10 Jun


El conocimiento sensible.Se puede definir el conocimiento sensible como el resultado de la interpretación que hace nuestro cerebro y nuestra mente de las sensaciones captadas por los órganos sensoriales. Si es un resultado, lo será de un proceso que comienza con las sensaciones y culmina en una representación mental, la interpretación que hace nuestro cerebro y mente de las sensaciones: una percepción.Las sensaciones son la consecuencia de la estimulación de los órganos de los sentidos por los estímulos del mundo exterior. Los estímulos son realidades fisicoquímicas(ondas electromagnéticas o sonoras, sustancias químicas, …) que excitan nuestros órganos sensoriales. Cada órgano sensorial está especializado en captar un tipo de estímulo o unos pocos. Las sensaciones son enviadas al cerebro para que este las procese y las interprete, éste selecciona las sensaciones que va ha integrar entre los millones que se captan. Las sensaciones aportan a nuestro cerebro y mente las cualidades sensibles de las cosas, pero no son estas las que primeramente se presentan a mi mente, primero conocemos los objetos sensibles y, a partir de ellos, podemos discernir aquéllas cualidades. Las sensaciones no son una copia exacta de los estímulos, la fidelidad con que se reproducen los estímulos depende del sujeto:
De las peculiaridades perceptivas de cada uno, de su situación, de su cultura, etc.
Las sensaciones son los elementos con los que nuestro cerebro o mente construye nuestras percepciones. Estas son lo primero que conocemos, las primeras representaciones que se presentan a la conciencia. En ellas se nos representan los objetos del mundo exterior. Las percepciones son el resultado de la integración e interpretación de las sensaciones por el cerebro y la mente; ese resultado se concreta en una imagen mental que reconstruye los objetos del mundo exterior a partir de las sensaciones. La percepción se da originariamente como un todo organizado figurativamente. Es natural preguntarse en qué consiste la actividad reconstructiva que realiza el cerebro y la mente. Fundamentalmente hay dos respuestas.la percepción es más que una suma de sensaciones. Estos psicólogos propusieron algunas leyes que rigen la percepción:Ley de la figura y el fondo: la percepción se organiza delimitando una figura sobre un fondo.Ley de proximidad: tendencia a integrar en una misma configuración los objetos más próximos.Ley de la semejanza: disposición a percibir los elementos semejantes como formando parte de una misma estructura.Sólo queda insistir en el carácter selectivo y subjetivo de esta fase sensible del conocimiento: el sujeto es activo en su elaboración y es determinante en lo que percibimos, en los elementos más simples de nuestra conciencia.El conocimiento racional.

La razón es la facultad de elaborar conocimientos universales a partir de conceptos y de las relaciones que se dan entre ellos. Como ya vimos, nos permite sobrepasar el “aquí” y el “ahora” en que nos encierra el conocimiento sensible.El primer paso es la construcción de conceptos. Nos centramos en los conceptos abstractos, que se elaboran a partir de los datos sensibles por medio de la abstracción. La abstracción es una operación mental que, a través de la comparación de las percepciones, separa las carácterísticas comunes a un tipo de objetos y las separa de las que los diferencian individualmente, esas carácterísticas comunes, entre las cuales han de aparecer algunas que no compartan con otros objetos, constituyen el concepto abstracto.Los conceptos se caracterizan por su extensión y su comprensión. La extensión es el conjunto de individuos a los que se aplica el concepto. La comprensión es el conjunto de notas carácterísticas que lo definen. La comprensión y la extensión de un concepto tiene una relación inversa: a mayor comprensión, menor extensión y viceversa.Una vez construidos los conceptos, el conocimiento racional los relaciona mediante los juicios. Un juicio es la afirmación o negación de un concepto de otro, decir algo acerca de algo. Los juicios se caracterizan por ser verdaderos o falsos; Aristóteles denominaba a esa parte del lenguaje que puede ser verdadera o falsa: lenguaje apofántico, indicando que los juicios “arrojan luz” sobre cómo es el mundo.Tradicionalmente, desde la época moderna, los juicios se han clasificado en los siguientes tipos:– Según la relación que hay entre el sujeto y el predicado:– Juicios analíticos: Son aquellos en los que la noción del predicado está contenida en la noción del sujeto. Por ejemplo, “ un soltero es alguien que no está casado”. Estos juicios no amplían nuestro conocimiento, pues el predicado no añade nada a la noción del sujeto. No refieren a otra cosa que no sean las relaciones entre conceptos, no hacen referencia a nada extramental, ni al mundo, ni al sujeto inmerso en el mundo. Por ello, su verdad se determina en función de su coherencia con otros enunciados o principios establecidos como verdaderos.Juicios sintéticos: Son aquellos en los que la noción del predicado no está contenida en la noción del sujeto. Por ejemplo, “los masai son la tribu más alta del planeta”. Son pues informativos, el predicado añade algo que no está contenido en el sujeto. Su referencia es el mundo exterior, algo extramental. Su verdad, pues, se determina en función de su adecuación a lo que ocurre en el mundo.Según su origen:Juicios a priori: Aquellos que no provienen de la experiencia, que son independientes tanto en su formación como, ya lo hemos mencionado, en su verificación. (Aquí usamos el término ‘experiencia’ en el sentido de “conocimiento sensible” y ese será si no se dice lo contrario)Juicios a posteriori: Aquellos que se originan en la experiencia y, por tanto, dependen de ella tanto en su formación como en su verificación.


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