22 Abr

Platón, mediante el personaje de Sócrates, ha estado hasta ahora explicando a Adimanto y Glaucón la opinión de otros sobre qué es el bien.
Adimanto le pide a Sócrates que exponga su opinión sobre la Idea del Bien, pero este no quiere hacerlo porque no se ve capaz, y no quiere equivocarse. En cambio, está dispuesto a hablarles sobre algo que se parece al bien:
El Sol.
Platón explica que, en el mundo sensible, percibimos las cosas gracias a los sentidos pero que hay uno de ellos, la vista, que es especial. Su diferencia con los demás sentidos es que necesita la presencia de tres elementos (ojos, luz del Sol y objetos que puedan ser vistos), mientras que por ejemplo, para oír, tan solo se necesitan dos elementos (el oído y la voz). Aquí empieza su comparación del Bien con el Sol.
Sócrates afirma que el Sol se comporta con respecto al mundo sensible y a los objetos vistos, igual que la Idea del Bien al mundo inteligible y la Ideas.
Cuando los ojos miran algo iluminado por el Sol, ven perfectamente pero, en cambio, si miran hacia algo oscuro, ven con dificultad. Del mismo modo, si el alma se dirige hacia aquello que está iluminado por la Idea del Bien (el mundo inteligible
) obtendrá conocimiento verdadero, mientras que si se dirige hacia lo que la Idea del Bien no ilumina (el mundo sensible
), tan solo obtendrá opiniones. Por tanto, al igual que el Sol es lo que proporciona visión a los ojos y hace que puedan ser vistos los objetos del mundo sensible, la Idea del bien proporciona tanto la facultad de inteligencia  al alma como la verdad a los objetos del mundo inteligible.
Platón también explica que, del mismo modo que la luz y la visión se parecen al Sol pero no son el Sol; el conocimiento y la verdad se parecen a la Idea del Bien pero no lo son, ya que esta es superior a ellosImagen

Para acabar su comparación, Platón expone mediante el personaje de Sócrates que el Sol no solo proporciona a las cosas que son vistas la facultad de ser vistas, sino que también les proporciona la generación, el crecimiento y la alimentación;
pero él no es generación.
De la misma manera, la Idea del Bien proporciona a las cosas inteligibles la facultad de serlo, pero también tienen, gracias a él, el ser y la esencia;
Pero el bien no es esencia, sino algo superior.

BLOQUE II: SÍMIL DE LA LÍNEA

Glaucón pide a Sócrates que siga exponiendo sus pensamientos. Este le explica el símil de la línea, que sirve para comparar los objetos según su grado de realidad, que se corresponde con el grado de saber que podemos lograr sobre ellos, según sean más o menos claros.Imagen

Platón expone que en el mundo o género sensible se encuentran las imágenes(sombras y reflejos), que son copias de los objetos físicos (animales, plantas y cosas fabricadas) y, por tanto, menos reales. El conocimiento que podemos obtener sobre las imágenes es la imaginación (eikasia), que es un saber menos claro que la creencia(pistis), el saber sobre los objetos físicos.
Platón afirma que para el mundo inteligible se puede seguir la misma proporción. En el grado inferior de realidad se encuentran los objetos matemáticos.
El saber de la matemática es menos claro que el de la dialéctica (saber acerca de las Ideas
), ya que parte de hipótesis que son tomadas como axiomas (verdades tan evidentes que no necesitant demostración).  La dialéctica, en cambio, también parte de hipótesis pero no las toma como verdades definitivas, sino que las va criticando hasta desecharlas y tomar otras nuevas. Por otra parte, el matemático estudia los objetos matemáticos apoyándose en imágenes sensibles, mientras que el dialéctico, para estudiar las Ideas, se apoya únicamente en la inteligencia.
El saber acerca de los objetos matemáticos se llama pensamiento (dianoia). El saber acerca de las Ideas, más claro, es la inteligencia (nous).

BLOQUE III: EL MITO DE LA CAVERNA

Platón, utilizando el personaje de Sócrates, propone una alegoría para explicar el estado en que se halla la humanidad en relación al conocimiento de la verdad y a la ignorancia. Le pide a Glaucón que imagine una caverna en la que se encuentran unos prisioneros(que representan a la mayoría de la humanidad)
Que permanecen atados por una cadenas de modo que tan solo pueden mirar al frente. Detrás de ellos hay un fuego en un plano superior y entre ellos y el fuego hay un muro. Por detrás del muro se pasean unos hombres que transportan objetos de modo que los prisioneros tan solo puedan ver sus sombras
.
Por tanto, los prisioneros tomarán por real lo que ven (las sombras)
. Esta situación representa la ignorancia de la mayoría de la humanidad, que toma por real lo que no lo es, es decir, que cree saber cuando en realidad no sabe.

A continuación, Platón continúa explicando su alegoría. Ahora propone a Glaucón que imagine que uno de los prisioneros fuera obligado a salir de la cueva.
Al principio, la luz le cegaría y no podría ver nada, por lo que preferiría volver a la cueva, creyendo que lo que había allá abajo era más real que lo que estaba viendo en ese momento. Pero si se le obligara a permanecer en el exterior de la cueva, se iría acostumbrando a la luz y empezaría a ver sombras y reflejos.
Posteriormente, conseguiría ver los objetos de los cuales antes veía las sombras y reflejosy, finalmente, podría ver el Sol y se daría cuenta de que es él el motivo de la existencia de todo lo demás. Esta escena representa la educación del gobernante, que debe ser obligado abandonar el mundo sensible (la cueva)
A dirigir su alma hacia el mundo inteligible (representado en el mito por el exterior de la cueva)
.  En primer lugar, deberá conocer los objetos de las matemáticas (sombras y reflejos en el mito) y, una vez dominadas estas, proceder al conocimiento de las Ideas (los objetos de los que se habla en el mito). Por último, su objetivo final sería conocer la Idea del Bien (representado en el mito por el Sol)
Y comprender que esta Idea es el motivo de existencia de todos los demás objetos del mundo inteligible (objetos matemáticos e Ideas)
.Después de esto, Platón afirma que esteprisionerose sentiría feliz de haber abandonado la cuevay, por muchos honores que le fueran concedidos en la caverna, jamás querría volver a ella. Y si fuera obligado a volver a ella, sus ojos estarían acostumbrados a la luz del Sol y no verían nada en la oscuridad, por lo que sería motivo de burla de sus compañeros, que matarían si pudieran a aquel que intentara liberarlos Esto sirve como comparación de lo que le ocurre al filósofo que, después de haber contemplado la Idea del Bien, vuelve al mundo sensible y provoca risas entre los ignorantes, que desprecian a todo aquel que ha hallado la verdad superior, y lo hacen porque tienen miedo a lo nuevo. La violencia de los prisioneros representa la condena y muerte de Sócrates.

BLOQUE IV: EDUCACIÓN Y POLÍTICA

Platón se opone al pensamiento de los sofistas (“algunos”) en cuanto al concepto de educación, ya que ellos consideran que educar es proporcionar conocimiento a un alma que no lo tiene (“como si infundieran vista a unos ojos ciegos”). Por el contrario, Platón considera que educar es un arte que consiste en orientar el alma hacia el mundo inteligible.
También expone que la facultad del conocimiento, al contrario que las demás facultades del alma (que, al igual que las del cuerpo, pueden producirse por medio del ejercicio), es innata. Las personas malas pero inteligentes, lo son porque han tomado por bueno aquello que no lo es y, por tanto, están obligados a actuar mal (influencia del intelectualismo socrático). Platón afirma que, mediante la educación, se puede orientar el alma de esas personas hacia el mundo inteligible.
Platón explica que los ineducados no están capacitados para gobernar, ya que no tienen ningún objetivo; y que los que sí han alcanzado el conocimiento, pero no quieren volver al mundo sensible, tampoco lo están. Por ello, Platón sostiene que la labor del Estado es educar a las mejores naturalezas y obligarlas a alcanzar el conocimiento científico y, entonces, “obligarles” a gobernar (se trata de una obligación moral), ya que ellos, que habrán contemplado las Ideas de Belleza, Justicia y el Bien, sabrán distinguir entre las cosas bellas, justas y buenas mejor que nadie (una vez acostumbrados a las “tinieblas” del mundo sensible)
. A continuación, Platón explica, mediante el personaje de Sócrates, que no sería para nada injusto “obligarles” a gobernar, ya que al Estado le interesa el bien común, y no el de unos pocos individuos. De modo que, habiendo sido el Estado quien les haya educado, no tendrán más remedio que utilizar sus conocimientos para gobernar. Por último, Platón argumenta que estos gobernantes lo harán mejor que cualquier otro, ya que no tienen ninguna ambición de poder, sino que serían felices por llevar una vida buena y juiciosa. Por el contrario, los gobernantes actuales desean llevar una buena vida en cuanto a las riquezas materiales y, por tanto, gobernarán según sus propios intereses. Esta es la teoría platónica del filósofo gobernante, que surge de aplicar el intelectualismo moral en la política.

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