13 Nov

2.1. Rubén Darío

Obra – Azul
Los poemas se caracterizan por la elegancia y la sensualidad. – Prosas profanas.
Representa la plenitud del Modernismo parnasiano. Sorprende por la musicalidad de los versos, en los que se aprecia la variedad métrica del movimiento. Es una poesía preciosista, exótica, de fantasía refinada. El poeta, que declaró «detesto la vida y el tiempo que me tocó nacer», se refugia en una torre de marfil (símbolo aristocrático del aislamiento del exterior). – Cantos de Vida y Esperanza.
Se produce una crisis del esteticismo anterior. Ahora asistimos a una poesía más íntima, más preocupada por el hombre, más angustiada. Abundan los temas serios, hondos, a veces muy amargos.
Rubén Darío reflexiona sobre el arte, el placer, el amor, el tiempo, la muerte (preocupación obsesiva), la vida, la religión…

2.3. Antonio Machado

Obra:

Lo mejor de su obra lírica se encuentra en sus dos primeros libros

Soledades, Galerías y otros poemas.
Esta primera obra pertenece al Modernismo simbolista. Trata los temas del paso del tiempo, la melancolía, Dios y, sobre todo, la muerte, una constante en su obra. Se vale de algunos símbolos como la tarde o la fuente, que encierran su concepto de tiempo. Campos de Castilla.
A los temas anteriores, se une el de Castilla. Se observan descripciones subjetivas de paisajes y una actitud crítica (atraso y pobreza, denuncia de los problemas del país…). También apreciamos hermosas composiciones dedicadas a su mujer, Leonor, en las que a través del paisaje se muestra el estado de ánimo del poeta. En poemas posteriores se irá acrecentando la crítica social, hecho que le valíó la admiración de los poetas de posguerra. Hoy en día se está revalorizando la poesía intimista de su primera época.

Biografía

Antonio Machado(1875-1939)


Nace en Sevilla. A los ocho años se trasladó a Madrid. Visitó en varias ocasiones París, donde conocíó la obra de los simbolistas franceses (Paúl Verlaine). Fue Catedrático de Francés en Soria (donde se casó con Leonor) hasta la temprana muerte de su mujer. Deseoso de abandonar Soria, solicita traslado y es destinado a Baeza (Jaén). Más tarde, marcha a Segovia. Firme partidario de la República, debíó exiliarse a Colliure (Francia) durante la Guerra Civil, y allí murió.

Novela noventayochista

El tema de España A finales del siglo XIX se consuma la decadencia internacional de España. La independencia de Cuba y Filipinas (el desastre del 98) supone la constatación de que nuestro país deja de ser una gran potencia. El antiguo Imperio Español, fraguado en el Siglo de Oro, se ha perdido definitivamente. Este hecho provoca que nuestros intelectuales, incluidos en el Grupo del 98, se pregunten por las causas de la decadencia y la necesidad de regenerar el país. Así, las reflexiones en torno al tema de España son frecuentes en multitud de obras del momento. En este sentido, Castilla se convierte en la representación de los valores esenciales del alma española.

3.1. Miguel de Unamuno

Obra: – Ensayos.
En ellos reflexiona principalmente en torno a dos temas: • El sentido de la vida y el más allá:
La agonía del cristianismo (1931) y Del sentimiento trágico de la vida (1913). Trata en estas obras el problema de Dios, el sentido agónico de la existencia, la inmortalidad, etc., con un marcado tono existencialista. Muchas de las ideas de Unamuno destacan por su originalidad. Así, su pensamiento puede considerarse como antiprogresista, antitecnicista y antirracionalista. El escritor vasco no cree en el progreso o en la técnica, ya que no sirven para desentrañar el único misterio que interesa al hombre: la existencia de Dios o del más allá. La razón, incapaz de proporcionar felicidad, sólo arroja angustia sobre el hombre. Así, se plantea un conflicto irresoluble entre razón y fe: ¿realmente hay algo tras la muerte? Una pregunta que no halla respuesta. Se desea que haya algo («si el alma no es inmortal nada vale nada, ni hay esfuerzo que merezca la pena», nos dirá Unamuno). Y aparece Dios: un Dios deseado pero indemostrable. La razón nos niega la esperanza, pero el corazón la busca con vehemencia. Más que creer, Unamuno quiere creer. •En torno al casticismo (1895), Vida de Don Quijote y Sancho (1905).  – Novelas.
Se desarrollan los mismos temas ya citados. Dado que al autor le interesa, sobre todo, el conflicto interno de sus personajes, las novelas carecen, en gran medida, de planteamiento y desenlace. La crítica del momento negó el carácter novelesco de algunas de estas obras. Por ello, Unamuno las llamó nivolas. Paz en la guerra, ideado por Unamuno para referirse a los acontecimientos cotidianos y anónimos. Nieba , La tía Tul  y San Manuel Bueno, mártir.

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