03 Oct

5.1. La Generación del 98: definición y carácterísticas

INTRODUCCIÓN.


5.3. La prosa (narrativa y ensayística): Pío Baroja, Azorín, Valle-Inclán y Miguel de Unamuno.

NOVELA NOVENTAYOCHISTA: carácterísticas, autores y obras más relevantes.


    Es en esta tendencia, precisamente, cuando se produce una reacción contra las tendencias del Realismo y Naturalismo. Surge una firme voluntad de innovar en los temas y en las formas narrativas. Se dará una gran importancia a la forma en que se cuentan las historias; de ahí la notable transformación que sufren algunos aspectos: nuevas perspectivas y enfoques narrativos, o las técnicas impresionistas aplicadas a la descripción.

En 1902 aparecerán cuatro títulos que suponen el nacimiento de la novela noventayochista: La voluntad, de Azorín; Camino de perfección, de Pío Baroja; Sonata de otoño, de Valle-Inclán; y Amor y pedagogía, de Unamuno.
En todas ellos hay un interés por superar el Realismo del XIX.


Miguel DE Unamuno


    Unamuno, considerado por algunos críticos el guía de los jóvenes del Grupo del 98, expresa en sus obras inquietudes filosóficas que lo convierten en precursor del vitalismo (defiende la intuición como método de conocimiento de la realidad) y del existencialismo (se plantea el sentido de la existencia humana, de la vida y de la muerte, el ansia de eternidad, la existencia de Dios…).

El pensamiento de Unamuno


    Durante su juventud, Unamuno defendíó las ideas socialistas. Sus planteamientos cambiaron tras la profunda crisis religiosa que sufríó en 1897: abandonó el Racionalismo y se acercó a posturas más irracionalistas y espirituales.

Los temas que más preocupan a Unamuno son los siguientes:

El problema de España. Al preguntarse por la esencia de lo español, diferenció entre historia e intrahistoria. Para Unamuno, el verdadero carácter del pueblo se manifiesta en la intrahistoria, es decir, la «vida silenciosa de millones de hombres sin historia».

El problema religioso. Unamuno identifica la necesidad religiosa con el ansia de inmortalidad. Toda su vida fue una lucha entre el deseo de creer y la falta de fe.

El problema de la identidad. Unamuno distingue entre lo que uno es, el ser real, caduco y perecedero, y lo que uno desea ser. De esta manera, identifica el yo profundo con ese yo ideal.


Las novelas de Unamuno


    Las narraciones de Unamuno se centran también en los problemas de la existencia humana. El autor renovó el género novelístico y, con el fin de justificar las importantes innovaciones que introdujo, inventó la palabra nivolapara denominar su modelo narrativo. Todas sus obras, menos la primera (Paz en la guerra), se ajustan a este molde, caracterizado por:

  • La desnudez narrativa (no aparecen descripciones,ni pintura de costumbres; son, como dice Unamuno, «a modo de dramas íntimos»).

  • La importancia que se concede al diálogo.

  • La concepción de la novela como un método de conocimiento aplicado, sobre todo, a la búsqueda de soluciones frente al ansia de no morir.

  • La reinterpretación del concepto de Realismo (mezcla personajes reales con los de ficción, interpola relatos, etc.).

  • La estructura abierta, con posibilidad de varias interpretaciones, que exigen la participación de un lector activo e inteligente.

  • El anticipo de algunos rasgos de la narrativa contemporánea como el monólogo interior.

    Sus principales novelas son:

Paz en la guerra (1897), que trata el tema de las guerras carlistas y tiene un trasfondo autobiográfico.

Amor y pedagogía (1902) cuenta la historia de don Avito Carrascal, que fracasará en el intento de educar a su hijo según las más modernas teorías pedagógicas. La obra constituye una fantasía satírica inverosímil sobre el fracaso de las teorías positivistas.

Niebla (1917), esta nivola (nombre que da Unamuno a sus novelas, para subrayar sus diferencias con la novela realista) se refiere a los problemas existenciales de Augusto Pérez, quien, abrumado por sus fracasos amorosos quiere suicidarse y al comunicárselo a Unamuno (que aparece como un personaje más) descubre su realidad de ente ficticio y suplica a su creador que no lo mate.

Abel Sánchez (1917) relata la historia de un hombre que lucha contra su constante tendencia al odio y la envidia.

La tía Tula (1921) tiene como tema central las ansias de maternidad de una mujer virgen.

San Manuel Bueno, mártir (1930), obra que afronta el problema de la fe, puesto que cuenta la historia de un sacerdote que carece de ella pero lo oculta para dar felicidad a sus feligreses.


PÍO BAROJA


Personalidad e ideología


    Baroja se caracteriza por el pesimismo existencial, el escepticismo religioso y la escasa confianza en el ser humano. Fue un hombre tímido y solitario que, sin embargo, sintió una gran ternura hacia los seres marginados o desvalidos. Ambos aspectos se reflejan en sus personajes.

Carácterísticas de sus novelas


   Baroja concibe la novela como un género abierto y multiforme en donde cabe todo: desde la reflexión filosófica o psicológica, a la aventura, la crítica, el humor, etc. Sus novelas no responden a un plan previo; incluyen reflexiones, descripciones, anécdotas y numerosos personajes.  Las carácterísticas esenciales de sus novelas son:

  • La reflexión filosófica. Para Baroja, la vida es superior a la literatura, por eso la literatura debe supeditarse a la vida y reflejarla de la forma más clara y directa posible.

  • Despreocupación por la composición novelística. No era necesario un planteamiento previo, sino que lo más importante era la naturalidad conseguida mediante la espontaneidad.

  • La técnica narrativa de Baroja es sobre todo realista, basada en la observación de ambientes, situaciones y personajes de la vida real, pero vistos a través del particular subjetivismo del autor, lo que confiere a su obra un carácter impresionista.

  • Los personajes barojianos suelen ser seres asociales o rebeldes que reaccionan de dos formas distintas. Por una parte, los hombres de acción que luchan por escapar de la mediocridad cotidiana; por otra, los desorientados, abúlicos que se plantean el sentido de la existencia y son incapaces de actuar. En general, unos y otros acaban fracasando.

  • Los ambientes suburbiales. La vida de los humildes y los problemas sociales, políticos y económicos, llenan gran parte de su obra.

  • Emplea un lenguaje sencillo, espontáneo y  antirretórico, a veces descuidado, de frase y párrafo breves y de tono ágil y espontáneo.

Novelas


   Sus novelas son más de sesenta. Él mismo agrupó muchas de sus novelas en trilogías. Las principales trilogías son:

La lucha por  la vida, formada por La busca (1904), Mala hierba (1904) y Aurora roja (1905), está situada en Madrid, sobre todo en las zonas suburbiales, y nos presenta personajes marginales y obreros que se redimen cuando adquieren conciencia social.

La vida fantástica, compuesta por Aventuras, inventos y mixtificaciones de Sivestre Paradox (1901), Camino de perfección (1902) y Paradox, rey (1906). Tienen en común que los protagonistas son personajes angustiados, abúlicos y deseosos de hallar un sentido a la vida.

La trilogía La raza está compuesta por La dama errante (1909), La ciudad de la niebla (1909) y El árbol de la ciencia (1911). Es una trilogía sin demasiada unidad. El árbol de la ciencia es una de las novelas más interesantes de Baroja, pues presenta sus inquietudes existenciales a través del protagonista, que es un alter ego del autor: Andrés Hurtado, un estudiante de medicina, crítico y pesimista. En esta obra, junto al tema existencial, aparecen críticas incisivas sobre la universidad, el caciquismo, la chabacanería ambiental y la atonía intelectual y moral del país.

Las ciudades: César o nada (1910), El mundo es ansí (1912), La sensualidad pervertida (1920).

    No formando trilogías encontramos con dos novelas de acción o aventuras: Las inquietudes de Santi Andía  y, sobre todo,  Memorias de un hombre de acción.

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