busque para la satisfacción de la necesidad humana de comer.  // Una persona templada se da cuenta que la alabanza no merecida es vanagloria, y que buscar ese placer no da la felicidad de una alabanza merecida, sino que da una sensación de felicidad. El hedonista sería el que acepta la alabanza, aún cuando no es merecida, y se enfoca en la sensación que le da ser alabado. 

El estoico diría que es razonable ser alabado, por lo que recibir la alabanza no presenta ningún placer. Por último, el eudemonista diría que el placer de la alabanza no es malo, siempre y cuando provenga de haber alcanzado la excelencia en una acción que merezca dicha alabanza. 

La cuestión del placer en la ética entonces no es si es algo bueno o malo, es saber regularlo. Dado que la corriente que propone una manera para hacerlo es el eudemonismo, sugiriendo la templanza como la virtud adecuada, se puede decir que el placer es algo bueno siempre y cuando esté bajo el dominio de la templanza.


D) Bien individual, bien propio y bien común. El fundamento social de la moral

Posible pregunta= el egoísmo busca el bien propio? No y de paso redactar el apartado d

Los bienes comunes son los bienes más elevados, los más perfectos. Un ser cuanto más perfecto es, su bien tiende a ser más común. A su vez un bien cuanto más común es, más comunicables es. Se puede compartir sin ser destruido. Por ejemplo la tortilla de patata no se puede compartir sin reducirla. Por lo que podemos decir que los bienes materiales no se pueden compartir sin reducirlos. Los bienes más perfectos los puedo compartir sin reducirlos. Si mis conocimientos los comparto con otros no los reduzco. Si comparto mi cultura, lenguaje, no se reduzco. 

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Lo propio del ser humano es ser un ser social. Esto significa que sus bienes más auténticos son bienes comunes. Para tener bienes más perfectos tengo que buscar a otros para compartirlos. A su vez, nuestra manera de ser tendrá importancia cuando estemos haciendo algo con los demás, es decir cuando estemos persiguiendo bienes comunes. 

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Las virtudes son positivas porque nos hacen capaces de alcanzar bienes comunes y poder compartirlos. Una carácterística principal del ser humano es saber gobernarse. El gobierno hace falta cuando hay un bien común en juego. Hace falta gobierno cuando hace falta prudencia. Se dice que la virtud de la prudencia es la virtud suprema. Necesitamos ser prudentes en la misma medida que seamos gobernantes. 

 

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Uno de los grandes enemigos de la ética, es el individualismo


Cuando concebimos al ser humano como un puro individuo que va a la suyo, el ser humano deja de ser moral. El individualismo es una tendencia de entender al ser humano en la sociedad actual.  Esto se pone de manifiesto en el cosmopolitismo/ globalismo. Esta  cosmopolitismo/ globalismo lleva al individualismo.  // Esto hace que desaparezca la importancia de las comunidades menores, para dársela exclusivamente a la comunidad universal, eso nos hace completamente individuos. El cosmopolitismo es perfectamente compatible con el individuo. Es posible que pertenezcamos a comunidades, de las que se desprenden obligaciones morales, aunque no las hayamos elegido nosotros. Ejemplo: nadie ha elegido a su familia, eso no significa que esa comunidad no nos comprometa. 

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Tengo que buscar como propio el bien común de esta familia. No es necesario que los vínculos sociales sean electivos para que sean morales. Ejemplo: no elegimos el lenguaje materno que tenemos, pero nos obligan sus reglas si lo queremos hablar bien. Las reglas  del lenguaje te comprometen, si quieres decir algo has de cumplir con las reglas del lenguaje. // Los llamados convencionalismos pueden tener fuerza moral. Si somos seres sociales los convencionalismos nos obligan en mayor o menor medida. Los convencionalismos son un lenguaje social que hemos establecido para tener  una convivencia en la sociedad. Los convencionalismos los hemos establecido para entendernos entre nosotros. Ejemplo: dar la mano al conocer a alguien. Si no cumplo con los convencionalismos no estoy siendo correcto. Por ejemplo: no dar la mano cuando conoces a alguien es de mala educación. Las acciones tienes un significado objetivo. De la misma manera que uno aprende un lenguaje oral, tiene que aprender otros lenguajes para vivir en sociedad.

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  Somos ciudadanos solo a través de las sociedades, utilizando los vínculos necesarios.

 // En el pensamiento moderno, la libertad se va entendiendo como emancipación. Emanciparse se entiende como desconectarse de vínculos, pertenencias….Etc. Ser libre es emanciparse. Hoy en día el término emancipación se utiliza para la mujer. Entender la libertad como emancipaciones es entender la libertad como individualización, no estoy comprometido. // En el pensamiento clásico la libertad y la emancipación significaban lo contrario. Emancipación significa salir de algo para entrar en algo mejor. Esto tiene mucho que ver con el concepto de educación. La educación ha tomado el sentido de ser yo auténticamente, de hacerme autónomo, de valerme por mi mismo, de no depender de otros y solo dependeré de mí mismo. Educar en la modernidad va ligado a sacar en mi lo que hay en mí. Sacar lo mejor de mí mismo.  Pero también es un carácter individualizador/ independizador. Mi libertad no está en mi capacidad de desvincularme, si no en mi capacidad de incorporarme a algo más valioso que la pobre y trivial vida individual. Ejemplo: lo que yo puedo hacer con un balón es trivial, solo juntándome con otros puedo hacer algo que vale la pena. Para eso tengo que incorporarme a un equipo.

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Educar a alguien no es aislar y convertirlo independiente. Educar a alguien es incorporar a alguien en un mundo más rico que el suyo. Es un mundo muchas más relevante y trascendente. Enseñar una lengua no es sin más darle a un individuo independencia, aprender un idioma es incorporarme a una comunidad lingüística. Uno de los problemas de la educación, es que se ha hecho muy fragmentaria. Esto hace que seamos muy competentes en una materia pero no se nos enseña el resto de las cosas del mundo.  La educación solo es auténtica si nos incorpora a un mundo nuevo.  Aprender varadamente es meterme yo  en un mundo que no conozco y que voy aprendiendo poco a poco. Que puedo aportar yo a ese mundo para mejorarlo.

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El sentido común, es la manera de sentir de percibir quienes pertenecen a ese mundo. Pertenecer a un mundo es tener un sentido común. En nuestro mundo tenemos una idea compartida de ese mundo. Ese sentido dicta lo que es correcto e incorrecto, lo que es propio o impropio. El sentido común tiene mucho de convencionalismo. Cuando por exaltar la individualidad perdemos el sentido común ocurre que vamos perdiendo mundo.   // Para tener un mundo común no podemos ser completamente originales. Yo no puedo ser el origen de todo lo que hago no puedo ser puro origen. Si queremos que un mundo sea nuestro debemos incorporarnos nosotros a ese, pera eso he de asumir y entender las claves de ese mundo. Las claves son convencionalismos. // Mi libertad en última instancia y mi educación consisten en incorporarme a nuevos mundos. Esta perspectiva es fundamental para lo moral. Cuando está presente la conducta individualista, a la conclusión que se llega es que cada uno haga lo que quiera sin molestar al resto. Si hemos perdido el sentido común el concepto compartido y pertenencia no nos podemos apelar a nada. Perdemos los recursos para argumentar, por lo que el último recurso es haz lo que quieras sin molestar al resto.

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